Miles de estudiantes encabezaron una marcha a favor de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, que partió de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) a las 5:30 de la tarde del jueves 13 de noviembre, en la que, a pesar de haber sido convocada por estudiantes de la Autónoma del Estado, acudieron integrantes del Frente Unido de Normales de Aguascalientes (FENA) que incluye a cuatro normales del Estado, del CRENA, padres de familia y jóvenes de universidades privadas, y que culminó con una concentración alrededor de las 7:30 de la noche en la Plaza de la Patria, alrededor de la Exedra, en donde mil personas los esperaban con velas y carteles mostrando su apoyo, para dar un total de casi dos mil aguascalentenses que clamaban justicia.
La cita fue a las 5:00 de la tarde, en las letras de la UAA; desde hace varios días se difundió esta manifestación como muestra de solidaridad de los hechos ocurridos el 26 y 27 de septiembre pasado, en donde normalistas de la Escuela Rural Isidro Burgos fueron víctimas de la desaparición forzada, hecho que ha llevado a que en todo el país, e incluso en el extranjero, las personas exijan al gobierno una respuesta.
Con el apoyo de dos patrullas municipales, el contingente comenzó a avanzar de norte a sur por avenida Universidad, caminaron de manera pacífica y organizada hasta llegar a avenida De la Convención, a lo largo del camino varios peatones salían a observar lo que sucedía, la mayoría grabó y tomó fotos con sus teléfonos celulares con una expresión solidaria, de asombro e incluso asintiendo cada que escuchaban los gritos de “Pueblo, escucha, únete a la lucha” o “Ayotzi no se vende, Ayotzi no se va, porque tiene estudiantes con mucha dignidad”.
Al llegar a Convención y Universidad caminaron hacia el Bachillerato de la UAA (BachUAA), en donde los automovilistas respondían a la pancarta que decía: “El que no Pite es Peña”, mostrando su apoyo a la manifestación o aplaudiendo. Cabe destacar que un grupo de seis personas se encargaba de cuidar que todo se hiciera de la mejor manera, colocándose en los semáforos, frente a los coches para dejar pasar a los marchistas; asimismo, un grupo de siete muchachos que se identificaron como anarquistas, iban encapuchados y de negro, a pesar de que previo al evento, se les pidió que descubrieran sus rostros.
El contingente dio vuelta a la derecha en avenida Independencia, con dirección al Centro Histórico, sin embargo, unas cuadras antes de la calle Norberto Gómez, los anarquistas encendieron antorchas, ya que estaba oscureciendo, las cuales al estar a punto de extinguirse, quisieron prenderlas de nuevo, sin éxito, provocando un pequeño incendio que fue ocasionado al derramar gasolina en medio de la calle; al observar esto, los líderes de la marcha reaccionaron diciendo “Eso no queremos, ¡infiltrados!”, y por precaución, decidieron separarse a una distancia de dos metros para continuar con el trayecto.
Dieron vuelta en Petróleos Mexicanos y llegaron hasta el Jardín de Zaragoza, en donde las consignas de “Gobierno farsante, que matas estudiantes”, “¿Dónde están, dónde están? Nuestros compas, ¿dónde están?” y “Cuidado, cuidado con Guerrero, estado guerrillero” nunca cesaron, siguieron con la misma intensidad y cada vez atrayendo a más y más personas, incluso algunos se asomaban desde sus casas para observar y apoyar a la marcha.
El destino era Plaza Patria, así que recorrieron la calle Morelos tranquilamente, pero al llegar a Madero, decidieron acelerar el paso para llegar a donde cientos de personas los esperaban con 43 veladoras y pancartas.
Al llegar a la Exedra, los manifestantes, tras gritar una vez más “¡Ni con tanques, ni metrallas, Ayotzi no se calla!”, se concentraron alrededor de una lona con las fotografías de los 43 normalistas que colocaron en el piso y comenzaron a entonar el Himno Nacional: “Mexicanos al grito de guerra…”
“Exigimos el cumplimiento de los deberes de los gobernantes, como son los principales de este pueblo, buscamos el respeto a los derechos humanos de los ciudadanos, el bienestar social, la transparencia de los procedimientos políticos de las candidaturas y todos sus actos en general, un estudiante, un ciudadano sin ideales, sin principios, son como una lámpara sin luz, que sólo adorna pero no ilumina.”
Así empezó su discurso un joven que manifestó con voz solemne su apoyo por la causa normalista, sus palabras eran escuchadas por todos en el más venerable silencio:
“Hoy prendimos esta vela, como símbolo de encender esa luz de los mexicanos, que tenemos principios e ideales, que somos conscientes y estamos en total desacuerdo con sus actos y exigimos un cambio y transformación, lo hacemos para demostrar que la sociedad está unida, que tiene fuerza, voz con argumentos e iniciativas, sin distinción de clase ni de ninguna otra, estando involucrados los jóvenes, estudiantes, familia, ciudadanos en general.
“Exigimos que se haga justicia y todos los involucrados en el secuestro y asesinato de los 43 normalistas, en su caso, la desaparición de ellos, queremos que los regresen porque lo demanda la ley, y que asuman las consecuencias de sus actos, queremos que los procedimientos penales sean eficientes y efectivos, queremos que los tres poderes cumplan con sus deberes en todas las instancias, para que el presidente, los legisladores, policías y organismos de impartición de justicia, respeten los derechos de los mexicanos, busquen el bienestar del pueblo, que para eso fueron puestos…
“Ese presidente que se va a China, no tiene derecho, tiene que resolver todas las problemáticas antes de ir a dar la cara a otros países, exhortamos a los partidos políticos a que no sigan permitiendo que señores como el alcalde de Iguala, José Luis Abarca Gutierrez, llegara al poder en cualquiera de sus instancias, queremos que se erradique el crimen organizado, en vez de generar alianzas con el gobierno, también exhortamos a los jóvenes a alzar la voz, levantar la mano y a manifestarse… A tener iniciativa, pero eso no implica cometer actos delictivos, violencia genera más violencia… No queremos más muertes en este país, ¡queremos que esos que se encierran allá, salgan y den la cara! Porque para eso están hechos, para defendernos, para cuidarnos, no para desaparecernos ni matarnos…”
Entre aplausos y ovaciones, varias personas más se animaron a expresar su sentir, desde Alejandra, estudiante de la Universidad la Concordia, quien dijo que mientras todos los mexicanos estén unidos, jamás los vencerán; hasta un profesor de la carrera de Ciencias Políticas de la Autónoma, quien dijo hablar por muchos otros maestros que reconocen con orgullo la movilización de los estudiantes y los apoyan plenamente, “no están solos, porque las generaciones que estuvieron antes, con lo sucedido en Iguala hemos fracasado, pero ustedes por eso están aquí en pie de lucha”; concluyó leyendo un fragmento de un artículo publicado en La Jornada por Pedro Miguel, titulado Memorial de Agravio.
Como en todos los demás actos de solidaridad, antes de concluir, pasaron lista de los 43 desaparecidos: Abel García Hernández; Abelardo Vázquez Peniten; Adán Abrajan de la Cruz; Alexander Mora Venancio; Antonio Santana Maestro; Benjamín Ascencio Bautista; Bernardo Flores Alcaraz; Carlos Iván Ramírez Villarreal; Carlos Lorenzo Hernández Muñoz; César Manuel González Hernández; Christian Alfonso Rodríguez Telumbre; Christian Tomas Colon Garnica; Cutberto Ortiz Ramos; Dorian González Parral; Emiliano Alen Gaspar de la Cruz; Everardo Rodríguez Bello; Felipe Arnulfo Rosas; Giovanni Galindes Guerrero; Israel Caballero Sánchez; Israel Jacinto Lugardo; Jesús Jovany Rodríguez Tlatempa; Jonas Trujillo González; Jorge Álvarez Nava; Jorge Aníbal Cruz Mendoza; Jorge Antonio Tizapa Legideño; Jorge Luis González Parral; José Ángel Campos Cantor; José Ángel Navarrete González; José Eduardo Bartolo Tlatempa; José Luis Luna Torres; Jhosivani Guerrero de la Cruz; Julio César López Patolzin; Leonel Castro Abarca; Luis Ángel Abarca Carrillo; Luis Ángel Francisco Arzola; Magdaleno Rubén Lauro Villegas; Marcial Pablo Baranda; Marco Antonio Gómez Molina; Martín Getsemany Sánchez García; Mauricio Ortega Valerio; Miguel Ángel Hernández Martínez; Miguel Ángel Mendoza Zacarías y Saúl Bruno García.