¿Será cierto que el panorama se matiza según el cristal con que se mira? ¿O todos los mexicanos necesitamos lentes de aumento? ¿Ya volteó a su alrededor?, ¿alcanza a ver las letras pequeñas del contrato que día a día firma usted por la mañana al salir de su casa? Si no las llega, eso quiere decir que le falla la vista. Indiscutiblemente en estos tiempos es más difícil ocultar los hechos, gracias al internet la información se disemina de manera exponencial con las verdades de quien lo aprovecha, dentro de éstas se encuentran las versiones oficiales, las extraoficiales y la de los hechos tal cual sucedieron. Las áreas de comunicación social de los gobiernos y las empresas son más vulnerables al no encontrar una barrera que limite el consumo mediático de la población. Y no es que los logros, los fenómenos sociales, los acontecimientos políticos y hasta los hechos relacionados con el entretenimiento no tengan el impacto de antes; ¿se imagina el alcance que los Beatles pudieron haber tenido con la tecnología mediática actual?, ¿el dominio de Hitler en todo el mundo?, ¿la penetración de la filosofía de Gandhi?, indiscutiblemente el presente sería distinto y aunque el “hubiera” no existe, entonces la herencia de Lucio Cabañas nos serviría para entender lo que ahora pasa en Ayotzinapa, Guerrero.
Este personaje nacido en 1938, el mismísimo día en que a la Virgen de Guadalupe se le ocurre aparecer en la escena mexicana, ex alumno de la Normal de Ayotzinapa, líder estudiantil y Secretario General de la FECSM (Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México); ya como profesor normalista participa de manera directa en la caída del gobernador de Guerrero, Raúl Caballero Aburto, durante su mandato se perpetró el asesinato de estudiantes huelguistas quienes demandaban la transformación del Colegio del Estado en Universidad Autónoma de Guerrero y la desaparición de los poderes en la entidad. El resultado: 19 personas asesinadas.
En su lucha por la igualdad social se acerca al Movimiento de Liberación Nacional; en varias ocasiones fue transferido a escuelas rurales fuera de Guerrero, sin embargo, regresaba a su base donde su liderazgo se fortalecía. El 18 de mayo del 67 sufre el primer conato de atentado orquestado por la fuerza policial. Las circunstancias y su personalidad lo convierten en guerrillero, funda el Partido de los Pobres, la Brigada Campesina de Ajusticiamiento.
Se le atribuyen muertes de políticos, policías, empresarios, secuestros y todo tipo de actos ilícitos. Indiscutiblemente la causa de su proceder se deriva de la lucha social, de la autodefensa en contra del gobierno en turno, la historia lo ubica como el causante de todos los males que ocasiona la resistencia civil en Guerrero que hasta la fecha perduran.
Para que un conflicto “florezca” se requieren dos partes, los buenos y los malos, los vencidos y los triunfadores; pero para que un conflicto culmine se requiere más que voluntad de los protagonistas. El dos de diciembre de 1974, Lucio Cabañas, al verse acorralado, decide pegarse un tiro “¡Hasta que se les hizo!… pero les aseguro que no les voy a dar el gusto de que me maten ustedes”, y después de haber dicho eso, la leyenda nació, casi como un Robin Hood mexicano. No quiero dar espacio para cuestionar el por qué no se resolvió aquel problema en su momento, creció, se arraigó, y se replica años tras año, unas veces más violento que otras.
Estamos frente a un conflicto jamás resuelto, seguramente ni el mismo Cabañas Barrientos imaginó la trascendencia del fenómeno ni los alcances de éste. Hoy, 30 años después, seguimos sin encontrar una salida civilizada a las diferencias sociales en Guerrero. ¿Cuál es la razón?, ¿qué impide cerrar el expediente?, ¿por qué no se ha llegado a un acuerdo?
Considero, apreciable lector, que es importante remitirnos a la historia y partir de este personaje que más que leyenda o mito es un referente para comprender el conflicto en una de las zonas más pobres del país, con más de 3.4 millones de habitantes, de los cuales, según el INEGI, 680,000 son analfabetas y 1.3 millones no concluyeron la primaria o secundaria. A través de los años, esa postura de defensa a la clase desprotegida fue heredada por otros grupos sociales y ciclada a través de las generaciones.
En 2005 los normalistas exigían plazas para los egresados del plantel, cuando fueron desalojados por la fuerza de un bloqueo que mantenían en la carretera.
Para 2007, mientras los estudiantes exigían no al cierre de la Normal y la entrega de plazas para los egresados, el grupo antimotines desalojó por la fuerza a la comitiva estudiantil.
En 2010 la otrora lideresa magisterial intentó por todos los medios cerrar las normales rurales en Guerrero. “No se olviden que las normales rurales han sido semilleros de guerrilleros”, apuntó.
En julio de 2011, la viuda de Cabañas Barrientos es asesinada a balazos en la comunidad de Xaltianguis.
En enero de 2012, después de dos meses sin clases, alumnos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa toman cinco radiodifusoras y una televisora en Chilpancingo, Guerrero, con el fin de dar a conocer las condiciones en las que se encuentra dicho centro de estudios, hacer patente el acoso que las autoridades ejercen sobre ellos y el esclarecimiento de la muerte de sus compañeros.
Los aguerridos estudiantes de la Normal de Ayotzinapa no son una parvada de blancas palomas, pero tampoco el gobierno ha puesto de su parte para solucionar el conflicto.
Queda pendiente el cierre de este comentario.
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