- Colombia y Suecia mezclan sus poemas en un diálogo amoroso
- La segunda mesa de lectura del Encuentro de Poetas del Mundo Latino se realizó en la UTNA
En el marco del XVI Encuentro de Poetas del Mundo Latino, la Universidad Tecnológica del Norte de Aguascalientes albergó a cinco poetas de distintos puntos geográficos (Honduras, Colombia, Suecia, Estados Unidos e Italia) para dar pie a la segunda mesa de lectura.
Rigoberto Paredes comenzó aclarándole al público joven que su llegada no era para impresionarlos sino para compartir por primera ocasión la poesía de un hondureño con gran cariño por México; bajo una entonación ronca y amena, el poeta dio vida a seis pequeños textos que conforman diversos poemas de antaño.
En su lugar, la colombiana Ángela García subrayó ser muy estimulante para un poeta que viene desde muy lejos, el poder compartir su poesía con jóvenes estudiantes, sobre todo de áreas muy técnicas que en ocasiones dudan que las áreas humanistas sirvan de algo para su desarrollo.
Leyó algunos poemas que serán parte de un libro que se publicará en próximas fechas en México por Ediciones La Otra de José Ángel Leyva; explicándolo como un libro especial por tener al cuerpo como tema principal, el cuerpo como instrumento ejecutor, “tendrá una serie de consideraciones sobre el cuerpo que tiene que ver con el tiempo, con una intencionalidad mucho más allá de lo contemporáneo”, el título final quedó como Apuntes para el ejecutor.
A la mitad de su participación, su esposo, el poeta sueco Lasse Söderberg, la acompañó con un diálogo de tinte amoroso, compartiendo textos personales de obras propias mezcladas entre sí con una entonación colombiana y sueca. Dicho diálogo fue inventado por esta pareja de poetas como parte del diálogo amoroso que tienen, después como traductores y poetas, “lo pensamos como un ejercicio para mostrar lo que muchos poetas a lo largo de su obra han intentado definir: el encuentro entre el hombre y la mujer, el encuentro amoroso; el cual es el más azaroso de todos los encuentros y logrado por instantes en ciertas definiciones, a vece como el abismo y otras tantas como un gozo ingenuo del cuerpo y de la necesidad de tener a un ser que le acompañe uno en la vida”, destacó la colombiana al concluir la mesa.
Este ejercicio se creó cuando decidieron ir recogiendo diversos epígrafes de poemas que escribieron antes de encontrarse como pareja sentimental, específicamente sobre lo que habla del amor y el amado; aunque pareciera un diálogo de amor entre García y Söderberg, la realidad es que se trata de un diálogo entre el amado con la amada y viceversa, una charla que tiene diferentes nombres, resultando simbólico para el amor y las culturas pues de cierta manera ambos tienen un lenguaje distinto, mientras ella muestra un lenguaje más romántico, él lo trabaja de manera más irónica.
También han encontrado que se trata de un diálogo entre géneros (hombre y mujer) que ha sido de gran interés para el público, “todo depende del auditorio que tengamos pero generalmente es un ejercicio que nos ha servido como poetas, como traductores y como pareja”.
Stefano Strazzabosco reconoció que durante el traslado creyó que se encontraría con un público campesino (sin querer discriminar a nadie) por la travesía del campo para llegar a las instalaciones, sin embargo, al percatarse que se trataba de un público joven, decidió dar lectura a textos breves pero con gran sentimiento, ya que los finales se trató de un poema dedicado a un gran amigo que fue asesinado hace dos años en Toluca (México) y que por la injusticia e impunidad del país, nunca se aclaró quién fue el responsable y por qué lo hizo, “este texto va dedicado a mi amigo Guillermo Fernández a quien, a pesar de su muerte, sigo recordándolo con gran cariño”.
Sus líneas hicieron alusiones a versos del poeta mexicano Fernández y a su forma de escritura, pero al estilo del italiano; siguiendo con el sentimentalismo, Strazzabosco compartió un texto más en italiano y su traducción al español, el cual fue escrito tras la muerte de Juan Gelman, poeta que también indicó como un gran amigo, “al enterarme del fallecimiento de Gelman escribí este poema con dolor por su partida”.
Finalmente, la rectora de la UTNA, Jovita Martínez Rodríguez, indicó que la institución tiene muy claro que la formación integral va más allá de enseñar en los estudiantes la habilidad y competencia para aprender a trabajar las máquinas, “la mejor formación que podemos ofrecer es la formación humana y la palabra en el pensamiento que se manifiesta en la poesía es la mejor opción”, agradeció a los organizadores del Encuentro la aceptación de la sede y reiteró su apoyo para las próximas ediciones.
Al término de esta mesa, los poetas invitados compartieron una tarde de convivencia en los jardines de la Casa de la Cultura de Pabellón de Arteaga, donde las risas, las experiencias personales y el intercambio cultural y poético fueron los principales ingredientes de la comida.
Por la noche, el Centro de Investigaciones y Estudios Literarios (CIELA) Fraguas prendió sus luces para acoger a los mexicanos Zelene Bueno, Yamilet Fajardo, Patricia Ortiz, Carlos Ramírez Vuelvas y Carlos Santibáñez, así como a la costarricense Silvia Piranesi; en la tercera mesa de lectura. Seguidos por la cuarta mesa integrada por una mezcla de nacionalidades: Stefaan van den Bremt (Bélgica), Enrique Fierro (Uruguay), Juan Carlos Quiroz (Aguascalientes), nuevamente Ángela García y Rigoberto Paredes, la cual fue moderada por Sofía Ramírez, escritora y directora de Casa Terán.