La cuarta temporada del año 2014 terminó con un concierto celebrado en el Teatro Morelos y un programa que desde el papel lucía muy atractivo y que se convirtió en verdadera ambrosía gracias a una soberbia ejecución de las tres obras programadas.
Originalmente se había anunciado la Obertura para Orquesta de Jaime Ruiz Lobera, aunque posiblemente, y no son más que elucubraciones mías, considerando el espacio que evidentemente es más reducido en el Teatro Morelos, se optó por cambiar la obra inicial por la Obertura de la Ópera La Flauta Mágica de Wolfgang Amadeus Mozart. Como sabemos, la música del clasicismo, es decir, Mozart, Haydn y el primer Beethoven entre otras cosas, son obras para orquesta cuya formación se adapta a condiciones de espacios más pequeños. Imposible pnesar, por ejemplo, en tocar cualquiera de las sinfonías de Bruckner o de Mahler en un escenario como el Teatro Morelos, y menos si la obra es coral, simplemente el espacio no es suficiente.
Después de la mozartiana obertura, disfrutamos de una exquisita ejecución del Concierto para Viola de Franz Hoffmeister en Re mayor, con la participación del maestro Sergio Absalón Carrillo como solista. Después del intermedio, y para terminar el concierto, escuchamos la Sinfonía No.3, Op. 90 en Fa mayor de Johannes Brahms. La dirección del concierto estuvo a cargo del titular de la OSA, el maestro Román Revueltas Retes, que viene de momentos de muy intensa emotividad, tanto en el ámbito personal como en el profesional.
Como sabemos, el maestro Revueltas estuvo de gira en el extranjero tocando como solista al violín, y la semana pasada estrenó una obra de su autoría dedicada a la memoria de su padre, el escritor José Revuelta, “Los Días Terrenales” basado en “Dios en la Tierra” de este gran escritor mexicano y comprometidísimo activista político, íntimamente involucrado en el Movimiento Estudiantil de 1968.
En estreno de la obra fue la semana pasada en la ciudad de México y una segunda presentación tuvo lugar la semana pasada, en el sexto concierto de temporada, también celebrado en el Teatro Morelos. Sin duda, estos acontecimientos deben representar una impresionante descarga emocional, tanto en la ejecución como en el proceso de composición.
El Concierto para viola en Re mayor de Hoffmeister está estructurado en los tres movimientos característicos y en la disposición habitual: movimiento rápido, lento y rápido, en este caso, allegro, adagio y un muy explícito y elocuente Rondó. Hoffmeister es un compositor al que ubicamos en el clasicismo musical, durante la transición del siglo XVIII al XIX, lo que es evidente, no sólo en la orquestación, sino en las formas musicales. El solista, como ya esta mencionado líneas arriba, es el maestro Sergio Carrillo, él es integrante de la sección e violas de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes y además es integrante de uno de los más solventes ensambles camerísticos de Aguascalientes, el Cuarteto de Cuerdas José White, que en varias ocasiones ha fungido como cuarteto en residencia del festival de Música de Cámara que se celebra cada verano en nuestra ciudad.
El maestro Carrillo nos ha entregado muy deliciosa versión del Concierto para Viola de Hoffmeister, nada hay que reprocharle, al contrario, hay que aplaudirle con entusiasmo y convicción la forma de enfrentar y resolver las dos cadencias del concierto, la del Allegro inicial, pero mucho más sensible la segunda, la del adagio, con una profundidad y una exquisitez impresionantes y digna de ser recordada por mucho tiempo.
El maestro Carrillo tuvo la atención de agradecer los nutridos aplausos de la gente que llenó la luneta y los dos niveles de palcos del Teatro Morelos ejecutando a manera de encoré, un capricho para viola del compositor belga Henri Vieuxtemps, fue solamente para colocar la cereza del pastel.
Después del intermedio, el maestro Revueltas dirigió la tercera de las cuatro Sinfonías compuestas por Johannes Brahms, es el Op. 90 en Fa mayor escrito en cuatro movimientos, de acuerdo a la regla no escrita del sinfonismo, la mayoría de las sinfonías tienen cuatro movimientos, en este caso es un Allegro con Brio; Andante; Poco Allegretto; y Allegro. Gran trabajo del maestro Revueltas para cerrar un año que ha sido para él, sin duda, de gran demanda y altos niveles de exigencia, y como ya lo hemos apuntado anteriormente, de una impresionante descarga emocional.
Desde mi punto de vista, y tu amigo melómano tendrás la mejor opinión, sentí frío al público, casi tan frío como el clima, en la recepción del tercer capítulo sinfónico de Brahms, esperaba una respuesta un poco más entusiasta.
La Orquesta Sinfónica de Aguascalientes cierra así sus cuatro temporadas que anualmente realiza, pero la actividad continúa en la tradicional presentación del Cascanueces de Tchaikovski como cada año a principios del mes de diciembre. Y después de esta bella tradición, se preparan ya para su gira de conciertos navideños por diferentes centros comerciales, plazas públicas y Parroquias de la localidad, evidentemente en compañía del Coro de Ópera del Instituto cultural de Aguascalientes y un grupo de solistas, llevando algunos de los más tradicionales a apreciados villancicos, repertorio propio de la época.
Nosotros, desde nuestra trinchera, seguiremos al pendiente de la actividad cultural en general y de nuestra Sinfónica en particular. Estamos en contacto. Hasta la próxima, si Dios no dispone lo contrario.
