Verdaderamente lamentable es el desencuentro del que se hace objeto al Consejo de la Ciudad por parte del secretario técnico, Luis Salvador Durán Alcalá, al punto que motive la denuncia pública en voz de la vicepresidenta de la Comisión Permanente de dicho Consejo, Ma. Guadalupe González Madrigal, quien manifiesta: “Ante la falta de respuesta de la presidencia municipal para concertar la fecha de la sesión solemne… hemos decidido dar cumplimiento a nuestra obligación entregando el informe de actividades al presidente municipal y a las y los integrantes del Cabildo durante el Miércoles Ciudadano (…)”, boletín que distribuye ante los medios de comunicación allí presentes. La nota sube de tono, cuando la de la voz afirma: “Nos vemos en la necesidad de hacer DESMENTIDO PÚBLICO derivado de las constantes declaraciones, difamación… vertidos tanto por la Dirección de Desarrollo Organizacional, como por el secretario técnico, quienes se han dado a la tarea de desacreditar no sólo el trabajo del Consejo de la Ciudad, que preside el alcalde, sino de difamar a las personas que lo componemos…” (Nota completa: La Jornada Aguascalientes, “Acusan miembros salientes del Consejo de la Ciudad…”, Jueves 30/10/2014. Sociedad y Justicia, pp. 13).
Al respecto, mi opinión pudiera ser irrelevante, porque es la de un ciudadano común, uno entre más de ochocientos mil conciudadanos; pero, como decía Ortega y Gasset, yo soy yo y mi circunstancia, y ésta me sitúa en el momento de reedición y lanzamiento de una nueva política pública en materia de Participación Ciudadana, del Municipio de Aguascalientes. Reconozco y anticipo que por encima de cualquier derecho a opinar, está la voz autorizada de quienes fungieron durante cuatro años en el cargo de Consejeros Ciudadanos, de cuya dignidad personal, prestigio social y calidad profesional no tengo ninguna duda ni reserva. Es a ellos a quienes se comete esta inaudita tropelía.
Gracias a datos originales a los que tengo acceso, debido a que participé activamente en su redacción y edición, puedo reproducir los elementos principales de la Segunda Sesión Solemne del Consejo de la Ciudad de Aguascalientes, celebrada el día 26 de octubre de 2011, misma que preside Lorena Martínez Rodríguez, en ese momento presidenta municipal de Aguascalientes. En su orden del día, aparece un punto de especial relevancia: –El relevo de 15 consejeros salientes y los respectivos entrantes, punto en que se agradece “su valiosa contribución a la revisión y edición integral del nuevo Reglamento Interno del Consejo de la Ciudad, que tuvo precedente en el Reglamento Interior de la Ciudad, publicado el 31 de diciembre de 2007, y fue la base para el funcionamiento de dicho Consejo”.
En cuyo reconocimiento se informa que: “El H. Ayuntamiento 2011-2013 tuvo a bien aprobar la abrogación del reglamento precedente, y la correspondiente emisión del nuevo Reglamento Interno del Consejo de la Ciudad, con fecha 31 de agosto del año en curso, en Sesión Extraordinaria; ordenando su publicidad al 1º de septiembre; y apareciendo su publicación en el Periódico Oficial en día 5 de septiembre de 2011”.
Se asume que la instalación del nuevo Consejo de la Ciudad, adquiere particular relevancia por el hecho de constituirse como: “El máximo Órgano Consultivo de participación ciudadana y de representación social”, como determina el Artículo 4º, Fracc. I, de este Reglamento. La calidad superior que se le asigna adquiere todo su sentido, al definir su naturaleza en tanto que: “Máxima instancia pública de representación, consulta y participación ciudadana del Municipio de Aguascalientes, donde se expresa la diversidad social en el territorio municipal”. Artículo 3º, primer párrafo.
Esta última connotación es de gran importancia, porque nuestras (del Municipio) políticas públicas enarbolan la participación ciudadana al nivel de la planeación estratégica gubernamental y, por tanto, la sitúan en un rango de cogobierno. Lo que es totalmente coherente con la reforma inducida al Sistema de Participación Ciudadana, cuya modificación data del 26 de abril de 2011. El cambio significativo que se introdujo en el Reglamento del Sistema de Participación Ciudadana obedece precisamente a la delimitación de las Unidades Regionales Municipales, llevada al cabo por el IMPLAN, como quedó establecida en el Artículo 11 que dice:
–“El Municipio de Aguascalientes se dividirá en el área urbana en nueve Unidades Regionales” (…); y “En el área rural se identificará una Unidad Regional Rural que comprenderá las unidades territoriales: Villa Licenciado Jesús Terán “Calvillito”, José María Morelos y Pavón “Cañada Honda”, Peñuelas “El Cienegal”, y Salto de los Salado.
Valga enfatizar que la nueva política pública de participación ciudadana -constituida y promulgada- tiene como base, desde este enfoque, en primer término la circunscripción de asentamientos territoriales denominados “Unidades Regionales”, cuya composición poblacional, con sus características sociodemográficas y económicas propias, define los requerimientos y demandas ciudadanas específicas asociadas a su entorno físico, y no a opiniones subjetivas o expectativas vagas de grupos de interés. Esta nota de objetividad para motivar la participación ciudadana es crucial para evitar precisamente el clientelismo de estado, cuyo punto de partida es la tan sobada “afinidad política” clientelar del gobierno en turno.
En donde los motivos y razones se hacen concretas y explícitos: Reconocer y definir esta diversidad social en el territorio municipal significa adecuar las medidas y las formas de intervención gubernamental mediante políticas públicas que toman en cuenta la densidad poblacional propia, el grado diverso de acceso a los servicios públicos, el grado específico de marginación local, el riesgo de desastres naturales, y la pertenencia o no a polígonos de pobreza; finalmente se establecen con claridad los límites precisos entre colonias. Todo lo dicho adquiere pleno sentido estratégico, cuando se trata de aplicar en los hechos la Nueva Política de Participación Ciudadana mediante un tratamiento diferente a los que son diferentes; criterio fundamental para erradicar definitivamente la aplicación genérica de políticas, programas, proyectos y medidas que muchas veces no hacen sino ahondar las desigualdades ya existentes.
Entonces, el criterio fundamental de participación ciudadana parte del reconocimiento de la pluralidad y diversidad social. Así se evita “homogenizar” situaciones y condiciones poblacionales que, al final, ocultan las diferencias reales y las claves principales de distinción en su acceso diverso a los bienes y satisfactores públicos de calidad de vida y del bienestar comunitario.
La visión panorámica que define esta opción de política pública implica: “aglutinar a más de 30 consejos y comités temáticos de participación ciudadana, en donde el Consejo Ciudadano es el artífice principal para articular y organizar a la sociedad entera ante su gobierno. Función que cubre una asignatura nada menor, frente a los retos de construir un municipio con Equidad, Competitividad y Gobernanza.
La exhortación a los nuevos Consejeros Ciudadanos es por demás elocuente: “Deseamos y pedimos encarecidamente a nuestros Consejeros que hagamos verdad el espíritu del Artículo 3º de nuestro Reglamento: 1.- Sean la mediación indispensable, entre las autoridades locales y los sectores de la sociedad, para debatir y acordar los temas estratégicos del progreso de la ciudad; 2.- Constituyan el foro de encuentro para que se traten los asuntos públicos sobre el desarrollo comunitario, de manera plural, organizada y democrática; 3.- Que vinculen a los ciudadanos aguascalentenses y las autoridades del gobierno municipal, desde este órgano máximo de consulta y participación a manera de una eficaz herramienta que garantiza su diálogo permanente y la exitosa obtención de resultados.
Para concluir, cito brevemente, la declaración pronunciada ante los Constatadores Ciudadanos, al cierre de la administración municipal inmediata anterior, en el acto de entrega de resultados, producidos mediante la “Validación del Modelo del Sistema Global de Gestión de la Calidad con el Enfoque del Iwa 4/Iso/Dis 18091 en el Gobierno del Municipio de Aguascalientes, Aguascalientes”. Cuya filosofía es: “Los Ciudadanos necesitan Confiar en sus Gobiernos. La confiabilidad es el ingrediente más preciado de la democracia” (Sesión Solemne de entrega, día jueves 28 de noviembre, 2013). Es imperativo saber que sílabas del título: “El máximo Órgano Consultivo de participación ciudadana”, no entendieron ni el consejero técnico ni el alcalde.
