Raúl Alonso Jiménez Rodríguez tiene 23 años de edad y justo hace 15 años caminaba por la ciudad de Madrid, en la sala de trofeos más grande del mundo, frente a nueve copas de Europa y una infinidad de títulos, postales como la del legendario Di Stefano, el Ángel de Madrid, Raúl y el botín de Hugo Sánchez hicieron ver a Jiménez su destino: Ser como el pentapichichi.
Su carrera empezó pronto en el América, muchos torneos y títulos en las selecciones menores del equipo más odiado de México, muchos títulos de goleo en los torneos sub 20, varias convocatorias a selecciones menores y ver marchar a varios jugadores fueron obstáculos en la carrera de Raúl, jugó con el Werevertumorro y lo dirigió Alfredo Tena quien lo llevaría a debutar en Primera División en 2011. Tres años y seis torneos bastaron para consolidar su carrera.
Raúl es un tipo poco carismático, medio mamón, al grado de llegar a pintarse el cabello con unos rayos, de esos que hacen recordar a Cantona y a Balotelli, tiene un tono de voz y una actitud frente a la prensa de superioridad, como si hasta en eso quisiera ser como Hugo Sánchez. Tuiteó en un par de ocasiones que es del Real Madrid y hasta un ‘Hala Madrid’ escribió, ahora su fichaje por el acérrimo rival de la ciudad lo reubica en las circunstancias pero no en su objetivo de ser como Hugo, ahí en el Atlético empezó la leyenda del pentapichichi.
A Raúl no le importa demostrar su sangronería cuando se le pregunta si tiene algún defecto y responde que ninguno, cuando se le pregunta quién es el más “carita” de su equipo no duda en responder que él. Cuando se le inventó un chisme de que había golpeado a su novia con un extintor no se molestó en dar explicaciones y nadie sabe si fue verdad o no. Cuando se le pregunta de moda dice que siempre se viste bien. La imagen de Nike en México tiene como ídolos a un delantero merengue, Raúl y a unos delanteros que según él, son similares a su estilo de juego y osó compararse con las leyendas americanistas Zague, Hermosillo y un poco menos, Peláez. Cuando se le pregunta por un DT no duda en ser barbero y decir al técnico en turno, ahora Miguel Herrera es su preferido, antes lo escuché decir que era Tena.
Raúl Alonso tiene novia y le manda mensajes en su twitter, no oculta esa faceta de su vida, la tal Paloma (Nuestra Belleza Sinaloa) parece tener vida bien y estar siempre del lado de Raúl, lo retuitea una o dos veces por semana. Raúl tiene una personalidad extraña pero como futbolista es un tipo diferente, un hombre que estoy seguro la romperá, como dicen los argentinos y con madre, como dicen los mexicanos, un delantero alto, capaz de rematar de cabeza como en la semifinal de los Olímpicos donde fue campeón en 2012, a pesar de ser suplente de Oribe y de Gio, o anotar de pie como lo hizo en varias ocasiones con su derecha fina del lado de Benitez en América y de Peralta en la Selección o anotar de penal con la frialdad que él sabe, el mejor cobrador de penales mexicano que he visto, rápido, lento, pausa, de derecha, con el portero vencido, 100% efectivo como en la final dramática que le dio el campeonato a las Águilas.
Raúl tiene como estadio favorito al Azteca que lo vio coronarse en la sub 20, que lo vio dar la vuelta con su medalla de oro, que lo vio ser campeón con el América y que lo vio hacer una de las mejores piruetas en la misma portería donde Diego anotó con la mano y Negrete de tijera, Jiménez lo hizo a la Hugo, de chilena en un hexagonal que lo llevó hasta el Mundial y casi meterle un gol a Brasil en un tiro de larga distancia, otra cualidad de Jiménez, el mejor 9 que un equipo puede desear, además es regateador como un 11, el número que carga en el Atleti.
Ya jugó en el Bernabéu, ya jugó en el Calderón, ya ganó una Súper Copa y el sueño de ser como el pentapichichi está en su cabeza, en sus pies, en sus chilenas y en sus maromas que, como Hugo, también las hace cada vez que anota, Jiménez, sin duda, es un jugador con personalidad controversial pero un talento de clase mundial.