El país de las maravillas / De imágenes y textos - LJA Aguascalientes
22/11/2024

Una de las ventajas del consumo desmesurado de los contenidos televisivos es que nos mantienen informados de todo… claro, sesgada, manipulada, maquillada y disfrazada la realidad, pero la tele cumple. Revisando un texto de Daniel Bell, sociólogo norteamericano, titulado La telecomunicación y el cambio social del libro Sociología de la comunicación de masas, de Miquel de Moragas Spa, encontré esta definición que comparto con usted, estimado lector: “Los sistemas de telecomunicaciones son la transmisión de señales codificadas, voces o imágenes más allá del oído o de la vista del individuo.” Señales codificadas que no percibimos de primera instancia pero que persuaden y manipulan nuestro concepto de realidad.

En nuestra sociedad no es la excepción, estamos salvajemente expuestos a una manipulación mediática que, además de confundir al espectador, lo convence de la realidad mostrada en la pantalla; ahí le va un ejemplo, en días pasados el alcalde de Chihuahua de extracción priista, Javier Garfio, durante un acto donde celebró el Día de la Empleada Doméstica rifó pantallas planas para las asistentes, su mensaje fue claro (aunque como buen político después trató de matizarlo), les comentó: “para que puedan ver las novelas en su rato de descanso. No las noticias, porque no crean que son tan buenas las noticias; vean más bien las novelas, sobre todo las novelas buenas.” Pero ahí no acabó la declaracionitis, el jefe del alcalde, es decir, César Duarte, también militante del tricolor, no podía quedarse atrás y aseveró que “si la cadena Televisa conociera la historia de cada trabajadora presente en la rifa celebrada, tendría material suficiente para hacer una telenovela.”

Que no vean las noticias, puede ser atinado, sobre todo en la televisión abierta, pero que de plano les sugieran que el entretenimiento barato es la panacea para este sector de la sociedad, no tiene vergüenza. Omitamos que su público fueron empleadas domésticas, por qué predisponer que ese sector de la sociedad gusta del género mencionado, en todo caso la sociedad en general está expuesta a ese tipo de discurso televisivo, por lo tanto somos propensos a la manipulación y la persuasión directa. La nota tiene otra lectura clara, la cual se resume con la frase “al pueblo pan y circo” dicha por los gobernantes en turno, los del país de las maravillas.

Históricamente hemos sido así, desde que el invento de don Guillermo González Camarena encontró su razón de existir, los contenidos no han variado, lo que cambia son los actores (literal) de carrera, hechizos, políticos, deportivos y los que pretender ser líderes de opinión. Pero no es culpa de nadie más que del mismísimo diablo; en esta semana santa si puede acabe con el chamuquito que nada más no deja en paz a esta golpeada nación; no lo digo yo, lo dice un líder de peso mundial a través de la televisión mexicana, léase Televisa, el papa Francisco dijo “yo pienso que a México el diablo lo castiga con mucha bronca porque fue el lugar de la aparición de la Virgen de Guadalupe, creo que el diablo no le perdona a México que ella haya mostrado ahí a su hijo”. Esa sí es una declaración de peso, la respuesta a todos los males, por eso le digo que esta semana santa se aplique.

Nada tiene que ver el destino sociopolítico de este país con su fe, sin embargo, en una segunda lectura del mensaje (otra vez) la postura se inclina a persuadirnos para creer que en efecto somos un país tocado por la desgracias desde el principio de los tiempos, que debemos resignarnos y no cambiar la historia porque no está en nuestras manos, es un conflicto divino, por lo tanto, oración, sumisión y resignación hermanos mexicanos, es decir, no hagan olas, les va mal porque así debe ser.

En el país de la televisión y de las maravillas todo puede suceder, su función social real es tergiversar, distraer y manipular, qué tanto sabemos de lo que realmente pasa afuera. Hoy por hoy y en pleno proceso electoral el efecto dominó altera la alineación dentro del partido del sol azteca, los medios reportan una desbandada como nunca (pero como siempre) de militantes, la salida de su líder moral Cuauhtémoc Cárdenas y los errores que “mediáticamente” han cometido pone al partido frente al ojo electrónico como el hermanos más débil del show. De nueva cuenta ese análisis hermenéutico, ¿a quién le conviene presentar al PRD ante la mass media de esa manera? Y mire que efectivamente tienen problemas los cuales se magnifican y se explotan por los sectores interesados en la caída del sol amarillo.

Hasta las causas más auténticas o nobles son convertidas en espectáculo cuando la televisión las aborda, esa fascinación por lo exagerado, por el morbo y por “estar enterados” hace que los reflectores giren hacia los involucrados, como el caso Aristegui-MVS, algo tan delicado como la libertad de expresión ahora es presentado como una comedia de dimes y diretes, Carmen cae en la tentación del reflector y declara nada menos para la revista Proceso que la empresa de la familia Vargas le pidió en su momento no publicar a través de su programa de radio el reportaje sobre la Casa Blanca, está por demás referir todo lo que implica el caso, pero entonces la empresa el pasado domingo 22 de marzo fija su postura a través de un comunicado calificando de falsas las declaraciones de la periodista, pues argumentaron entre otras cosas que Carmen Aristegui pudo hablar del hecho por más de 120 días.

Cuando la información se convierte en producto, cuando lo relevante es visto como espectáculo y los protagonistas busca sobrepasar la línea de la prudencia, se genera un fenómeno que bien pudiéramos identificar con el síndrome del protagonismo sin sentido.

 


 

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@ericazocar

 


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