Ya llegó, ya está aquí, el que va a calmar al PRI… Bueno, no, realmente no, pero en la sede del tricolor están urgidos de que alguien calme las aguas, ya no quieren más olas. De ahí que tras la debacle sufrida en las elecciones pasadas el grillerío se sale del comal y la dirigencia ya no haya cómo ponerles un estate quietos a los apuntados para el 2013.
¿Qué no perdieron? Matemática básica, 100% es igual a todo y, voto por voto, casilla por casilla, el PRI no pudo con el paquete, así que se aferra a presumir que ganó su candidato a la presidencia de la República y reiterar, machaconamente, que es el tiempo de Peña Nieto.
La lealtad, la unidad, disciplina y el trabajo son los valores fundamentales para sacar adelante las decisiones de los partidos políticos –citan los priístas en un comunicado de prensa a Pilar Moreno Montoya, diputado federal electo por el Distrito I– y para que quede claro el mensaje, agregan que el futuro legislador “resaltó y respaldó el amplio trabajo realizado por la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional”.
Pues sí, no queda de otra, en lo que espera que le hagan caso y lo premien con una delegación federal, Lupe Ortega anda desesperado tratando de poner orden, por todos lados le saltan remplazos y los grupos tricolores no dejan de darse patadas por debajo de la mesa.
Ahí está el anuncio del tentativo regreso de Adrián Ventura, quien se perfila como candidato para la alcaldía o bien a liderar al Congreso local, es decir, a cobrar la disciplina con que relevó a Gabriel Arellano en la Presidencia Municipal.
No aprende el PRI que es indispensable la reflexión postelectoral, y esto apenas empieza.
En el PAN tampoco cantan mal las rancheras y cuando todavía no se apagan las velas del festejo por las sorpresivas victorias en la elección local, ya se comienzan a vislumbrar los reacomodos, porque quietos no se van a quedar ni Martín Orozco ni Fernando Herrera, mucho menos Paquín, quien bien se puede dejar deslumbrar por el supuesto arrastre que tiene entre los electores e ir por más, es decir, repetir la historia de saltar de un cargo a otro (sin finalizar el periodo para que fue elegido) y postularse para la alcaldía capital.
Aunque ahí tendrían que vérselas con la opinión de Felipe González, quien pronto dejará de ser senador y ya advirtió que regresa a Aguascalientes para convertirse en “uno más” de los panistas que intentan dejar atrás los viejos liderazgos. En corto, el ex gobernador le gusta subrayar que uno de los fracasos mayores de la reforma política en las cámaras es no permitir las candidaturas ciudadanas, ejemplifica subrayando que los votos obtenidos por Josefina Vázquez Mota fueron gracias a su esfuerzo y no por el PAN.
Así las cosas, González González regresará a su terruño para impulsar los nuevos liderazgos, que en traducción grillera es: repetir la fórmula de candidatear un empresario “con carisma”, lo que abre la puerta a Ricardo Rodríguez de la Coparmex y, por supuesto, a Felipe González júnior.
¿Y la militancia partidista, apá? No pues esa puede esperar, porque visto está que en la práctica lo que importa es lo que te mantenga en el presupuesto (ahí te hablan Paco Dávila, de vuelta a la nómina pública) o se consiga para las urnas, y si no, ahí está el reciente intercambio de acusaciones entre partidos y sindicatos.
¡Panista¡ ¡Priísta! Se acusan unos a otros y exponen, por ejemplo, la relación Jesús Ramírez Ramírez, secretario general de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), con el PAN, que en las pasadas elecciones le ganó a la CTM… Así como es claro que el SNTE, operó por identidad histórica para el triunfo de Peña Nieto, el líder con el propósito de ganarse una curul en el Congreso local ya comienza a presumir el trabajo realizado en las pasadas elecciones, ¿a favor de quién?, sólo Ramírez Ramírez lo sabe, es decir, depende del interlocutor.
Mientras tanto el de la CROM ha comenzado a hacer leña del árbol caído y ya se puso exigente con el gobernador, Jesús Ramírez, con todo respeto, por supuesto, ya le demandó a Carlos Lozano que distribuya equitativamente los contratos de las nuevas empresas que se instalarán en Aguascalientes, y nomás para dejar en claro contra quién va la jugada, declaró que “hay que garantizar atención, acceso a liderazgos, a quien les resuelva sus asuntos, cosa que no ocurre con quien pierde elecciones”.
Pero a Alfredo González, las declaraciones de los demás, no lo achicopalan, como se vea, aunque perdió en las elecciones, salió ganando, en el fondo el líder cetemista quedó tranquilo por no acceder a una curul federal, pues desde la capital no es tan fácil cuidar los intereses de sus agremiados, pero sobre todo, estar al tanto de la lealtad de sus subalternos, que en cualquier momento le podrían dar baje con el puesto.
Tan tranquilo está González que puede dedicar tiempo a su verdadera vocación, y ahí lo tiene, consolándose de la reprimenda que le dieron por el exceso de confianza demostrado en las elecciones, participando en el torneo de golf de la UAA, donde ahí sí, ganó de todas todas, no cualquier cosa, se llevó el primerísimo lugar. Todo fuera como tener buen swing.