Para explicar cómo funciona ser el capo de capos de Ciudad Gótica (en la nueva serie de televisión Gotham) Don Falcone le explica al policía James Gordon que no se puede tener crimen organizado sin ley y orden. Más tarde, cuando el futuro comisionado parece entender algo, el mafioso se despide con una condescendiente mas cariñosa cachetadita y le dice: in bocca al lupo. Ahí estamos.
El angelito… el sábado por la tarde, quizá la última de sus declaraciones como presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano metió las manos al fuego por el gobernador de Guerrero: “de parte del gobernador no hay responsabilidad y por lo tanto no nos parece que la salida deba ser la que, como ya se alzan voces priistas interesadas en el estado de Guerrero, de decir que debe caer, debe rodar la cabeza de Ángel Aguirre”, por supuesto, el dirigente perredista apoyó ese espaldarazo exigiendo que en la investigación y sanción a los responsables de los asesinatos cometidos por policías municipales de Iguala no sean empleadas para “ningún tipo de venganzas políticas o como instrumento político con miras al 2015”. Ayer, Carlos Navarrete, en uno de sus primeros discursos como presidente nacional del PRD, más sutil que su antecesor, refrendó el apoyo del partido al mandatario estatal, indicando que la investigación sobre el asesinato y desaparición de normalistas “debe ser enfrentado de manera coordinada en un gran acuerdo entre el gobierno de la República, los gobiernos estatales y los gobiernos municipales”, pero eso sí, para no politizar el asunto, agregó que la crisis en materia de seguridad es en todo el país, que se debe considerar que policías municipales cooptadas por el narcotráfico hay en todas las entidades, por lo que la administración federal debe actuar también en otras entidades donde se desborda la violencia, y sí, para no errarle mencionó sólo entidades gobernadas por priistas: Tamaulipas (Egidio Torre Cantú), Jalisco (Aristóteles Sandoval), Michoacán (Salvador Jara Guerrero) y México (Eruviel Ávila). El viernes que, por fin, Enrique Peña Nieto se digne a encabezar la ceremonia de cambio de estafeta de la Conago, es seguro que una vez que Carlos Lozano de la Torre le entregue la titularidad al gobernador de Oaxaca, Gabino Cué tenga que realizar una explicación, exponer un posicionamiento de parte de los mandatarios estatales ante esta bolita que le está echando el de la Revolución Democrática.
No venía preparado… Aunque hay que considerar que cuando la Conago realice su 47 sesión plenaria, entre los temas de la agenda está la aprobación de la petición de Gabino Cué Monteagudo de diferir hasta el próximo año cuando tenga a su cargo la presidencia de la Conferencia. El gobernador de Oaxaca a pedido a Carlos Lozano de la Torre que sea hasta el febrero de 2015 cuando se le considere, porque no ve llegar la suya en la entidad que gobierna y argumenta que la difícil situación económica y política del estado requiere toda su atención. Quienes seguirían en la lista de gobernadores que pueden presidir la Conago son, del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas y Jorge Herrera Caldera, de Durango; el cambio de estafeta en la Conago ya va para dos meses, y a pesar de que Lozano de la Torre ha declarado que le tocó lo mejor de lo mejor al frente del organismo, porque coincidió con la aprobación de la mayoría de las reformas de Enrique Peña Nieto, es casi seguro que no quiera extender su presidencia.
Cabeza en charola, Carlos Navarrete puede hacer todo lo que quiera para deslindar al gobernador perredista de la violencia en Guerrero, acusar de que todo lo quieren politizar y señalar a los priistas, pasando por alto que otras voces se han alzado solicitando la renuncia del gobernador, como la del sacerdote defensor de los derechos humanos, Alejandro Solalinde Guerra, a quien difícilmente puede acusar de pertenecer al tricolor; sucede que Navarrete Ruiz cree que basta con la expulsión del PRD del presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca Velázquez; total, ya lo dejaron ir: desde fines del mes pasado el Cabildo le dio “licencia”, en ese momento, el alcalde guerrerense dijo que se iba con la conciencia tranquila y seguro de no tener nada que ver con los hechos de violencia. El 1 de octubre, el gobernador Ángel Aguirre Rivero anunció que se había emitido una orden de presentación contra José Luis Abarca, hoy prófugo, se sabe también que el día que le otorgaron licencia, agentes ministeriales estuvieron en Iguala para solicitar su declaración ministerial, pero que no lo encontraron. Sí, así dijeron.
Fosas. Ayer, Héctor Briseño, corresponsal de La Jornada en Guerrero, informó que el fiscal general del estado, Iñaki Blanco Cabrera, dijo que fue el director de Seguridad Pública de Iguala, Felipe Flores Vázquez, quien ordenó detener a los estudiantes normalistas de Ayotzinapa y que “un individuo conocido como El Chuky, del grupo delictivo Guerreros Unidos, habría ordenado el secuestro y asesinato de los jóvenes”. En la conferencia de prensa Iñaki Blanco indicó que aún no está comprobado que los 28 cadáveres hallados en fosas clandestinas cerca de Iguala sean del grupo de 43 normalistas reportados como desaparecidos desde hace una semana, sin embargo, se cuenta con el testimonio de un testigo que dijo haber visto a 17 jóvenes detenidos en el patio de la comandancia de la policía de Iguala, quienes luego fueron trasladados en patrullas. Cámaras de seguridad confirman este hecho. En resumen de las investigaciones que brindó Blanco Cabrera fue: 26 probables responsables detenidos, consignación de 29 integrantes de Guerreros Unidos. De los detenidos, “22 son policías de Iguala, a quienes ya se les dictó formal prisión por homicidio calificado y se encuentran en el penal de Las Cruces. Está confirmado que estos 22 elementos dispararon sus armas contra los estudiantes de Ayotzinapa y los futbolistas, en hechos que dejaron seis personas muertas el pasado 26 de septiembre”. El procurador general de justicia de Guerrero también “confirmó que en las fosas localizadas en Pueblo Viejo, municipio de Iguala, se encontraron los cuerpos de 28 personas, algunos completos, otros fragmentados, los cuales fueron calcinados. Los restos fueron colocados sobre ramas y troncos a los que se roció un combustible (diésel, gasolina o petróleo) y se les prendió fuego”.
Evasión. José Luis Abarca Velázquez, el alcalde de Iguala con licencia, y su secretario de seguridad pública, Felipe Flores, siguen prófugos. El fiscal Iñaki Blanco solicitó la colaboración de fiscalías del país y la Procuraduría General de la República para localizarlos. Los últimos datos oficiales es que siguen reportadas 43 personas desaparecidas, que son buscadas por un total de mil 800 personas entre fuerzas federales, estatales y voluntarios, pero olvide lector este párrafo, ¿hay algo que se pueda agregar al horror de los cuerpos calcinados en una fosa?, es posible que no, ni siquiera por un rasgo de humanidad, sino porque se ha vuelto costumbre, porque el escándalo durará unos cuantos días en las primeras planas y después, lamentablemente, pasará a interiores, la opinión pública encontrará otro motivo para su indignación, a través de las redes sociales sobrarán las fotos con gatitos o la desaparición de una especie para los furibundos likes.
Politiquería… entre los muchos asuntos de gravedad que se sumarán a la banalización de lo acontecido en Iguala están las declaraciones irresponsables de los dirigentes perredistas, es evidente que tanto Jesús Zambrano como Carlos Navarrete lo único que desean es que no se culpe al partido. Y eso que no es año electoral, imagínese; pero todo se hace para mantener la “buena imagen”, para no irnos sin comentar un caso local, va el comentario sobre la decisión del Congresito acerca de que no le incumbe lo que le dejaron las legislaturas anteriores. Se sabe que la antigua Comisión de Vigilancia, la que comandaba Arturo Robles Aguilar, mandó hacer auditorías cuyos resultados nunca fueron publicados. Una de ellas transcurrió sobre el Órgano Superior de Fiscalización. El estudio demandó recursos públicos y jamás se dio a conocer el diagnóstico de la salud en tan importante aparato de gobierno. Los diputados mejor se lavaron las manos, bastó con decir que sus antecesores no dejaron nada en el archivo. En la ley, aunque como letra muerta, está prevista una Comisión de Evaluación y Control para el propio fiscalizador superior. Pero en la Comisión de Vigilancia, ahora en manos del también priista Eduardo Rocha, dicen que su existencia no es necesaria, pues la eficiencia los distingue y les alcanza para estar al tanto de todos los detalles. ¿Les creemos, o es una simple declaración para salir del paso?
La del estribo. In bocca al lupo es uno de esos dichos negativos que se emplean con la intención de desear suerte, cuando alguien te desea que vayas a la boca del lobo, no se le revira con un gracias, se le suele contestar: crepi il lupo… Por lo de hoy, por nuestra clase política: crepi il lupo país, que muera ese lobo.
@PurisimaGrilla