Juego de tronos latinoamericano / Taktika - LJA Aguascalientes
22/11/2024

Londres, Inglaterra. 22 de marzo de 2015.  El ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Philip Hammond, declara que la reunificación de Crimea por Rusia ha sido “ilegal e ilegítima”. Las fosas nasales del inglés alto y de pelo entrecano parecen expandirse cuando condena la “flagrante violación de la ley internacional y ucraniana”.

Horas más tarde, el presidente del Comité de Asuntos Internacionales del parlamento ruso, Alekséi Pushkov, escribe en su twitter: “Atención Londres: Crimea tiene más razones para estar en Rusia que las Malvinas de ser parte de Gran Bretaña”.

Las escenas arriba descritas sirven como introducción al presente artículo, el cual pretende explicar por qué nuestra América Mayúscula, Latinoamérica, está inmersa en un juego de tronos protagonizado por las grandes potencias.

En 1996, el guionista y novelista estadounidense, George R. R. Martin publicó su novela Juego de Tronos, parte de la serie Una canción de hielo y fuego, en la cual narra la lucha por el poder en un  reino situado en un mundo de fantasía medieval. En 2011, la serie fue llevada a la pantalla chica por la compañía HBO con el título homónimo.

La relativa decadencia de los Estados Unidos -espoleada por las derrotas estratégicas en Afganistán e Irak, la crisis financiera de 2007-2009, el ascenso de China como potencia económica y la resurrección de Rusia como actor geoestratégico- ha tenido como efecto que América Latina sea parte del juego de tronos global y que haya dejado de ser un “non sequitur geopolítico” (Khanna, The Second World, Random House, 2008, pp. 121)

El primer caso que nos ocupa son las islas Malvinas (Falklands en inglés), un archipiélago ubicado a 12 mil 800 kilómetros de Londres, famoso por sus ovejas y pingüinos, sus reservas de hidrocarburos y por ser la puerta de entrada a la Antártida.

En diciembre próximo pasado el diario británico Daily Express reveló que Rusia planeaba “arrendar 12 cazabombarderos Su-24” a la Fuerza Aérea Argentina. Este rumor encendió la alerta roja en Inglaterra, pues los británicos, debido a recortes en su presupuesto de defensa, carecen de portaaviones -los dos navíos clase Reina Isabel estarán listos hasta el año 2023.

Aquí cabe abrir un paréntesis respecto a la relativa debilidad castrense británica: en enero y febrero del presente año, los bombarderos estratégicos rusos TU-95 han volado cerca del espacio aéreo británico. Estas piruetas aéreas se asemejan a las actividades que la Luftwaffe de Adolf Hitler realizó durante la Batalla de Inglaterra en la Segunda Guerra Mundial.

Por lo anterior, los expertos militares británicos dicen hay una “verdadera ventana de vulnerabilidad”, ya que los aviones rusos permitirían a los argentinos montar una invasión de las Malvinas y ocuparlas, tal y como ocurrió en 1982. Por ello, hoy martes 24 de marzo, el Comité de Defensa de la Cámara de los Comunes urgió al primer ministro, David Cameron, a incrementar el gasto bélico pues “el mundo es más peligroso e inestable como no ocurría desde el final de la Guerra Fría”.


El otro escenario en el juego de tronos latinoamericano es la patria del poeta Rubén Darío: Nicaragua. Desde el regreso de Daniel Ortega y el Frente Sandinista al poder, los lazos entre el país centroamericano con China y Rusia se han solidificado.

De acuerdo al periodista Tim Johnson del portal McClatchy, Nicaragua ha recibido, desde 2011, de Rusia 100 mil toneladas de trigo anualmente. Además, los rusos entrenan a los agentes antinarcóticos nicaragüenses. Asimismo, en diciembre de 2014 la compañía HK Nicaragua Canal Development Investment, propiedad del abogado chino Wang Jing, anunció la construcción del canal que conectará los océanos Atlántico y Pacífico. Finalmente, en febrero de 2015 se anunció que los buques de guerra moscovitas tendrían facilidades para visitar los puertos del país centroamericano.

¿Por qué Nicaragua es importante para Rusia? Primero, los navíos rusos protegerían la construcción de la vía interoceánica. Segundo, es una muestra palpable de la alianza estratégica entre Beijing y Moscú. Tercero, “provee a los rusos con una base de operaciones cercana a los Estados Unidos. Los recursos naturales incluyendo la bauxita y, potencialmente, grandes depósitos de gas natural en el mar Caribe” (Small Wars 04/12/2014).

Los lazos entre Managua y Moscú quedarán reafirmados con la visita que el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, hará esta semana como parte de su gira por cuatro países latinoamericanos. Dentro de un posible paquete de ayuda militar a Nicaragua que trae el diplomático ruso se habla del arriendo de aeronaves de combate.

Colombia, Costa Rica y El Salvador han expresado su preocupación ante la posibilidad de que el mar Caribe y el Golfo de México, es decir el “Mediterráneo americano” (Nicholas J. Spykman dixit), se conviertan en una zona de choque entre el águila calva estadounidense, el dragón chino y el oso ruso, quienes deben recordar que “cuando juegas el juego de tronos, ganas o pierdes. No hay término medio”.

Aide-Mémoire.- La historia habrá de juzgar la obra del “autócrata bueno”, Lee Kuan Yew, fundador del moderno Singapur.


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