- Las ganadoras recibieron 30 mil pesos en cheque y su obra publicada con un tiraje de 2 mil piezas
- Verónica González en poesía con Verde fuego de espíritus y Karla Marrufo en narrativa con Mayo
La recién nombrada hija predilecta de la ciudad de Aguascalientes, la poeta Dolores Castro Varela, llegó acompañada de su hija y hermana, al Palacio Municipal para ser partícipe de la tercer entrega del Premio Nacional de Poesía y Narrativa Dolores Castro, un homenaje a su trabajo que comenzó en el 2012 por el Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura (IMAC).
Siendo las 19:00 horas del “merito aniversario de la ciudad”, como lo destacó el presidente municipal Antonio Martín del Campo, se entregaron no sólo los reconocimientos en papel a las ganadoras y a la mención honorífica, sino también el primer tiraje del premio con mil publicaciones, siendo la primera ocasión que se logra gestionar el recurso con tiempo, para la impresión de la obra y se entregara a la par del acto protocolario.
Para Alejandro Vázquez Zúñiga, titular del IMAC, el contar con un premio de literatura que convoca sólo a mujeres es un posicionamiento político (en el sentido más puro de la palabra), pues da un mensaje al ciudadano que a la administración le importa la cultura, el tener actividades de calidad para que la población se entere de lo que se está haciendo en el resto del país y el mundo, como parte de un intercambio legítimo sobre la cultura.
Cuando se presentó la convocatoria, el funcionario aseguró que este año se duplicaría la participación de las mujeres, en un inicio el resto del equipo confesó sentirse preocupados por no llegar a esa expectativa, sin embargo a partir de la semana en que se abrió la convocatoria, las inscripciones no pararon, Rocío Castro Fernández, coordinadora del programa Vuela Palabra, anunció haberse cuadriplicado las cifras, tanto en número de participantes como en puntos geográficos de donde provenían; inclusive participaron mujeres mexicanas que residen en Estados Unidos y Europa, “esto es una muestra de que a pesar de ser un premio joven, tiene gran eco por estar cobijado por la maestra Lolita”.
Verónica González Arredondo con su obra Verde fuego de espíritus obtuvo el primer lugar en el género de poesía, quien escribió como introducción a su texto el siguiente párrafo: “es uno y muchos libros, su naturaleza responde la conformación de los heptagramas o líneas de origen del Yi Ching o Libro de las mutaciones. Tres monedas se tiraron al aire para dictar el orden de este libro, ¡que reine el azar de la lectura!”. Esto lo muestra desde su índice dividido en 7 partes: cielo, agua en el cielo, cielo que a la tierra abraza, cielo invertido, somos tierra que al cielo abraza, cielo abismo y trueno del cielo invertido.
Karla Marrufo es originaria de Yucatán, maestra en Literatura Mexicana, estudio que demostró en su texto Mayo, ganador del género narrativa; ya que según Castro Fernández, muestra una interesante aparición de voces distintas, intercalándose sin previo aviso, “hay una irrupción de voces que tienden a ser un monólogo basados en una polifonía de diálogos”.
Por su parte, Martín del Campo destacó la importancia que tiene el trabajo del IMAC ante los fuertes cambios que han causado los desarrollos tecnológicos, “se está perdiendo la tradición de leer un libro en físico, de entretenerse con esas exquisitas poesías o esos cuentos que te hacen imaginar, estamos tan cerca de esa comunicación pero a la vez tan lejos de la personas”, los medios alternativos no deben de opacar ni olvidar el patrimonio del objeto sensible que es el libro en físico.
En reconocimiento a la poeta aguascalentense, el IMAC preparó un video que mostró apenas una parte de su biografía, recordando que Dolores Castro es una poeta y mujer en pie de lucha por la poesía. Un abril de 1923 Aguascalientes la vio nacer, pero por su búsqueda del conocimiento partió a la Ciudad de México donde ha residido la mayor parte de su vida.
Siendo madre de siete hijos nunca perdió su habilidad por la gestoría cultural, “esa personalidad vivaz e independiente la hizo estudiar derecho, literatura española y estilística; es, como lo dictan sus propios versos, una mujer con los ojos abiertos con los que puede entrar a profundidad de toda las cosas”. Castro pertenece a la misma generación de autores como Rosario Castellanos y Jaime Sabines, fue docente de la UNAM, Escuela de Escritores, Escuela de Periodismo Carlos Septién García y fundadora de programas radiofónicos, en radio UNAM, radio femenina y radio educación.
Para Lolita, como prefiere que la llamen, la palabra es la única manera de hacernos pensar, de hacernos sentir, de darnos esas experiencias que las imágenes difícilmente dan en conjunto. “La poesía es una manifestación de sinceridad y sencillez, mi propuesta estética rechaza a la imposición porque la poesía es libertad, es amor, es vida”.
Frente a los más de 200 asistentes, Dolores Castro destacó que la felicidad máxima de su persona, es que aquí (Aguascalientes) se siga cultivando la poesía, y más aún el que se haya creado un premio de esta naturaleza, ya que desde su perspectiva, un premio es la retroalimentación más importante que puede un escritor o poeta, recibir en la vida; “el premio de poesía, creo que garantiza que las que lo reciban, seguirán escribiendo poesía; cada poeta ama la vida en todas sus manifestaciones y amar la vida significa mucho, significa encontrar en cada uno de los seres humanos, la libertad, la luz, el camino de verdad y de vida, en general; literatura es encontrarnos con todas las generaciones, con la educación y la esperanza. Como yo ya he vivido 91 años, ya les toca a los demás continuar este camino”.
