- Para el análisis del nuevo Código Electoral se gastaron cuatro mil pesos en el Hotel Andrea Alameda
- Para la CROM es ilógico gastar en un espacio si el Congreso cuenta con suficientes salones cómodos
Después de haber sido criticados por diversos actores políticos y de la sociedad civil por haber cambiado de sede las reuniones de trabajo para la creación del nuevo Código Electoral, siendo que el Congreso local cuenta con espacios propios adecuados para las sesiones, el presidente de la Comisión de Gobierno, Jorge Varona Rodríguez, aclaró que esto se hace en busca de generar el mejor ambiente para la creación de consensos, “necesitamos un espacio donde no seamos interrumpidos, pues se trata de un marco legal muy complicado”.
Dijo que en varias ocasiones se efectúa este cambio de sede, principalmente a espacios como hoteles donde se cuenta con salones amplios, cómodos y alejados del ruido; donde el servicio de alimentos sea constante y el cansancio que pueda generar las largas jornadas de trabajo, no se sienta a la hora del análisis.
“Lo importante no es el costo sino que se genere el clima adecuado para el diálogo, que no haya celulares ni visitas que no impidan concentrarnos en el trabajo legislativo”, ya que se tratan de reuniones de todo el día, los legisladores y personal del área técnica requieren de las mejores condiciones físicas, (alimentos, temperatura, silencio, iluminación), “no hay por qué criticar si hay unos cuantos miles de pesos previstos en las finanzas del Congreso precisamente para este tipo de situaciones”.
Por su parte, la presidente del Comité de Administración, Norma Guel Saldívar, hizo un detalle numérico de esa partida especial, destacando que durante el 2014 se previeron 200 mil pesos para reuniones externas a la sede normal; sin embargo, al observar que no se gastaron por completo decidieron por unanimidad que deberían disminuirlo a 100 mil pesos, cantidad que dijo ser “razonable y pequeña” para lo que significan esas jornadas de trabajo “maratónicas”.
En este caso, los dos días que utilizaron los diputados locales, uno de los salones del Hotel Andrea Alameda, significó una erogación de aproximadamente 4 mil pesos, consistentes al pago de los alimentos y servicio, “en ese lugar te permiten usar sus instalaciones mientras consumas los alimentos”. Los asistentes fueron 18 diputados y 8 funcionarios del área técnica del Congreso, sumando 26 personas para un gasto de 4 mil pesos.
Desde la perspectiva de la CROM, “es ilógico efectuar este tipo de gastos”, siendo que el Poder Legislativo cuenta con salones y espacios propios que no generarían ningún costo para sus finanzas y de igual manera dotarían de comodidad para su trabajo, “su trabajo es legislar no divertirse en hoteles de lujo”.