Arde la ciudad ¿Y los bomberos? / Cocina política - LJA Aguascalientes
22/11/2024

Personas inútiles. De enero a la fecha, más de dos mil familias en Agüitas no tienen pan en la mesa. Ya que la Presidencia Municipal ha despedido a más de dos mil trabajadores, con el argumento tal y como lo declaró públicamente el 8 de enero de 2014 Manuel Cortina Reynoso, de “que no son necesarios para la óptima prestación de los servicios públicos para beneficio de la gente buena de Aguascalientes”.

Bomberos inútiles. Un nuevo abuso acaba de cometerse en el Ayuntamiento de Aguascalientes, en donde, al ejecutar un acto de autoridad se ha incurrido en dos iniquidades en perjuicio del sufrido pueblo hidrocálido. Por un lado: reducir a su mínima expresión un servicio fundamental, para la protección y asistencia civil, al despedir a 23 heroicos bomberos municipales, y por el otro: desproteger a la población ante los siniestros, dejando a los ciudadanos prácticamente a su suerte, como acaba de ocurrir en el incendio registrado en la tradicional dulcería “El Pariente”, en pleno corazón de la Ciudad.

Se quema la gente buena. Estimado lector, apreciable lectora ¿Qué dirá el empresario local, propietario del negocio siniestrado, cuando le expliquemos que no se pudo controlar eficientemente el incendio que consumió una vida de esfuerzo y trabajo? ¿Cómo le vamos a explicar que no se pudo extinguir a tiempo el fuego, porque sólo se contaba con una cuadrilla de bomberos y no con un pelotón como era lo adecuado? ¿Qué les decimos a los 36 empleados que se van a la calle, porque su fuente de empleo se consumió ante la falta de elementos en el Heroico Cuerpo de Bomberos? Sólo hay una respuesta. Una verdad que salta a la vista, y es que ésta no es, pero de ninguna manera, la “óptima prestación de servicios públicos” que prometió el Sr. Cortina; que esto no es “para beneficio de la población” como lo ofertó y, sobre todo, que no es esto lo que merece la gente buena de Aguascalientes.

Hombre, héroes. ¿Qué decir de los 23 heroicos bomberos injustamente despedidos? Ellos están prestos para explicar a quien quiera escuchar su voz, que si hubiera acudido el personal suficiente se habría controlado en menor tiempo y con menores daños, el incendio a que me refiero. Están para dar testimonio personal de que su vocación es la asistencia a las personas, el auxilio de quien lo necesita. Y están para decirnos lo que ya todos sabemos: que de ser necesario, darían su propia vida en favor de los demás.

Entre los habitantes de Aguascalientes capital ¿Habrá alguien que se atreva a decirles que su servicio no es necesario? ¿Habrá quién pueda justificar no sólo su despido, sino la desprotección de la población civil, bajo el insostenible argumento de que no se les puede pagar? ¿De que no hay dinero para pagar la protección ciudadana?

Tres mil millones de presupuesto. Con un presupuesto, como el que se autorizó para el ejercicio fiscal 2014 al municipio de Aguascalientes, de tres mil 34 millones 997 mil 962 pesos, no es válido esgrimir que no hay recursos suficientes para garantizarle a la población, que nunca más verá consumirse en llamas sus bienes, porque no hay personal suficiente. Es una obligación velar porque el día de mañana, no tengamos que lamentar ciudadanos lesionados y, menos aún, fallecidos en un incendio porque los servicios de protección civil resultaron inadecuados ante la insuficiencia de personal.

¿Quién es el inútil? No puede haber mayor prioridad presupuestal que la de salvaguardar la seguridad en los bienes y la integridad de las personas. Ojalá que la luz de la razón activara el raciocinio del funcionario Cortina y de los funcionarios que guadaña en mano determinan quién es útil y quién no. Quizá quieran ellos comenzar por evaluar su propia valía laboral…

Josefina Vázquez Mota, siendo Coordinadora de la Fracción Parlamentaria del PAN en la LXI legislatura federal, expresó que lo más trágico en los casos de siniestros y desastres, donde ha habido pérdidas humanas o materiales, es que en su mayoría han sido perfectamente evitables.

Mi más solidario abrazo y un cafecito endulzado con mi profunda admiración, a los heroicos bomberos. Siempre serán bienvenidos a esta su cocina.


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