La Casa Blanca, Washington D.C., Unión Americana. 21 de diciembre de 2014. La conductora del programa de análisis político, Estado de la Unión de la cadena CNN, la rechoncha Candy Crowley pregunta al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, su opinión sobre el ataque sufrido por la empresa Sony Pictures a manos de presuntos piratas informáticos con motivo de la filmación de la película La Entrevista, en donde el líder norcoreano, Kim Jong Un, es asesinado.
El mandatario afroamericano responde: “No es un acto de guerra. Fue un acto de cibervandalismo”, y en tono enérgico agrega: “Analizaremos sistemáticamente lo que se ha hecho y basado en esos hechos, tomaremos decisiones en el futuro”.
La escena arriba descrita sirve como prefacio al presente artículo, el cual pretende explicar qué es la ciberguerra y enumerar algunos de los principales eventos de esta novel forma de faire la guerre -hacer la guerra-.
El matemático estadounidense Norbert Wiener acuñó en 1948 el término cibernética. Es decir, “el estudio científico del control y la comunicación en el animal y la máquina”. Habrían de pasar casi cuatro décadas para que el literato norteamericano William Gibson estampara el vocablo ciberespacio en su premiada novela, Neuromante.
A partir de ahí, la expresión ciberespacio se popularizó y, según el diccionario Larousse, es “un espacio virtual donde se hallan los recursos de información numérica, a los que se puede accederse a través de redes informáticas de comunicación”.
Por lo tanto, ciberguerra puede definirse como el uso del ciberespacio y de las tecnologías de la información con fines bélicos. La ciberguerra se divide -de acuerdo al director de Inteligencia Nacional de los Estados Unidos, James Clapper- en: ciberespionaje (la obtención de secretos a través del internet, las redes, el software y las computadoras); y ataques cibernéticos (interrupción y contaminación de los sistemas informáticos). Estos últimos son para el funcionario precitado la “máxima amenaza a la seguridad de los EUA”.
El primer caso conocido de ciberguerra ocurrió en 1999 durante la guerra de Kosovo. En aquel conflicto, un grupo de voluntarios serbios conocido como La Mano Negra atacó los sitios web y servidores de los países miembros de la Alianza Atlántica (OTAN). Los serbios fueron reforzados por hackers -corsario informáticos- provenientes de Rusia.
Después de que la OTAN bombardeara “por error” la embajada de China en Belgrado, los hackers chinos se unieron a los serbios y rusos. La embestida, en términos informáticos fue brutal: los servidores de la OTAN recibían hasta 20 mil correos electrónicos con malware -un tipo de software cuyo objetivo es dañar los sistemas de información-.
La ciberguerra reaparecería hasta el año 2007 en Estonia. En aquella ocasión la decisión de las autoridades estonias de mover de su lugar una estatua dedicada a los soldados soviéticos caídos en la Segunda Guerra Mundial enfureció a los hackers rusos, quienes inundaron con malware los sitios web del parlamento, los bancos y los periódicos de esa nación báltica.
Durante la guerra de Osetia del Sur -“una guerrita que cambió al mundo” (Ronald Asmus dixit), pues supuso la resurrección de Rusia como gran potencia-, los hackers georgianos, ucranianos y rusos intercambiaron dardos informáticos.
Con base en lo anterior, la Unión Americana estableció, en 2009, el USCYBERCOM, un comando subunificado dedicado a organizar los recursos cibernéticos y sincronizar la defensa de las redes militares estadounidenses.
En 2010, y como respuesta a la iniciativa norteamericana, China estableció un departamento dedicado a la ciberguerra defensiva y la seguridad de la información. De igual manera reaccionó, en 2013, Alemania al instituir la Unidad de Operación de Redes Computacionales dirigida por el Servicio Federal de Inteligencia (BND, por sus siglas en alemán).
La reciente ciberguerra fue desatada el 24 de noviembre del presente año, cuando un grupo hacker autodenominado los guardianes de la paz destiló información clasificada de Películas Sony. Uno de los e-mails filtrados revelaba que los ejecutivos de la mencionada compañía consideraban a Angelina Jolie, la actriz de labios carnosos y mirada cerúlea, como “una niña malcriada”.
Sin embargo, fue La Entrevista, una sátira política en la cual los personajes interpretados por los actores Seth Rogen, James Franco y Lizzy Caplan planean to take out -extraer o quitar- al líder de Corea del Norte, Kim Jung Un, la que desató la furia de los hackers afines a Pyongyang, quienes forzaron a la compañía fílmica precitada a cancelar su estreno.
Ante ello, el FBI llevó a cabo una investigación que apuntó a Corea del Norte como la fuente de los ataques informáticos. Misteriosamente, pues nadie se ha atribuido su autoría, los días 22 y 23 del presente mes la conexión de internet en Corea del Norte fue suspendida.
Así como el uso de la pólvora, el avión y el tanque revolucionaron la guerra, el internet y las redes informáticas también lo harán.
Aide-Mémoire.- Le deseo una muy Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo 2015 a los trabajadores, colaboradores y lectores de la La Jornada Aguascalientes.
* Colegio Aguascalentense de Estudios Estratégicos Internacionales, A.C.