- Desde abril, la pareja de mujeres presentó el amparo con ayuda de Colectivo SerGay
- En 10 días más se espera el dictamen de la sentencia, en caso de atraso serán 4 meses más
El pasado 22 de agosto fue notificado por el juez cuarto de distrito del Centro Auxiliar de la Novena Región, José Juan Múzquiz Gómez, la resolución en positivo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sobre el amparo emitido por las aguascalentenses Susana Ortega Guzmán y Mariana Martín Aguirre ante la negatividad del Registro Civil local para efectuar su matrimonio civil.
Este es el segundo caso de matrimonio igualitario que se aprueba en el estado a pesar de que la normatividad local no considera tal acto, ya que en los artículos 143 y 144 especifican que el matrimonio es entre un hombre y una mujer, con la finalidad de la procreación; como se recordará, el pasado jueves se anunció el primero de ellos por Manuel Gutiérrez Flores y Javier Rodríguez Rivero.
Esta pareja de mujeres metió el amparo días después que la pareja de hombres, ambos con el apoyo de Colectivo SerGay A.C. y asesorados por el abogado que ha llevado la mayoría de los casos exitosos en todo el país; el proceso llevó cuatro meses de este año ahora sólo faltan diez días más para que se dé el dictaminen de la sentencia, según Susana Ortega, en el caso de que este último paso se atrase, serán cuatro meses más para poder comenzar los requisitos prematrimoniales como cualquier otra pareja heterosexual, “no esperábamos que fuera tan rápido, las firmas oficiales ya están así que es un hecho nuestro matrimonio”.
Para la joven pareja, este paso va más allá de lo sentimental “son nuestros derechos y no porque seamos dos mujeres no podemos ser acreedoras a ellos”, aunque reconocen que será un proceso largo y complicado para que aquel sector de la población “cerrado y conservador” acepte este tipo de actos, “pensamos que iba a ser más tardado porque Aguascalientes es muy conservador cuando se habla de la homosexualidad”, a pesar de que en otros estados los amparos han fallado a favor, dudaban que su caso fuera aprobado.
Entre los ataques más comunes en las parejas del mismo sexo, sobre todo en lugares públicos, se encuentra las peticiones a retirarse sólo por tomarse de la mano o besarse, “esperamos que no se lleguen a golpes ni agresiones más fuertes, menos ahora que ya los amparos están siendo una herramienta recurrente para las parejas que desean contraer matrimonio, la gente que no conoce del tema es la que ataca”.
¿Por qué casarse?
Mariana: “Nos han criticado mucho por esto, pero para nosotras, al igual que para Manuel y Javier, esto es el primer paso para que en nuestro estado cambien las cosas porque si no se empieza a debatir el tema la sociedad seguirá ignorante hacia la diversidad sexual y los derechos humanos; somos como cualquier otra pareja que desea acceder a sus prestaciones como seguridad social, vivienda, protección al patrimonio familiar, no es por moda ni para hacer grilla”.
Susana: “El día de mañana que queramos tener un hijo queremos que tenga nuestros apellidos y además que sea protegido por la ley y sólo con el matrimonio civil puede lograrse; ahora el único problema será cuál apellido irá primero”.
El matrimonio igualitario ha sido tema de debate en todo el mundo por décadas y décadas con avances importantes; la pareja reconoció ser un tema que estará muchos años más en la mesa política y social pero en conjunto con Colectivo SerGay y ambas parejas próximas a casarse, han preparado un amparo colectivo donde se recaudaron más de 150 firmas, tanto de personas de la comunidad homosexual como heterosexual, con la finalidad de que se obligue al Congreso local a modificar el marco legal y que cuando otra pareja del mismo sexo quiera efectuar su matrimonio civil no necesite un amparo.
“No pedimos un trato especial, sólo exigimos que se nos respete nuestros derechos”, desde su opinión, el que se pretenda implementar la ley de sociedades de convivencia en el estado, no atienden en ningún porcentaje a las exigencias de la comunidad ya que Aguascalientes tiene el mal de ir poco a poco pero nunca llegar al máximo, “estamos seguras que si se aprueban, ahí se va a quedar el asunto, nadie más tocará el tema del matrimonio, porque la gente tiene miedo a alzar la voz y cambiar sus tradiciones”, para ambas, el tema tiene que ir de tajo, directamente a reformar el Código Civil.