- Más de 4 mil personas han asistido a las temporadas de teatro que abre este espacio
- Irma González y su familia buscaron darle un toque al trabajo empresarial, siendo el teatro el ingrediente perfecto
Hace casi 16 años, Irma González y su familia rehabilitaron una casa ubicada en la calle Venustiano Carranza, del Centro Histórico de la ciudad de Aguascalientes, con el objetivo de llevar la cocina mexicana a la población como un arte; crearon así el restaurante La Saturnina.
Irma González, maestra de profesión, ha estado vinculada siempre en la promoción y difusión de la cultura, razón por la cual buscó darle un sentido más humano al trabajo empresarial, agregando al restaurante un espacio íntimo para el comensal, el público y el actor; a partir de ahí que La Saturnina se convirtiera desde hace 10 años en un foro alterno a los tradicionales para los grupos de teatro independiente que reforzaron su amor por este arte.
Junto con sus hijos, abrió la convocatoria para música y teatro con grupos muy jóvenes y otros consolidados, “fue una sorpresa la cantidad de grupos que vinieron pero después empezamos a observar que la gente venía más al teatro, así que decidimos dejar el patio como un espacio exclusivo para la convivencia teatral”.
Desde un inicio se contempló el esquema (que persiste en la actualidad) sobre la autonomía de las compañías, grupos de teatro y La Saturnina: quien mostrara una obra de calidad tendría su paga por ello, “es que se tenía y aún se tiene, en muchos lados, la idea de que el teatro -en general las artes y la cultura- no es un trabajo y sí es una actividad por la cual debes recibir una paga”, es así como se acuerda que la taquilla es de ellos y el consumo del restaurante para La Saturnina.
Las temporadas comenzaron de cuatro o cinco funciones, pero conforme fue saliendo de boca en boca, más la difusión que se hizo en las redes sociales, tuvieron que aumentar las fechas pues las localidades se agotaban casi de inmediato. El público ha sido otro de los cambios, ya no sólo visitan La Saturnina las parejas de adultos y adultos mayores, ahora los jóvenes son el público que más se interesa por el foro, “creemos que les ha gustado porque es un espacio muy íntimo, no hay más de 80 lugares, donde el actor muestra una nueva experiencia al joven de vivir el teatro”.
Desde que uno entra a este espacio se transforma el entorno, pues a través de los años se ha tratado de dar una línea muy mexicana a quien visita el restaurante-foro, la selección de la música, los adornos, el mobiliario, el olor en el ambiente interno, hasta las meseras, cocineros, todo el personal; “el teatro viene a ponerle la cereza al pastel, de alguna manera renovó a La Saturnina, y nos sentimos muy contentos de la respuesta de la gente”, reconoció que en ocasiones teme a que el teatro se “coma” al restaurante, por ello en cada presentación, el boleto incluye un platillo mexicano, para que recuerden que La Saturnina es un restaurante que alberga un foro para la vida cultural.
Hasta el momento, más de cuatro mil personas han asistido a las temporadas de teatro de este restaurante, sin embargo, Irma González aseguró que seguirán trabajando por ganarse a nuevos públicos, concientizar a aquellos que están “tan acostumbrados a que todo se le dé en la mano, pero que si pueden pagar, que lo hagan”, reiterándoles que al igual que cualquier otra profesión, actuar es un trabajo.
Para reservar su lugar a la última temporada del año con el primer actor Jorge Galván, con la obra La Mandrágora, hay que llamar al 9 94-04-49, asistir directamente al restaurante o vía Facebook.