Sólo dos de cada 100 delitos son castigados, los demás quedan en la impunidad

• Es importante saber que en Derechos Humanos ya cambiaron las reglas del juego
• Frustra a la víctima, a la policía, al sistema de justicia, a la sociedad: Martín Jáuregui

Sólo dos de cada 100 delitos son castigados, los demás quedan en la impunidad, principal flagelo de los derechos humanos. “Eso frustra a la víctima, a la policía, al sistema de justicia y a la sociedad”, afirmó a La Jornada Aguascalientes el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Jesús Eduardo Martín Jáuregui, entrevistado sobre ese tema que abordaría el presidente Enrique Peña Nieto con su homólogo estadunidense, Barack Obama, ayer mismo en Washington.

–La comunidad internacional pidió a Obama abordar con Peña Nieto sobre los derechos humanos, ¿cuál podría ser el escenario? -Preguntamos.

–El tema en el mundo, en el país y en Aguascalientes tendrá que ser: los derechos humanos. Tenemos un Programa Nacional de Derechos Humanos, lo promulgó el presidente de la República el año pasado, nos obliga a atenderlo; tenemos criterios de la Suprema Corte de Justicia en el sentido de un absoluto respeto a ellos. -Respondió el ombudsman de Aguascalientes.

“Tenemos la posición del nuevo presidente de la Corte, Luis María Aguilar -siguiendo ya esos lineamientos- hace un énfasis muy particular, muy personal, en el cumplimiento de los derechos humanos. Y más aún, tenemos ahora presencia de la comunidad internacional que está presionando a nuestro país para el cumplimiento de un mínimo de garantías”. Agregó: “No es sencillo porque, lamentablemente, arrastramos vicios de mucho tiempo: una corrupción generalizada y sobre todo, el tema más importante en materia de derechos humanos, es la impunidad. Se habla entre los organismos (internacionales) de que en México tenemos una impunidad cercana al 98 por ciento”.

Añadió: “Cuando uno escucha esto, es verdaderamente espeluznante, que de 100 delitos solamente dos sean procesados, sancionados, castigados; esto implica que nosotros tenemos que aprender que ya cambiaron las reglas”, mucha de esta impunidad -dijo- se refiere a vicios en la integración de las averiguaciones, en las detenciones, en las declaraciones que realizan las personas, a que los jueces de Distrito después se ven obligados, aplicando estrictamente la Constitución y los tratados internacionales, a dejar en libertad a presuntos responsables… “O peor aún, a auténticos responsables, que por vicios en el procedimiento quedan en libertad”.

Otra: “El caso de Florence Cassez es muy ilustrador: la Corte no dijo que ella fuera inocente, no; la Corte dijo ‘ya no es posible saber si es o no culpable, porque hubo tales vicios en su aprehensión que no se le puede garantizar un juicio justo’. De forma tal que la única manera de asegurar que las víctimas vean colmadas sus expectativas de justicia, es que a los responsables o presuntos responsables, se les cumpla estrictamente con las formalidades del procedimiento, que se respete un mínimo de derechos fundamentales”.

Resumió Jesús Eduardo Martín Jáuregui: “Porque de no ser así serán puestos en libertad, se frustrará la víctima y la policía, se frustrará el sistema de justicia y se frustrará la sociedad. De manera que es importante que sepamos que, también en materia de derechos humanos, ya cambiaron las reglas del juego”.