- El evento debe abrir un espacio de reflexión sobre la justicia social, mencionó Peña Nieto
Por: Carlos Alonso López y Javier Rodríguez Lozano
Meses de trabajos a contrarreloj y una millonaria inversión de Gobierno del Estado para renovar la céntrica Plaza de la Patria, concluyeron con la firma de un pergamino para conmemorar el 100 aniversario de la Soberana Convención Revolucionaria.
Ya estaban ahí la mayoría de los integrantes de la LXII Legislatura: el presidente del grupo parlamentario PRI-PVEM, Jorge Varona Rodríguez; las y los diputados María de los Ángeles Aguilera Ramírez, Anayeli Muñoz Moreno, Francisco Ovalle, Fernando Díaz de León, Verónica Alejandré, Luis Fernando Muñoz, Enrique Juárez Ramírez y Marco Arturo Delgado. También asistieron diputados panistas, junto con Adolfo Suárez, su coordinador parlamentario.
El jefe de Gabinete, Javier Aguilera García, fue el primero en acceder, seguido de su hija María de los Ángeles; el rector de la UAA, Mario Andrade Cervantes; el delegado del Seguro Social, Diego de la Parra Martínez; el líder de la Federación de Trabajadores de Aguascalientes, Alfredo González; del partido Movimiento Ciudadano, Oswaldo Rodríguez.
Casi toda la clase política. Los empresarios Salvador Esqueda y Pedro de la Serna López; los senadores Martín Orozco Sandoval y Fernando Herrera, blanquiazules; Gabriel Arellano Espinosa y Roberto Lama. Del gabinete del IEA, Francisco Chávez Rangel; el de Turismo, Alejandro Ponce Larrinúa; así como Alberto Solís Farías, titular de la Secretaría de Bienestar y Desarrollo Social.
“En este mismo lugar, en el histórico Teatro Morelos, el 10 de octubre de 1914 -dijo Carlos Lozano de la Torre-, comenzó la más grande, importante y plural reunión del México revolucionario”.
A las 11:35 comenzó la prueba de audio para dar entrada al cuarto discurso que el presidente Enrique Peña Nieto pronuncia en Aguascalientes.
El salón estaba casi lleno desde una hora antes. Las butacas pobladas, de atrás hacia adelante, por empresarios, funcionarios estatales, diputados locales, legisladores federales, familiares del gobernador y algunos integrantes del gabinete presidencial.
Afuera había cuando menos cuatro filtros del Estado Mayor, además de patrullaje permanente a cargo del Ejército Mexicano y las policías Estatal y Municipal.
Sólo cuatro de once alcaldes acudieron a la ceremonia: Antonio Martín del Campo, Margarita Gallegos, José Manuel González y Fernando Marmolejo.
Los mandatarios de Morelos, Graco Ramírez; de Tamaulipas, Egidio Torre; y de Chiapas Manuel Velasco, fueron de los primeros en aparecer por el pasillo que conducía hacia el escenario que hace 100 años diera voz a las principales fuerzas revolucionarias.
El espacio para gobernadores se llenó de inmediato. Las pláticas, los abrazos tronados y las consultas al celular eran recurrentes, pues se aguardaba la llegada presidencial.
Carlos Lozano destacó que la derrota del “usurpador Victoriano Huerta” no bastó para afianzar el poder público, lo cual motivó que “la reconciliación nacional” fuera explorada desde Aguascalientes.
Los secretarios de Estado aparecieron justo al mediodía. Entre ellos estaban Pedro Joaquín Coldwell, de Energía; Juan José Guerra, de Medio Ambiente; Enrique Martínez y Martínez, de Agricultura; Carlos Ramírez, de Desarrollo Agrario; así como el procurador general, Jesús Murillo Karam.
Enrique Peña Nieto hizo su entrada a las 12:10, flanqueado por Lozano de la Torre y Miguel Ángel Osorio, secretario de Gobernación, además del General Salvador Cienfuegos y el Almirante Vidal Soberón.
El gobernador priista fue el primero de dos oradores. Mencionó que la normalización política, social y económica no fue sencilla para el país.
“Debió atravesar por diversos encuentros y desencuentros que condujeron la revolución a tierras aguascalentenses… debía realizarse una convención para formular el programa del gobierno que pudiera resultar electo al lograr el triunfo de la revolución… para garantizar la participación de todos los grupos revolucionarios, los villistas propusieron que fuera trasladada al estado de Aguascalientes, que era considerado como un estado neutral y un cruce de caminos”.
Los trabajos de pacificación del territorio se desarrollaron durante 36 días, del 10 de octubre al 14 de noviembre de 1914. La población se encontraba diezmada en lo físico, lo económico y lo legal.
Las expresiones de Francisco Villa, Álvaro Obregón, Antonio Díaz Soto y Gama, Roque González Garza, Paulino Martínez, Antonio Villareal, David Berlanga, José Vasconcelos, Eulalio Gutiérrez y Francisco Lagos, entraron en largo debate.
Peña Nieto destacó que la convención de Aguascalientes fue “el primer intento por diseñar un nuevo orden institucional a partir de la revolución triunfante, su objetivo era discutir las reformas sociales, económicas y políticas que requería el México de aquel entonces, así como elegir un gobierno que representara a las distintas corrientes”.
Ambos, Lozano y el titular del Poder Ejecutivo Federal, firmaron un pergamino conmemorativo. El acontecimiento, añadió Peña, servirá para abrir un espacio de reflexión en los tres órdenes de gobierno.
Pie de foto: La Soberana Convención Revolucionaria de 1914 fue “el primer intento por diseñar un nuevo orden institucional a partir de la revolución triunfante”