Para alimentar la furia de los denostadores profesionales que emplean las redes sociales para quejarse, Enrique Peña Nieto volvió a aparecer en el show matutino de Televisa, ¿está bien, está mal?, no debería importar, es una opción más de la estrategia del Gobierno Federal para difundir las “bondades” de las reformas; en el mismo programa que conducen Andrea Legarreta y Raúl Araiza se anunció que la conversación se trozaría en varios fragmentos para hacerla durar toda la semana; mirado con sentido del humor, esos segmentos mañaneros sólo son joyas de humor involuntario, si en la primera emisión a la conductora todo le parecía bonito, en la cápsula de ayer el actor nos brindó su mejor cara de sorpresa ante la silla presidencial… y sí, se ríe uno y ya, no es para desgarrarse las vestiduras.
Presidencia, siempre atenta a las bravatas, tuiteos y publicación de estados en Facebook, en un intento por complacer a todos los públicos, ayer abrió otro foro, otra entrevista con Peña Nieto, para que los de siempre no se quejaran se ligó el show a la celebración del 80 aniversario del Fondo de Cultura Económica, el director del FCE, José Carreño Carlón, invitó a seis periodistas “serios” (por llamarles de alguna manera) para conversar con el presidente, se inventó un programa que fue ampliamente difundido en televisión abierta e internet, para que Pascal Beltrán del Río, Ciro Gómez Leyva, Pablo Hiriart, León Krauze, Denise Maerker y Lili Téllez hiciera las preguntas que quisieran al presidente.
No se puede dar gusto a todo mundo, no faltó quien dijera, al mejor estilo de López Obrador al grito de compló, compló, por qué no se invitó a Carmen Aristegui (en descargo, no se convocó a Joaquín López Dóriga), como haya sido la selección de periodistas, al final hubo de todo para todos, desde las zalameras intervenciones de Lili Téllez, cada una de ellas un elogio desmedido disfrazado de pregunta (¿cómo es que usted sí se atrevió, Señor Presidente?, en ese tono de mayúsculas admiradas) hasta el cuestionamiento directo de León Krauze en que contravino la tesis de Peña Nieto acerca de que la corrupción es un mal cultural.
El dueño de la pelota era el presidente, era evidente que si se animó a jugar es porque requiere, de nuevo, difundir las “bondades” de la reforma, guión que se ha esmerado en aprender de memoria y maneja ya con naturalidad, sin embargo, cuando se le saca de esa guía, trastabilla, elude y resbala; un primer momento fue cuando Ciro Gómez Leyva puso el tema de los costos de las reformas, es evidente que ronda el fantasma de las subvenciones extraordinarias o bonos recibidos por todos los grupos parlamentarios y que hasta ahora sólo el encabezado por Ricardo Monreal ha decidido devolver, Peña Nieto se incomodó, finalizó eludiendo en tema señalando que cuando él habla de “ceder, quiere decir enriquecer”… bueno, visto así, se entienden tantas cosas.
Corrupción y ADN, pero quizá el mejor momento del largo comercial que intentó Enrique Peña Nieto fue el desacuerdo mostrado por León Krauze cuando no le aceptó al presidente que la corrupción era un mal cultural, el periodista que actualmente conduce los noticieros de Univisión en la ciudad de Los Angeles, puso como ejemplo los 13 millones de mexicanos que viven en California y pagan impuestos, no se pasan los altos y, en general, respetan la ley, no dan muestra entonces de llevar en la sangre el gen de la corrupción, y culpó directamente al Partido Revolucionario Institucional de promover y fomentar una forma de actuar perversamente, contra la norma. Queda ahí para la discusión, por lo pronto, bien el apunte.
Aunque a la luz de los actos privados recientemente difundidos, sobre todo por legisladores, se tendría que apuntar que incluso los del PRD y el PAN llevan un pequeño priista en su corazón (Purificación Carpinteyro es perredista, Luis Alberto Villarreal era el jefe de la bancada blanquiazul) y en el mapa nacional, hay gobernadores de casi todos los partidos políticos, lo mencionamos para poder incluir una cita de Juan Manuel Portal Martínez, titular de la Auditoría Superior de la Federación, quien señaló que los gobernadores, todos, eran unos irresponsables en el manejo de recursos públicos; en una entrevista que concedió a El Universal a principios de año, Portal Martínez dijo “No hay disciplina para el ejercicio del gasto y los gobernadores usan el presupuesto de manera irresponsable. No hay equilibrio entre el ingreso y el gasto que están realizando. Esto implica que tienen que recurrir a otros fondos, como el endeudamiento o a fondos federales. En la medida en que se cierre la llave para que no usen los fondos federales, tendrán que reducir el gasto y que no se endeuden. Ojalá y la Confederación Nacional de Gobernadores (Conago) tome cartas en el asunto, porque todo mundo hace como que no ve”… Sí: ouch, sobre todo porque la Confederación que hoy encabeza Carlos Lozano de la Torre y que pronto le pasará la estafeta a Gabino Cué, no tiene en su agenda nada sobre transparencia y rendición de cuentas; de la misma forma que la Cámara de Diputados ha dejado de lado la discusión de la Comisión Nacional Anticorrupción.
Pasada la medianoche terminó el ejercicio del FCE, cada quien tendrá su opinión acerca de la labor desempeñada Denise Maerker, Lili Téllez, Pascal Beltrán del Río, Ciro Gómez Leyva, Pablo Hiriart y León Krauze; Gabriel García Márquez escribió en alguna ocasión que “el periodismo merece no solo una nueva gramática, sino también una nueva pedagogía y una nueva ética del oficio, y visto como lo que es sin reconocimiento oficial: un género literario mayor de edad, como la poesía, el teatro, y tantos otros”, quienes demanden la cabeza de los comunicadores por no arrancar la cabeza del presidente con sus preguntas deberían recordar esas palabras.
Ranchito news. No nos vamos sin comentar notas locales, como que en algunas columnas nacionales ya se dice que el aguascalentense Rubén Camarillo Ortega aprovechó su participación en la redacción de la Reforma Energética para satisfacer intereses personales. Uh. Antes de convertirse en el eje del escándalo y la impunidad política, Oceanografía habría sido motivo para que personas como Camarillo, Juan Bueno Torio, Francisco Domínguez y su tocayo Francisco García Cabeza de Vaca se pusieran a hablar bonito con los legisladores del Revolucionario Institucional. En resumidas cuentas, los panistas pidieron que la empresa de Amado Yáñez y los hermanos Bribiesca quedase privilegiada en la celebración de contratos de actividades petroleras. La explosión del millonario fraude a Banamex no paró el asunto, sólo lo transformó. Los panistas sacaron de escena a Oceanografía, pero insistieron en convertir a otros de sus amigos en proveedores del nuevo sistema energético. Ahí nomás, todo eso desatado por una columna de Carlos Loret de Mola, a ver cuáles son las reacciones en lo local.
La del estribo. El intercambio de favores no es una idea descabellada en la política, de hecho es muy común y se practica a todos niveles. De hecho todas las reformas estructurales se realizaron con base en un pacto desechable, después del cual los partidos quedaron más distanciados que nunca. Presentes están las acciones de inconstitucionalidad en materia de telecomunicaciones, fiscal y, por supuesto, energética. Al tiempo.
@PurisimaGrilla
