Al fragor de la batalla electoral 2015, la película se cuenta desde distintas ópticas. Los partidos políticos sacan raja de los hechos coyunturales. Unos atacan. Otros argumentan. Se enfrascan en la subjetividad, porque en política nada es objetivo.
En su editorial radiofónico, del jueves reciente, Otto Granados da otra visión de México:
En los próximos meses y años, seguramente habrá que hacer un examen muy profundo de uno de los fenómenos mediáticos, incluso ecológicos, quizás más interesantes y más desgastantes, desde luego que yo he visto en los últimos años y tienen que ver con la forma como se fue desenvolviendo en la percepción pública un hecho muy específico, que fue el episodio de Iguala, y como a su vez este episodio convive con otros hechos que parecieran provenir de un mundo totalmente distinto.
Por un lado la tragedia de los normalistas condujo a dos fenómenos: uno fue la simplificación que consistió en que a partir de la desaparición de pronto se rompieron todas las líneas de análisis y la explicación del hecho se condensó única y exclusivamente en el gobierno federal y en su máxima autoridad, es decir, ya nadie habla ni del alcalde, ni de los policías municipales, ni de los delincuentes que fueron los que perpetraron el hecho, ni nadie habla del enjuiciamiento de los 74 detenidos o de mejorar la seguridad en ese municipio en particular, nadie, todo se redujo a una especie de resentimiento furioso que desde luego cancela toda posibilidad de analizar con cierta sofisticación lo que pasó y por qué pasó. El otro fenómeno es la generalización.
México es un país federal con 32 estados y 2 mil 445 municipios, de los cuales, mil 880 tienen alguna policía y más de 120 millones de habitantes, pero de lo que sucedió en un municipio concreto, de pronto se extendió sin más ni más. Iguala se volvió el país en su conjunto y eso naturalmente no corresponden para nada a la verdad o a la realidad; en suma, de un hecho lamentable pasamos a una simplificación y a una generalización, y de éstas a una percepción de que todo está mal, de que todo estalló y de que todo se descompuso, y esto desde luego es también una falsedad.
Pero resulta que ninguna de ambas conclusiones son ciertas y en los mismos dos meses que han pasado, desde entonces, ocurrieron otras cosas que constituyen otras historias. Me gustaría, Luigi (Rivera), mencionar tan sólo seis, por ejemplo: hasta el mes pasado México había exportado, desde enero de este mismo 2014, 260 mil millones de dólares diarios o sea mil 83 millones de dólares diarios. Esas exportaciones se produjeron en plantas, en estados, en ciudades que sí trabajan y sí funcionan con total normalidad y dinamismo, ahí están los casos de Aguascalientes mismo, Guanajuato, San Luis Potosí, Nuevo León, Querétaro, Chihuahua, etcétera. Es decir, no todo es Iguala.
Segundo, el crecimiento anualizado de la economía en el segundo trimestre de este año llegó al 4.22 por ciento, que es el más alto de los países que forman parte de la OCDE.
Tercero, las ventas domésticas de la industria automotriz, que es un capítulo muy importante de la economía mexicana, observan un crecimiento anual de 18%.
Cuarto, entre enero y septiembre de este año el flujo de turistas internacionales que llegaron a México, alcanzó 21.1 millones de personas, una cifra superior en 3.2 millones, al mismo periodo del 2013. O sea casi 19% más. Si México fuera el volcán que dicen, pues entonces no vendrían los turistas; además, la ocupación hotelera en destinos de playa alcanzó el pasado octubre 63 por ciento, y en casos como Cancún y la Riviera Maya estiman cerrar el año entre 75 y 84 por ciento de ocupación.
Quinto, en octubre reciente se crearon 172 mil nuevos empleos formales, que es el mayor crecimiento mensual desde que se tiene registro estadístico de este tipo de cifras. O sea, 29 mil empleos más que en el mismo mes de 2013 y 58 mil más que en el promedio de los octubres de los últimos diez años. Además, México llevaba al 30 de octubre de este año, 805 mil nuevos empleados creados. A ese ritmo, podría México alcanzar con buena suerte en diciembre, probamente casi el millón de nuevos empleos creados durante este 2014.
Y sexto, las 39 empresas más grandes de México, que representan el 30 por ciento del PIB, anunciaron inversiones por 27 mil millones de dólares en México, sólo para este año. Y el señor Slim anunció inversiones por tres mil 923 millones de dólares para el 2015, tan sólo en México.
Bueno, cuando yo examiné estos datos, volví a mirar de qué país se trataba y sí, sí se trata de México. Es decir, el mismo donde ocurrió el trágico episodio del municipio de Iguala, Guerrero.
Claro que hay otras historias. Claro que hay mucho que hacer, pero la moraleja es clarísima: Iguala es México, claramente, y sentimos la tragedia, pero perdón, México es muchísimo más que Iguala (RadioGrupo, 4/12/14).
Porque alguien tiene que escribirlo: Alejado del viejo boato, del Sindicato Único de Acarreados y del indignante derroche de los impuestos entregados por usted, el alcalde Toño Martín del Campo rindió su primer informe de gobierno en la sede del Ayuntamiento capitalino, con la sobriedad que forma parte de la elegancia.
Coda: La Jornada Aguascalientes es mucho más que seis años. Abrazos para fundadores, directivos y demás jornaleros de la talacha. ¡Salud!
