Pronostican candidatos priistas alto abstencionismo

• En 2003 dejó de votar el 58.53% de la lista nominal, en 2006 el 42.93% y en 2009 el 57.45%
• Guerra sucia y escasas campañas de aire y tierra complican el proyecto
• Tanto los candidatos como los partidos están estacionados en un sitio de poca credibilidad a ojos ciudadanos

 

 

Lo deseable para la elección federal del 7 de junio, mediante la cual será renovada la Cámara de Diputados, dice la priista María de los Ángeles Aguilera Ramírez, sería una participación ciudadana similar a la de las democracias avanzadas, en las que más del 80 por ciento del padrón se expresa en las urnas.

Sin embargo prevalece la idea de que los comicios intermedios -como es el caso- no son del todo bienvenidos en México. Y de ello dan muestra las cifras del Instituto Nacional Electoral. En la elección de 2009, tres años antes de la última presidencial, el Distrito I aguascalentense registró una participación del 42.53 por ciento, el Distrito II de 40.74, y el III de 44.62.

Todos los números subieron en 2012.

–En 2012 participó el 57.79 por ciento del padrón del Distrito II, por el que usted contiende, ¿le parece bajo ese porcentaje? Se le preguntó a Aguilera Ramírez.

–Es un promedio bueno, la idea de nosotros es llegar a eso o superarlo. Aunque sabemos que son elecciones intermedias, está más complicado, la gente no le pone la misma atención que si fuera una elección con presidente de la República, presidente municipal y gobernador.

La plática directa con el ciudadano y el llamado a ejercer el derecho al voto, señaló la candidata a diputada, son indispensables cuando se quiere elevar esta clase de registros.

–Se dice que gracias a su estructura el PRI suele salir bien cuando la gente vota menos.

–Tenemos una estructura y un voto duro a prueba de cualquier situación, creo que en esas cuestiones sí nos va muy bien. Estamos apostando a que nuestra estructura pueda salir, a que nuestro voto duro sea otra vez firme, pero también tenemos que ir por todos los indecisos, estamos yendo a toda la población para que puedan decidir.

“Tenemos una estrategia, la estamos llevando a cabo principalmente en nuestra estructura, eso lo hicimos en el momento que nos permitió la ley. Ahora se nos permite abrirnos a toda la sociedad, tenemos estrategias bien definidas para cada segmento de la población (…) votación ideal, lo que uno quisiera que fuera, 70 u 80 por ciento. Hay países desarrollados que tienen una votación hasta del 90. Nosotros pensamos que eso sería lo ideal. Lo ideal es que todo mundo participe, que México cambie, que los pueblos participen en esto.”

En abril de 2012 el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara Baja expuso Abstencionismo y cultura política en México.

Éstas son las cifras de abstencionismo en Aguascalientes luego de las últimas elecciones para diputados federales: 2003: 58.53 por ciento; 2006: 42.93 por ciento; 2009: 57.45 por ciento.

Gregorio Zamarripa Delgado pretende la diputación del Distrito I por el Partido Revolucionario Institucional.

–En 2012 ese distrito tuvo una participación del 58.92 por ciento.

–Fue campaña presidencial. Ésta es de las más críticas, estadísticamente y electoralmente es de las más bajas porque no concurre ni siquiera con locales, en algunos otros estados va a concurrir con gobernadores o con alcaldías o diputaciones.

Y agrega que en un escenario así “todo depende de los candidatos y de los partidos. Ante una situación muy difícil de credibilidad en los partidos, los candidatos también rayamos en otra cuestión: nos siguen diciendo el mismo discurso, las mismas propuestas. Acudimos a que conozcan el perfil. Qué te puedo ofrecer, qué te puedo hacer propuesta. Mejor conoce el perfil, si son gente de principios, formada y con valores, eso los puede sacar adelante”.

La legislación, lamentó el candidato, aún no contiene la orden de repetir las elecciones que no levanten determinado porcentaje de participación.

“Le pedimos al público que esté al tanto. La cuestión es ¿mejores candidatos, mejores partidos o mejores ciudadanos? Pedimos que se razone el voto, pero no hacemos propuestas objetivas, los profesionales de la política son los que tienen futuro en esta sociedad, pero también los ciudadanos bien informados.”

Consideró que la “campaña civilizada” es la única capaz de provocar reacciones ciudadanas, y dijo que a ojos de los votantes la “campaña negra” se ha convertido en un método de acceso al poder, lo cual podría explicar la constante reducción del padrón.

“Sería una catástrofe si eso sucede, más abajo del 50 por ciento es una cuestión no aprobada. Si se sigue así sería una catástrofe. Creo que la parte de no votar hay que hacerla a un lado, votar de manera constructiva, muy informada. Si no hacemos una campaña ciudadana no vamos a penetrar. Estamos haciendo propuesta, que nos hagan saber dónde estamos mal, cómo es que estamos mal.”

–¿Al PRI le convienen los bajos porcentajes de votación dada su amplia estructura?

–No sé si sí o no, yo no confío ni en mi sombra. Confío en llamar a la gente a votar, a participar, a desquitar lo que le cuesta una campaña política, porque es carísima (…) En el interior somos aposición, por lo menos en ocho municipios. No creo que ese argumento sea válido para las circunstancias, hay una situación particular en Aguascalientes, en los municipios donde somos aposición.

México tiene la democracia más cara de América Latina, 18 veces más que el promedio según los cálculos de Fundaciones Internacionales Electorales para Sistemas.

Generar un voto en el comicio de 2009 costó 17.24 dólares, mientras que Argentina sólo invirtió 41 centavos de dólar.

También priista, José de Jesús Ríos Alba pretende el Distrito III, con sede en la capital. En 2012 esta demarcación vio una participación de 63.52 por ciento.

“Me parece un porcentaje alto comparado con la media nacional, evidentemente. Pero hay que recordar que era una elección donde se involucraba la presidencia de la República, las diputaciones federales y las senadurías. Esto generalmente propicia una mayor participación ciudadana porque hay más campaña de aire, más campaña de tierra, y la gente se sensibiliza más. En estas elecciones intermedias generalmente no tenemos una participación muy importante, ojalá y la tuviéramos.”

En el Distrito III, mencionó, hay un nivel de escolaridad de 9.2 años, dato alentador cuando se habla de participación política.

“Seguramente sí vamos a tener una participación más alta que los otros distritos, pero esto solamente con lo que nosotros como candidatos y como partidos políticos logremos provocar en la población. Nuestra función importantísima, aparte de competir por un puesto de elección popular, es contribuir con la democracia, la democracia participativa es una herramienta fundamental para que este país corrija rumbos y se siga transformando.”

El electorado, apuntó Ríos Alba, tiene necesidades insospechadas hasta para sí mismo, oportunidad para conformar los programas que después se defenderán en el Congreso de la Unión.

–¿Dada su estructura, al PRI le va bien cuando el porcentaje de votación es menor?

–No estoy de acuerdo en eso. Creo que ni al PRI ni a ningún partido le va bien cuando hay poca participación, a todos nos va mal porque significa apatía, indiferencia. Prefiero que la gente se manifieste en su gran mayoría y diga no a mi proyecto, a que unos cuantos digan sí.

“Entre más gente participe mejores funcionarios vamos a tener, mejores representantes, y de regreso, cuando tengamos nuestro actuar, será percibido por un mayor número de población (…) a veces se propician los representantes públicos indiferentes, a veces deshonestos, que utilizan el recurso que debe ir a la población para fines personales o de grupo no sustentados en la aprobación del presupuesto”.

–¿Cree que su partido tiene interés en cambiar la imagen del político?

–Claro que sí. El partido somos nosotros, los militantes, el partido no es la dirigencia, ni nacional ni estatal, es una parte del partido. Los militantes, los participantes, los simpatizantes somos el PRI, yo soy un priista y estoy interesado en transformar la percepción de la ciudadanía.

 

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