- Si el crimen organizado creció fue porque el Estado mexicano es débil: exdirector del Cisen
- Estrategia de Felipe Calderón fue la respuesta que las instituciones estuvieron en posibilidades de dar
Este viernes, Andrew Paxman, profesor investigador y Ricardo Raphael, periodista, presentaron en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) el libro Historia del Narcotráfico en México, de Guillermo Valdés Castellanos, extitular del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), quien comentó que su texto busca estudiar las causas del crecimiento de la violencia de los narcotraficantes desde una perspectiva de organizaciones económicas, agregando que si el poder de éstas creció fue porque había un Estado mexicano débil; respecto a la estrategia del expresidente Felipe Calderón Hinojosa, indicó que si se acudió a los militares fue porque era la respuesta que el gobierno estaba en condiciones de dar.
Paxman comenzó el evento enfatizando el gran contenido histórico que aporta el libro de Valdés Castellanos. “añade un contenido extra de análisis que a muchos de los libros anteriores les ha faltado… Los libros anteriores tienen a ofrecer crónicas del narco sin un análisis sistemático”, inclusive, añadió, hay muchos detalles interesantes: “desde el gusto del papa León XIII por el vino Mariani hecho con base de cocaína, hasta los pueblos que cultivan marihuana en Puebla en donde cuando se acercaba la policía las campanas de las iglesias daban señal de alarma”, el historiador comentó que desde el gobierno del expresidente Miguel Alemán se puede observar que el gobierno ha conducido tanto una lucha abierta con el narco, como a escondidas, “haciendo suficientes operaciones de decomiso de droga y arresto de capos para generar noticias frecuentes con fines de satisfacer al público mexicano y a los políticos norteamericanos”.
Raphael de la Madrid apuntó que la discusión del texto de Valdés Castellanos aporta en gran medida al Programa de Política de Drogas del CIDE, “este libro aporta enormemente a la academia, es curioso que Guillermo no forma parte del Sistema de Investigadores”, asimismo, es de gran ayuda al tratar de entender un tema que no se veía venir en el país o por lo menos no se había tratado, “por eso cuando nos cayó encima el problema de la inseguridad y la violencia tuvimos tan malas soluciones y políticas tan equivocadas, se le puede reclamar al gobierno por no haber hecho el diagnóstico, pero también se tiene que reclamar a los que tuvieron que construirlo, que es aquellos que se encuentran en los centros académicos”, además de que el libro permite ver lo que hace falta en el campo de la investigación.
El titular del Cisen en el gobierno calderonista comenzó agradeciendo el interés por investigar un problema que apenas se está conociendo, “el libro es como el burro que tocó la flauta, porque no soy historiador… Es muy azaroso que yo pudiera hacer esto, yo me salí del gobierno con una preocupación muy grande porque creo que en el periodo del presidente Calderón no se construyó un discurso coherente, convincente, serio, que le explicara a la sociedad qué estaba pasando, porque en el gobierno probablemente ni siquiera lo tenía tan claro y por lo tanto no había explicación de qué se estaba haciendo y porqué”.
Calificó la administración de Calderón Hinojosa como un gobierno que salió derrotado -por lo menos mediáticamente, del tema de la lucha contra las drogas- y explicó que fue por eso que durante su último año sabático aprovechó para contribuir al entendimiento de este problema desde dos aproximaciones: en primer lugar, busca entender las causas de la violencia, “fue un estallido tan brutal de violencia que no se pudo explicar y todavía no tenemos las explicaciones completas de qué ha estado causando estos niveles de violencia tan salvajes, que todavía en Ayotzinapa hay una probada terrible de esto”.
Enfatizó que la explicación más simple era que la acción del Estado era la causante de la violencia, “El silogismo era: el narco siempre ha estado en México, no siempre ha sido tan violento, ¿por qué ahora hay tanta violencia?, la única variable nueva es la política del Estado, entonces esa variable nueva es la que lo está causando”; es por eso que con su obra busca explicar la violencia desde las organizaciones del narcotráfico, “eran empresas pacíficas que se dedicaban a la producción e importación de drogas, entonces, ¿cómo derivan a ejércitos de la muerte salvajes?, por lo que aprendió que realmente quienes estaban disparando durante el tiempo en que estuvo al frente del Cisen, eran los narcotraficantes en donde el 90 por ciento de los muertos eran ellos mismos.
Es por eso que propone estudiar a los cárteles de las drogas más bien como organizaciones criminales, “trata de construir la historia del narcotráfico como organizaciones económicas y cómo el mercado de Estados Unidos las va conduciendo y las va haciendo crecer… les va dando ciertas características, las relaciones políticas”; el segundo enfoque fue el tratar de alejarse de puntos de vista partidistas y políticos, “porque está muy bien achacar la culpabilidad a Calderón, a Peña, al PRI, pero para resolver el problema, el discurso político es nefasto”.
Sin embargo, el autor subrayó que haría falta el estudiar el tema de la violencia del narcotráfico no sólo como una guerra económica, “nos quedamos por encima, lo que hay que seguir investigando es bajarse a nivel de lo local, a lo antropológico, porque ya en la combinación de situaciones institucionales, sociales y económicas de las regiones es lo que hace posible que haya factores que propicien más que haya presencia de narcotraficantes en ciertos lugares”.
La Guerra de Calderón
Si bien el libro no entra a los debates fuertes del papel del Estado durante el gobierno del expresidente Calderón, Valdés Castellanos ofreció su visión, sosteniendo que no se ha entendido que mucho lo que se hizo en ese entonces, era lo que estaba en posibilidades del gobierno, “En noviembre de 2006 los gobernadores se reúnen con Calderón y le entregan una propuesta de política contra el crimen y el narcotráfico diciéndole: esto está muy complicado… la respuesta posible del Ejército mexicano que llevaba 50 años erradicando plantíos y persiguiendo capos, es lo que el secretario de la Defensa dice: señor presidente, lo que hay que hacer es esto”, refiriéndose al uso del Ejército para combatir a los narcotraficantes, tomando en cuenta que no se podía usar a las policías municipales ya que en los estados en donde se presentaba la violencia y las disputas por la plaza, éstos ya estaban coludidos con el narco.
El Estado se enfrentó a una problemática nueva para la que no había diagnósticos, “los operativos -del Ejército- no provocaron la violencia y más bien los operativos llegaban cuando estaba en crisis una plaza… sí, actúan con la tradición de detener y torturar, pero ese es el Estado mexicano, uno puede discutir si era conveniente o no”, por lo que a su ver, eso no era una militarización del país. Como conclusión dijo que tenemos un problema gravísimo de inseguridad en donde hay un crimen organizado muy poderoso, muy violento y, en cambio, hay un Estado muy débil y defectuoso, por lo que es necesario revertir esa realidad, “el gran poder y la estructura del crimen organizado está correlacionado con el hecho de que el Estado mexicano lo propició, lo apapachó, lo hizo crecer… en ese pacto le entregó sus instituciones, corrompió a las policías y eso es lo que explica ese poderío y esa presencia”.
Pues si ANdrew el Narcotrafico ha crecido en México porque varios funcionarios han Solapado las actividades ilicitas de otros funcionarios y se las dan de políticos, es un cáncer se manejan a base de utilizar a personas necesitadas de un trabajo y ellos son los que dan la cara y al final les dan la espalda, es una mafia dificil de erradicar