- Invita a los mexicanos a convertir el hartazgo social en un boicot electoral
- Ante la emergencia nacional las protestas no son suficientes, hacen falta propuestas
La Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) recibió a Javier Sicilia en el Expo Foro del Centro de Ciencias del Diseño y de la Construcción en donde habló de la situación del país y de conformar un Congreso Constituyente, además de llamar al boicot electoral, la jornada de diálogo entre estudiantes, profesores y asistentes fue organizada por la Defensoría de los Derechos Universitarios, el Departamento de Derecho y el de Filosofía de la Autónoma.
Previo al evento, en entrevista con los medios, subrayó la necesidad de lograr un proyecto de unificación e hizo un llamado a la nación para refundarla a través de un Congreso Constituyente y de un boicot electoral, “yo creo que hay que presionar, es el momento de presionar fuertemente a la clase política porque la línea que va llevando los partidos es simplemente ir más al hundimiento del país, no están tomando en serio la realidad del país”.
Agregó que hechos como Ayotzinapa han conducido a una emergencia nacional, así como una tragedia humanitaria en donde los partidos políticos y el gobierno “están usando al país como un patrimonio para negociar y esto está generando criminalidad, hay una relación profunda entre el crimen organizado y la lógica económica neoliberal que el objetivo es el mismo, es decir el dinero y el territorio”, por lo que los mexicanos están cada vez más siendo rehenes de esa lógica.
Si bien aún no hay fecha -aunque debe de ser antes de las elecciones federales- para concretar las propuestas, actualmente hay varias organizaciones y ciudadanos que están trabajando para lograr un cambio que sea por las líneas no violentas y más bien por la resistencia civil, “no somos un grupo propiamente, sino un grupo que tenemos muchas iniciativas, y si logramos el consenso se hará un llamado a la nación… si no hay consenso será difícil, la idea del boicot electoral es mandar el mensaje: si quieren legitimidad en las urnas tienen que transformar estas cosas…el que gane con el voto duro gana con un voto corrupto y ese no es el voto ciudadano”.
La voluntad política para cambiar el país parece ser inexistente, desde el Gobierno Federal hasta los estatales y municipales hay una absoluta insensibilidad… Lamentó que el presidente Peña Nieto muestre “una falta de sensibilidad atroz y de una falta de inteligencia política”, a su parecer el presidente pensó que con la Ley de Víctimas se iba a resolver el problema pero no fue así, no está funcionando al cien por ciento frente a la demanda del horror, “estamos hablando de más de 160 mil asesinado, 22 mil desaparecidos y han encontrado sólo a mil”, esto se suma a las reformas estructurales que van “miserabilizando” al país, lo van vendiendo, despojando y destruyendo.
Sin embargo, enfatizó en que el presidente no es el problema sino la estructura del Estado, “ya vimos que salió Calderón y la cosa siguió y empeoró”, recordó que la democracia es el poder del pueblo, y si ellos están ahí es “porque nosotros quisimos que estuvieran”. Por lo que es factible que se puedan ir si se les retira el apoyo; el llamado, reiteró, es abstenerse y paralelamente ir llamando a un Comité de Salvación Nacional con lo que se les mandará el mensaje a los gobernantes de que si quieren legitimidad, es necesario que haya otras reformas importantes que aún se están consensuando.
Recordó que el hartazgo de los ciudadanos es muy grande y que si bien hasta ahora ha habido protesta, no se ha construido una propuesta; además del boicot este Comité apoyaría la creación de un Congreso Constituyente, es decir mediante hombres y mujeres que conduzcan procesos alternativos a las formas de gobierno que tenemos, apoyándose de instituciones educativas “porque en medio de estas circunstancias lo primero que se golpea son las universidades”.
Crisis del Estado
Al comenzar su ponencia, Sicilia Zardain indicó que el problema al que se enfrenta México es más bien una crisis civilizatoria, explicando que nos concebimos y tenemos la certeza de ser seres finitos, pero creemos que las instituciones han estado ahí eternamente, existe la creencia de que las instituciones no se acaban; sin embargo, son exactamente como los seres humanos: nacen, hacen, sirven, decaen y mueren, “por eso no vivimos en el universo azteca ni en el absolutismo, mueren y dejan nacimiento a otras”, pero los cambios que se dan a través del pueblo no vienen de las élites sino que vienen de abajo.
Continuó ejemplificando como los padres del desierto, quienes construyeron el feudalismo, terminaron por corromperse, de ahí siguió el medioevo, el renacimiento y después el nacimiento de los estados absolutistas, con lo que se fueron gestando nuevas formas de gobierno, “este que estamos viviendo nace en el siglo XVII y va a tener un repunte con la revolución francesa -con sus variantes que han destruido y visto caer al comunismo y fascismo-” hasta llegar al estado con sus tres poderes, es decir, la democracia representativa.
Tras esta reseña histórica, enfatizó en que nuestro Estado ya entró en crisis, y la forma en que originalmente fue concebido sólo se puede encontrar en los libros de teoría del Estado. Ya no existe, pero es algo que se está viviendo a nivel mundial porque se ha corrompido, ya dejó de representar a los ciudadanos -el poeta lo ejemplifica como una copia mal hecha de la Iglesia-, en el caso particular del país, la vocación del Estado mexicano debería ser la de servir a su gente, darle paz; algo que ya no existe, es un Estado que genera violencia, que no genera justicia sino impunidad, que no armoniza.
Enfatizó en que debido a esto se están visualizando cada vez más movimientos emergentes que no tienen la respuesta para todos los problemas, pero que plantean nuevas formas de organización social, “hace 20 años, con el surgimiento del zapatismo vimos que algo nuevo estaba emergiendo, no les hicimos mucho caso pero ellos han permanecido y hay que revisitarlos”. También es el caso de las autodefensas y de las policías comunitarias -que no son lo mismo-; movimientos como los Ocupa en Estados Unidos, los Indignados en España, el #YoSoy132 en México e incluso el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, los padres de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa por mencionar algunos, ellos son la muestra de que es necesario un nuevo pacto social.