De animalitos (tercera parte): El único e incomparable Iván / País de maravillas - LJA Aguascalientes
22/11/2024

La semana pasada platicaba por acá de algunos libros que, sin ser moralinos o aburridos, ayudan a que niños, niñas y adolescentes piensen un poco en el respeto y cuidado a los animales. Hoy quiero platicar de un libro en particular que leí recientemente pero que está ya en mi lista de favoritos: El único e incomparable Iván, de Katherine Applegate. En español lo encuentran en una edición muy bonita de editorial Océano, aparecida en 2013, así que es bastante fácil de encontrar. Por si eso fuera poco (que no lo es: a veces buscar un libro se vuelve una aventura similar a la de buscar el Santo Grial), la edición en español está muy bien traducida (no al español de España, sino a uno que le resultará familiar a los lectores mexicanos) y, como objeto, es una chulada: está diseñado de modo que pueda ser el primer libro gordo para los más chiquitines (yo creo que a partir de los siete años ya lo pueden leer solos), lo que siempre llena de satisfacción a los pequeños lectores.

Con todo, lo mejor de todo es que el contenido está a la altura del objeto (es tristísimo cuando se topa uno un libro hermosísimo pero vacío, ¿a poco no?) y, desde mi punto de vista, se puede convertir en un clásico más allá de las etiquetas: ¿es literatura infantil? ¿es para adultos? Qué más da, si logra conmover a todos. Pero no tiene sentido que le dé más vueltas y mejor les cuento por qué me gustó tanto.

La historia podría parecer sencilla, de esas que aparecían de tanto en tanto en el Selecciones del Reader’s Digest: se basa en la historia real de un gorila espalda plateada que pasó 27 años sin tener contacto con otro miembro de su especie, en una jaula dentro de un centro comercial. Cuando la percepción del público con respecto al trato a los animales empezó a cambiar, inició la presión de la opinión pública para llevarlo a un lugar adecuado, lo que ocurrió en 1994. Esa es la historia real y sin duda es muy conmovedora. Pero a partir de esa anécdota Katherine Applegate crea una novela poderosa y sensible, a la vez que sencilla, en la que la primera sorpresa es que todo es narrado desde la perspectiva del propio gorila. Iván nos cuenta desde su punto de vista cómo es la vida en la jaula, cómo evita pensar en su pasado en la selva, en su familia y en su verdadera naturaleza. También nos cuenta cómo se ha llegado a relacionar con los otros animales cautivos (una elefanta y una foca, por ejemplo) y de su relación con un perrito callejero que lo visita a menudo y que incluso duerme en su jaula. Iván nos platica también de la llegada de un nuevo habitante al mall: una elefantita tímida y asustadiza, que lo hace recordar sus responsabilidades y, sobre todo, su dignidad.

La voz narrativa es inocente, honesta y, a ratos, despiadada: hace que el lector reflexione constantemente acerca de lo que nos hace humanos, lo que nos hace dignos, lo que nos hace buenos. Pero, muy importante, lo logra sin convertirlo en un sermón: no es como los textos “formativos” de otros tiempos (un día les platicaré de Alma latina, uno de esos libros) ni tiene como objetivo hacer que el lector se sienta cucaracha. Por el contrario, todo el tiempo hay una enorme amabilidad y ternura (yo les llamo libros con el corazón en su sitio). Ah, y el final es feliz, por lo que no hay que preocuparse por posibles traumas o mal sabor de boca.

Desde el punto de vista formal, creo que se trata de un ejercicio de estilo portentoso: no sólo logra hacer verosímil que el narrador es un gorila, sino que lo hace de un modo en apariencia tan simple que ni siquiera nos planteamos la dificultad que debe haber implicado para su autora ponerse en los zapatos del personaje (para empezar, porque los gorilas no usan zapatos. Ya sé, mal chiste, pero no lo pude evitar).

¿Saben como para qué me gusta mucho este libro? Para leerlo en familia, en voz alta. Creo que así, incluso los peques de cuatro, cinco años pueden disfrutarlo y entenderlo sin dificultad, mientras que los mayorcitos (papás y mamás incluidos) se darán la oportunidad de conocer una historia muy bonita contada de una gran manera. Aunque también es un libro excelente para que los adultos nos encerremos un rato en privado, a leer a llorar sin censura, porque la ternura también puede mover a las lágrimas y es sano y necesario que lo hagamos de vez en cuando.

Encuentras a Raquel en twitter: @raxxie_ y en su sitio web: www.raxxie.com



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