Quiero iniciar agradeciendo a La Jornada Aguascalientes, en especial a su director, Francisco Aguirre, la oportunidad de este espacio para mantener comunicación con sus lectores.
Entrando en materia, la reforma fiscal en México no ha incentivado el consumo ni la inversión en el país, pues la creación de nuevos impuestos a productos de consumo general, la limitación de deducciones fiscales a personas físicas y morales, el incremento a las tasas impositivas, y un sistema fiscal más complejo y caro, han provocado una reducción en el crecimiento económico y eso se ha visto reflejado directamente en el bolsillo de los mexicanos. Hay que recordar que la expectativa inicial de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) por parte de la Secretaría de Hacienda para 2014 era de 3.9%, y se redujo al 2.7%; quizás esta semana den a conocer el dato definitivo de crecimiento real que tuvo la economía el año pasado y no nos extrañe que sea menor al 2%. Todo indica que, si no existe algún cambio en la política fiscal del Gobierno Federal, seguiremos inmersos en una economía recesiva.
México pasa por una turbulencia económica debido también a la caída del precio del petróleo, a la devaluación del peso y a la inminente alza de las tasas de interés. Esos tres factores están conduciendo, por un lado, a posibles recortes del gasto público, ya anunciados por el secretario de Hacienda, y a un nuevo impulso a la inflación, es decir, al aumento de precios; ambos fenómenos ahondan las tendencias recesivas que ya manifestaba la economía en nuestro país.
Para México la venta del petróleo le representa más del 30 por ciento de los ingresos del presupuesto, si el gobierno estima que para el 2015 los ingresos totales del país ascenderán a más de 4.69 billones de pesos, más de 1.4 billones serán por venta de petróleo y recordemos que el gasto gubernamental se asigna contando con esos ingresos. Por lo tanto, los posibles recortes significan que no se cubrirá el gasto en educación, en salud, en infraestructura, entre otros. Aparte de este efecto directo hay que recordar que el gasto gubernamental es uno de los principales impulsores de la actividad económica, de modo que disminuir el gasto provocará el descenso de la actividad económica.
Actualmente el mercado del petróleo tiene un entorno difícil debido a que países como Arabia Saudita y Kuwait no han reducido su producción de petróleo, provocando que se dé una sobreproducción en el mundo mayor a la que se demanda, y una baja en los precios internacionales, mientras que Estados Unidos ha disparado su producción de oro negro a 8.95 millones de barriles diarios, su nivel más alto en 29 años, en México se proyecta que la producción de petróleo pasará de 2.52 millones de barriles diarios en 2014 a 2.4 millones en 2015, lo que significa menores ingresos para México.
Por otra parte, la devaluación del peso tiene también efectos graves en la economía mexicana, ya que México al ser un país en el que su balanza comercial es negativa, es decir, importa más de lo que se exporta, provoca que de manera automática exista un incremento en los precios de los insumos y bienes de capital que se importen, de modo que cuando el dólar se encarece significa que todas las importaciones suben de precio, y eso impulsa la inflación, porque los empresarios que importan esos insumos o productos intermedios, al ver aumentar sus costos, reaccionan subiendo los precios para mantener su margen de ganancia, provocando un descenso de los niveles de vida y una tendencia a la recesión.
Por si fuera poco, es casi inminente que el banco central de Estados Unidos aumentará su tasa de interés, y México hará lo propio para evitar la fuga de capitales, pues desde hace años tiene que mantenerla más alta que en el país del norte para compensar a los inversionistas por la devaluación del peso.
Con voluntad política es posible recomponer el rumbo de nuestro país, para ello, México necesita urgentemente mayores incentivos fiscales que provoquen un mayor dinamismo económico y generación de empleos, para ello, presenté en el 2014 un paquete de iniciativas fiscales, pero esa es otra historia de la cual hablaré en otro momento.
Martín Orozco Sandoval, senador del Partido Acción Nacional (PAN) por Aguascalientes