- El secretario prefiere pasar por alto que lo hayan llamado “mentiroso” y “bipolar”
- Realizan trabajadores lavado con agua y ácido al nuevo piso de la Plaza de Armas
El secretario de Infraestructura y Comunicaciones (Sicom), Miguel Ángel Romero Navarro, hizo caso omiso de insultos que lo califican de “mentiroso” y “bipolar”; dijo sentir por Manuel Cortina Reynoso y el municipio “un profundo respeto, en lo personal y en lo institucional”.
El funcionario realizó ayer por la mañana un recorrido por Plaza de la Patria, para supervisar las labores de limpieza que se llevaron a cabo en los once mil metros cuadrados de nuevo piso, al que ya sólo le quedan algunos detalles, especialmente en el círculo denominado “tapete” del asta Bandera, en el centro de la plazuela. Ahí lo abordó La Jornada Aguascalientes.
–Manuel Cortina Reynoso, secretario de gobierno del municipio de Aguascalientes, dice que es usted un mentiroso y, además, bipolar. ¿Cuál sería su comentario?
–No, no; no impactó en lo más mínimo, en virtud de que lo que queremos es seguir trabajando. Creo que hemos llevado un ánimo de colaboración muy bueno con todas las personas del municipio, con quienes yo siento un profundo respeto en lo personal y en lo institucional. Entonces, creo que eso ya está zanjado.
–Entonces, ¿se queda usted con los epítetos de mentiroso y de bipolar?
–Bueno, mire, realmente creo que esto no me corresponde a mí decirlo…
–Hablan de usted, no de nadie más…
–Sí sé que hablaban de mí pero, bueno, realmente no creo que tenga mayor importancia, ni trascendencia, ¿no? Yo creo que la trascendencia está en el trabajo que se hace, en los resultados que se muestran a la ciudadanía.
Argumentamos al funcionario que, sin embargo, la ciudadanía se confunde: “yo pertenezco a ella y me confunde ver cómo los niveles de gobierno se pelean, de manera poco civilizada y comedida…”
Respondió: “Le repito: por nuestra parte no hay ningún conflicto, no hay ninguna situación de ningún tipo, más que del ánimo de seguir colaborando, trabajando positivamente”.
Ayer por la mañana, una cuadrilla de trabajadores de la Sicom lavó meticulosamente -con ácido y agua- los once mil metros cuadrados del nuevo piso de la Plaza de Armas, losetas de piedra volcánica denominadas Pórfido, en color rojo y gris, procedentes del estado de Puebla, con que se sustituyeron a las de mármol macheteado traído desde Tepezalá.
“La idea es darle al pueblo lo que es del pueblo, es decir, a lo que es la Plaza del Pueblo, el esplendor de su total belleza”, explicaron los ingenieros que condujeron las labores al señalar que ese piso aún estaba sucio, con residuos de cemento en sus uniones después de su instalación y el trajín de los últimos días, como el de las fiestas patrias, rápidamente deteriorado por el comercio ambulante.