- La Comisión de Recursos Hidráulicos sostiene reuniones en busca de exigirle a CAASA un servicio de calidad
- Por fin entendieron que el consentir a una empresa como CAASA no los llevaría a ningún lado, dice Jesús Rangel
Ante las declaraciones del presidente municipal de Aguascalientes sobre la necesidad de invertir 100 millones de pesos más al Programa Integral de Mejora Hidráulica (PIMOH), el presidente de la Comisión Legislativa de Recursos Hidráulicos, Jesús Rangel de Lira, desconoció las razones de emitir más dinero público en un programa que no está dando los resultados prometidos.
“La percepción de la gente es clara: el PIMOH no está teniendo el éxito que tanto se presumió”, puesto que sigue existiendo los mismos problemas de desabasto de agua y a la mayoría de los habitantes del centro y oriente de la ciudad tiene agua en horarios muy reducidos y sin presión.
El asunto también debería de plantearse con la concesionaria Proactiva Medio Ambiente CAASA y conocer cuál es la parte proporcional que le toca, como encargada de ofrecer el servicio; “ellos se están quejando ahora de que con las nuevas tuberías colocadas le están metiendo más presión y en aquellas que no se han reparado se están tronando”, lo cual no debe ser pretexto para que la concesionaria no ofrezca el servicio de calidad que el ciudadano paga, pues para eso debieron de haber aportado sus conocimientos -que tanto presumen- sobre materiales y técnicas de rehabilitación para evitar este tipo de efectos secundarios.
A pesar de que Rangel de Lira ha sido uno de los legisladores más señaladores del mal actuar de la concesionaria y del municipio capital, el día de ayer celebró que por fin el alcalde y el titular de Ccapama mostraran voluntad política para solucionar esta problemática, “por fin entendieron que el consentir a una empresa como CAASA no los llevaría a ningún lado más que a la reprobación de la ciudadanía”; entrenado el año actual, representantes del Instituto del Agua y de Ccapama han mantenido reuniones con la Comisión legislativa, mostrando voluntad y apertura para “apretar” a la concesionaria y obligarla a entregar un servicio de calidad al usuario.
Aseguró estar trabajando muy de la mano con las tres instancias (Congreso, Inagua y Ccapama) para analizar y en su caso promover las modificaciones que se tengan que hacer, ya sea en la ley correspondiente o en el título de concesión; todo en aras de presionar a CAASA a que sea más eficiente y otorgue un servicio más justo, tanto en términos de tarifas como en abasto, “ya es momento de que la concesionaria no se extralimite en sus intenciones de generar más ganancias a costa del usuario”.
Un servicio de agua potable óptimo significaría que tuvieran agua las 24 horas del día con una presión moderada, acompañada de una tarifa justa; desde la perspectiva del diputado, sería difícil cuantificar qué tanto porcentaje de la población recibe este nivel de servicio, puesto que la situación es muy dinámico, siendo éste uno de los temas a tratar en las próximas reuniones con la autoridad municipal y la concesionaria.