- Producir un solo libro cuesta hasta 300 pesos
- En Aguascalientes no hay ninguna imprenta para este tipo de libros
Patricia Guajardo Garza, directora editorial y de Bibliotecas Públicas del Instituto Cultural de Aguascalientes, comentó que enviarán un acervo importante de entre 20 y 30 libros en Braille a asociaciones civiles para personas ciegas y con baja visión de Tijuana, Baja California y San Diego, California, ya que no es muy común contar con este tipo de libros porque la producción es costosa.
El costo de un solo libro puede llegar hasta los 300 pesos, en el caso de los editados en el estado, como el de La Convención de 1914, recién presentado en la 46 edición de la Feria del Libro; un tiraje de 200 libros con pocas páginas cuesta entre 45 y 50 mil pesos.
En lo que va de la administración se han editado siete, pero contando los de la administración anterior dan un total de diez libros de acuerdo a Guajardo Garza, “Si quieres editar un libro en Braille tienes que seleccionar un título muy bueno y es una responsabilidad muy grande, hemos tratado de editar tanto clásicos de la literatura en versiones adaptadas, como libros que son éxitos editoriales actualmente”.
Para tener acceso a ellos sólo se requiere presentar una copia de la IFE, y en el caso de los menores de edad pueden acudir sus papás; todos los libros se entregan gratuitamente.
Entre la colección de libros se encuentra El Principito, que está reproducido íntegro. Alicia para Niños es una versión de Alicia en el País de las Maravillas adaptada por José Emilio Pacheco para que fuera más sintético, porque el libro Braille ocupa mucho espacio; si se reprodujera tal como es, tendría varios tomos como El Principito -que tiene dos, a pesar de ser un libro muy breve-; La peor señora del Mundo, que es un éxito infantil a nivel nacional del Fondo de Cultura Económica, y El gato negro, de Edgar Allan Poe.
Estos libros tienen tres posibilidades de lectura, el sistema Braille y el macrotipos, entonces está el Braille para los ciegos, el macrotipo para personas con baja visión y la tercera posibilidad de lectura es para los normolectores; es decir, si un niño está aprendiendo a leer Braille, los papás pueden ayudarle, lo que facilita el aprendizaje.
La directora editorial comenta que todo esto lo han ido aprendiendo sobre la marcha, porque quien hace los libros es una asociación civil para ciegos, la cual se encuentra en el Distrito Federal.
“Estos libros están hechos por ciegos, nosotros en el Instituto imprimimos las portadas, nada más les mandamos las portadas y ellos hacen la adaptación, los revisan y engargolan”, las imprentas comerciales casi no hacen este tipo de trabajos.
En Aguascalientes no hay imprentas que se dediquen a este tipo de trabajo, aunque en el DIF hay un espacio en donde pueden imprimir en Braille, en la Biblioteca Central Centenario también hay un área de tiflotecnología que está especialmente adaptada para los invidentes; ahí hay varias posibilidades, se cuenta con un escáner y una impresora Braille, la cual permite imprimir textos de un libro, pero no libros como tal.
En cuanto a los acervos en el estado, en la Biblioteca Torres Bodet hay alrededor de 300 libros en Braille que están disponibles para toda la gente que los pueda leer y todos los libros que se han editado en el ICA se pueden encontrar en las bibliotecas de la Red Estatal de Bibliotecas Públicas, son 66 distribuidas en todo el estado, lo cual es una forma de atender a este público.