- El fracking es una técnica de extracción de petróleo para el subsuelo que se vale de inyección de 99.5 por ciento de agua y 0.5 por ciento de componentes químicos
- Marcela Ramírez López habló de la inexistencia de un proyecto que disminuya las afectaciones que traerá consigo la implementación del fracking
- Ramírez López consideró que la corrupción no podrá poner alto a los intereses de las trasnacionales y los posibles desastres que puedan provocar.
La Reforma Energética carece de un proyecto paralelo de protección ambiental que garantice la contención de las afectaciones que pueda traer consigo la sobreexplotación del subsuelo y la implementación de sistemas de extracción, como el denominado fracking o fracturación hidráulica, sistema mediante el cual se obtiene petróleo a más de mil metros de profundidad mediante un sistema de inyección de agua y compuestos químicos; señaló Elsa Marcela Rodríguez López, investigadora de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), adscrita al Departamento de Ingeniería Bioquímica.
La académica de la UAA detalló que la dinámica mediante la cual funciona la fracturación hidráulica se vale, principalmente, del 99.5 por ciento de inyección de agua a presión hacia el subsuelo, y se compone del 0.5 por ciento de una mezcla de compuestos químicos que funcionan como aditivos para generar la explosión dentro de la perforación y poder extraer el crudo.
Sin embargo, aunque se plantea como una eficiente forma de extraer el recurso no renovable, al ser una de las formas que más ahorran costos de producción, en comparación con la exploración y extracción en aguas profundas o someras, su implementación trae consigo importantes costos ambientales, y en diversos países que se ha iniciado a adoptar, se ha incorporado paralelamente un sistema para contrarrestar las afectaciones y minimizar la contaminación, cosa que aseveró, en México no se ha planteado, como sí existe actualmente en Texas, quienes constantemente monitorean y contienen las repercusiones de utilizar dicho medio como forma de explotación.
Además de las repercusiones que generaría en materia de contaminación de los mantos freáticos, Marcela Ramírez añadió que está comprobado, que el fracking produce alteraciones sismológicas, ya que al igual que la inyección de aguas tratadas para ser purificadas en el subsuelo, al generar una inyección en zonas de alto grado de presencia sísmica, incentiva su manifestación, tal como lo hiciera hace algunos meses en Chihuahua. A diferencia de la inyección de agua para su filtración, la fracturación hidráulica produce afectaciones en el corto plazo, ya que en el caso de la primera puede presentarse el fenómeno hasta diez o quince años posteriores a la inyección, mientras que con el fracking, la afectación es inmediata.
Por su parte, agregó que en las circunstancias de México, donde la corrupción ha dado muestras de total impunidad frente a las empresas que han generado desastres en el medio ambiente, ello permite que haya mayor incertidumbre sobre la forma en la que actuaría el gobierno frente a la voracidad de las empresas transnacionales.
De manera específica, comentó que en general el país se encuentra vulnerable por su condición sísmica, sin embargo, afirmó que la zona centro y norte serían las que presentarían mayores afectaciones, al ser en las que se han explotado mayoritariamente los mantos acuíferos, sin que ello signifique que el sur del país quede exento de afectaciones al medio ambiente y genere repercusiones futuras a la salud de la población. Hasta la fecha, añadió, existen estudios que indican que el centro del país es donde se encuentran los mayores yacimientos petrolíferos bajo el subsuelo, por lo que de llegarse a su explotación las afectaciones, en un radio aproximado de 500 kilómetros, serían sumamente considerables.
Rodríguez López descartó que las empresas sean quienes se preocupen por el cuidado del medio ambiente y advirtió que deberá ser el gobierno quien se ocupe de solventar la falta de una estrategia de contención, donde la sociedad civil y población en general debe incidir para hacerse de información sobre las implicaciones de aplicar dicho sistema de explotación, y exigir garantías a los poderes.
Además, la especialista en Ingeniería Bioquímica consideró que, tomando en cuenta la actualidad, donde se brinda únicamente el 0.3 por ciento del Producto Interno Bruto, a la investigación y desarrollo científico y tecnológico; los proyectos que busquen dar a conocer dichas repercusiones serán minados y rechazados por el gobierno, disminuyendo la posibilidad de que Petróleos Mexicanos, que ya apoya a investigadores que trabajan en temas de contaminación derivada de la extracción del crudo, pueda continuar haciéndolo.
Advirtió que son más los efectos negativos que los positivos, acarreados de la excesiva explotación a la que se someterá el país con el arribo de un importante número de empresas, y puso énfasis en la necesidad de lanzar un llamado a la sociedad para que se informe al respecto, sobre todo acerca de lo que pasa actualmente y lo que seguirá pasando, así como sus implicaciones hacia futuras generaciones y manifestando que en el caso de Aguascalientes, de tomarse como un centro para implementar el fracking, los resultados serían devastadores.