Inauguran el Patio de las Jacarandas, nuevo espacio en la Plaza de Armas

• En su interior se ofrecerán espectáculos culturales y artísticos de carácter gratuito
• Se invirtieron 12 mdp en 820 metros cuadrados intervenidos con cubiertas metálicas, fueron 900 horas de trabajo en 45 días

Mucho después del tiempo prometido, culmina la primera parte del proyecto que emprendió el gobierno estatal hace más de un año y medio con motivo del centenario de la Soberana Convención Revolucionaria. Ayer se inauguró la extensión de la Plaza de Armas con el nombre de Patio de las Jacarandas, misma que consiste en una gran pieza conmemorativa a cargo del artista holandés Jan Hendrix y el arquitecto Arturo Revilla Vega.

Estructuras rectas metálicas de color blanco fueron diseñadas en forma de jacarandas entrelazadas con iluminación amarilla y blanca, que recorre un rectángulo que establece un patio antiguo con un foro y una fuente en medio; poco más de una docena de jacarandas revisten el espacio al pintarlo de morado.

Para el artista, el espacio entregado será ideal para que los transeúntes se detengan un momento, se sienten bajo la sombra o luces a disfrutar de algún espectáculo cultural, ya que parte del diseño incluye un escenario permanente abierto a la cultura y las artes de manera gratuita.

Dulce María Rivas Godoy, titular del Instituto Cultural, puso énfasis en lo que el artista plástico logró al conjuntar el trabajo arquitectónico con el interior, el pulso y el palpitar de los íconos emblemáticos del Centro Histórico de la ciudad; tales como las connotaciones históricas del antiguo portal de Jesús, el esquema de patio en las casas tradicionales y las jacarandas.

Miguel Ángel Romero Navarro reconoció que en un inicio se pretendía abrir más el espacio, pero debido a los comentarios del Instituto Nacional de Antropología e Historia se acordó no violentar ningún valor arquitectónico, artístico o cultural.

Si bien el edificio derribado no tenía ningún valor artístico ni histórico, sí lo tenía en la traza urbana, ésa fue la que tuvo que respetarse pero sin llegar a alguna imitación histórica, sino seguir una obra contemporánea con esos valores históricos y arquitectónicos. Así fue como se dejó la estructura de metal que representa a las jacarandas en tono blanco con iluminación violeta, el foro cultural permanente y el esquema de patio que tiene el interior.

El Patio de las Jacarandas representa un terreno de más de mil 420 metros cuadrados con una superficie cubierta de 890 metros cuadrados y una inversión de más de doce millones de pesos por 900 horas de trabajo realizadas en un plazo de 45 días, además de la generación de 180 empleos directos durante su construcción. Como decoración y parte del diseño se plantaron once jacarandas de once metros de altura con su propio sistema de riego e iluminación ornamental.

El encargado del área arquitectónica, Revilla Vega, compartió lo complicado y pesado que fue el proyecto, pues antes de “atinarle” al diseño perfecto se efectuaron varios ensayos al tomarse en cuenta que la idea original plasmada por el gobernador fue hacer una plaza cuyos elementos históricos quedaran liberados (la catedral, la exedra y el Teatro Morelos).

Esta primera etapa representa también el portal de Jesús, el patio interno y el deambulatorio que hay alrededor, con lo que se da un rescate del espacio que se integra a la plaza para darle un sentido más cultural y acogedor.

Invitado por Lozano de la Torre, el artista Hendrix subió al escenario para afirmar que por fin había hecho un diseño bien después de tantos intentos, pues el atreverse a hacer una pieza contemporánea de trazo urbano en una colonia y en una plaza tan importante no fue sencillo. “La jacaranda hay por donde quiera, es mi árbol favorito porque tiene tres temporadas en vez de cuatro”, en la obra artística se plasmó el verano y el invierno en las capas metálicas y las flores en la columna redonda.

Al igual que el creador del diseño, el ICA espera que la población explote el lugar y lo use para la recreación, la convivencia, la demostración cultural y el reconocimiento histórico que conlleva, pues en palabras de Carlos Lozano de la Torre, “hace más de 50 años que no se veía al Teatro Morelos, al Hotel Río Grande y a Catedral descubiertos”.

Razón por la cual anunció que antes de terminar con su administración concluiría con el proyecto completo de dejar al descubierto ambos costados del Teatro, por lo que se actuará en el derribo del resto de edificios y locales existentes en la actualidad, “aquí no se trata de dinero, sino de hacer algo bueno para la población, entregaremos una nueva plaza en beneficio de nuestros elementos históricos y para la convivencia social”.

Como primer acto cultural, la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes presentó un programa con marchas, valses y polkas como La Bella Durmiente y el Huapango de José Pablo Moncayo; Román Revueltas reconoció que el sacar a la orquesta de su teatro no es algo sencillo, ya que desde la temperatura hasta el tipo de clima que se tiene altera el sonido de los instrumentos; sin embargo, no podían dejar atrás la oportunidad de ser quienes inauguraran el espacio que ahora toda la población aguascalentense tendrá al aire libre, resguardados por un bello diseño artístico y arquitectónico.