- El director del CIDE Región Centro descartó que la difícil situación por la que atraviesa el país tenga repercusiones de carácter económico o financiero
- Alejandro Anaya consideró que la principal implicación ya se observó en un posible acuerdo de seguridad con Alemania, el cual ha sufrido un freno
Más que en las relaciones económicas con otros países, la crisis actual por la que transita el país, derivada de diversas problemáticas en torno a la violación de los derechos humanos, pudiera tener efectos en las relaciones diplomáticas.
Así lo consideró Alejandro Anaya Muñoz, director del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) Región Centro, quien como especialista en investigación sobre derechos humanos y relaciones internacionales, descartó que exista una relación directa entre la inversión extranjera que se ha instalado o se instalará en el país y la mala reputación en materia de derechos humanos a la que se enfrenta México.
Señaló que las relaciones económicas seguirán su lógica al no existir un tratado que pudiera verse afectado, teniendo todos los tratados vigentes hasta la fecha. Sin embargo, aceptó que la problemática creciente del país pudiera tener implicaciones en otros ámbitos, principalmente el diplomático y de las relaciones internacionales de México, ejemplificando el reciente caso de la negociación que se vio frenada con Alemania para la adopción de un acuerdo de cooperación en materia de seguridad, producto de las críticas que han emitido los países que pertenecen a la Unión Europea, ante la crisis de derechos humanos de México.
Anaya Muñoz subrayó: “la mala reputación ante la comunidad internacional tiene implicaciones en otra agenda, mas no en la económica y financiera”. Negó que dicha reputación se pueda traducir en afectaciones a los resultados esperados con las reformas estructurales y aseguró que no existe conexión con las posibles inversiones extranjeras que pudieran arribar a través de la apertura del sector energético, con la aprobación de la Reforma Energética, principalmente en las correspondientes al ámbito petrolero.
De esta manera indicó “el gobierno está muy preocupado por esta situación de presión internacional y mala reputación, pero no porque pudiera descarrilar el impacto de las reformas estructurales, sino porque es malo que el país tenga esa perspectiva ante la comunidad internacional”.
El director del CIDE Región Centro argumentó que México lleva muchos años manejando un discurso de compromiso con los derechos humanos, motivo por el cual, añadió, el que se caiga esa buena reputación que había estado construyendo es un grave problema.
Como especialista en temas de relaciones internacionales y derechos humanos descartó que exista una crisis de seguridad nacional y advirtió que la principal crisis a la que se enfrenta México se traduce en tres principales fenómenos: crisis de seguridad pública, crisis de corrupción vinculada al narcotráfico y problemas de ingobernabilidad en diversas zonas del país, esos tres factores vinculados a la crisis de derechos humanos. Aunque afirmó que la crisis de gobernabilidad se encuentra focalizada, por lo cual no puede hablarse de una ingobernabilidad en todo el país.