Vigilancia feminista / Piel curtida - LJA Aguascalientes
23/11/2024

Recién se instaló el Observatorio de Violencia Social y de Género de Aguascalientes (OVSGA), un gran acierto para la entidad, pero ¿qué tanto conocemos las facultades y alcances de estos organismos? Como en la política formal, es necesario identificar los mecanismos para el ejercicio pleno de la ciudadanía; y es lamentable que durante la educación básica, a la que la mayoría de la población logra acceder, la formación cívica se enfoque a aspectos patrióticos simbólicos, historia oficialista y al aprendizaje de pocos (partes de) artículos de la Constitución Política Mexicana; lo cual deja de lado los procesos para la denuncia individual y colectiva, las estructuras y dinámicas del sistema político, así como el desarrollo de habilidades para la interpretación de datos y la enseñanza de protocolos para ejercer el derecho de acceso a la información. Ante ello, los observatorios tienen un gran potencial y responsabilidad.

Debido a la fuerza política y recursos de organismos internacionales, como las dependencias de la ONU, éstos plantean metodologías titánicas para observatorios, con el análisis de indicadores sobre algún tema, los que se segmentan por variables de origen (posibilidades causales), manifestación y de acciones positivas respecto al fenómeno a vigilar; esquemas bajo los cuales trabaja el Observatorio de Seguridad Pública y Gobernanza de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, lo cual plantea expectativas para el Observatorio de Arte y Cultura de la misma institución. Por ejemplo, si se quisiera analizar el consumo cultural, se podrían incluir índices de educación artística y formación de artistas, niveles de asistencia a eventos, así como las estrategias que se han diseñado y aplicado por el Estado, instituciones y organizaciones civiles para la formación de públicos o financiamiento, por mencionar algunos puntos. Además de este tipo de documentación, se suelen realizar contrastes entre los datos que ofrecen instancias gubernamentales en comparación con instituciones estadísticas y académicas externas al espacio geográfico que analiza el observatorio en cuestión, y en algunos casos, frente a investigaciones propias, aunque esto requiere de equipos laborales de gran tamaño, dedicación y un significativo auspicio económico.

En general, un observatorio es una entidad que vigila el comportamiento de ciertos fenómenos en una zona y lo que se dice de éstos por diferentes organismos, para así enunciar omisiones, aciertos u ofrecer diagnósticos, lo cual, en el mejor de los casos, es retomado por aquellas personas o colectividades con interés en temas coyunturales para el desarrollo de políticas públicas, y durante el trabajo de los observatorios se gestionan prácticas de gran beneficio para la ciudadanía: la difusión de información de fácil acceso. Entre las miles de subpáginas del INEGI y términos estadísticos, así como los formatos para la solicitud de datos vía transparencia, en pocas ocasiones la población tiene la oportunidad de localizar cifras, denuncias o documentos; por lo que los observatorios tienen la responsabilidad de utilizar plataformas y mecanismos de comunicación más accesibles para aportar a la democratización de la información.

Al retomar el tema del Observatorio de Violencia Social y de Género de Aguascalientes, éste es el primero de carácter ciudadano con agenda de perspectiva de género que logra materializarse, aunque ya han existido otros intentos por diferentes asociaciones civiles. Este proyecto representa para la entidad un vehículo de visibilidad de las necesidades sociales a causa de la diferencia sexual. Por ejemplo, de acuerdo a los Indicadores PROIGUALDAD en México, la tasa de participación económica femenina en Aguascalientes está por debajo de la media nacional (43.4%), y según datos del INEGI de 2008, las mujeres en el mercado laboral ganan alrededor del 54% de lo que ganan los hombres. Entre otros temas de coyuntura, se divulgarán cifras sobre femicidios y violencia feminicida, así como crímenes de odio por homo, lesbo y transfobia en la medida de lo posible; ya que es más difícil la cuantificación de este último tipo de violencia porque muchas veces se oculta la orientación o identidad sexual de la víctima. Esto representa un gran foco de atención con las recientes pugnas de la sociedad civil organizada por la vigilancia del feminicidio, como en Guanajuato y el Estado de México.

Al respecto, el OVSGA, de acuerdo a información recabada en medios de comunicación y cifras proporcionadas por el Poder Judicial del Estado de Aguascalientes a la solicitud 222/2012, del 2001 al 2012 se ejecutaron 90 feminicidios en la entidad, de los cuales la procuraduría no tiene datos de 42; aunque en una primera lectura parecería que estas cifras plantean un tipo de opacidad, es importante recordar que no fue hasta 2013 cuando se tipificó el feminicidio para Aguascalientes. Aunque los observatorios ciudadanos son de gran preocupación para la vieja escuela de la política formal, lo cierto es que en el tema de Género, las y los implicados se encuentran en múltiples sectores: en el religioso, empresarial y en la propia familia; aunque sí, el Estado debe asegurar la correcta implementación de mecanismos de protección, atención y sanción de la violencia por cuestiones de género, lo cual no sólo afecta a las mujeres.

Con este observatorio coordinado por la Colectiva Feminista Aguascalientes, con apoyo del Instituto Superior de Educación Sexual y organizaciones civiles que se sumen, se plantea un nuevo escenario para el estado, y no me refiero a una transformación de 360 grados, ni inmediata, ni tampoco de gran concordia; sino que con este sinóptico diferentes dependencias, instituciones y sociedades estarán atentas de cómo serán registradas por este observatorio, claro… siempre y cuando emplee estrategias de comunicación de gran impacto como para informar a la población, bien dicen: “corazón que no ve, corazón que no siente”, y la falta de divulgación puede dar la impresión de tranquilidad, aunque ésta sea destructiva. Por el momento, una invitación a visitar el apartado de georreferenciación de feminicidios de la página del OVSGA, www.ovsgags.org.mx, a través del cual sorprenden algunas marcas de femicidio consumado, e intentos, a pocos metros de distancia entre sí, incluso algunos en la misma cuadra, aunque en diferentes momentos. ¿Estas marcas de violencia y muerte podrían ayudarnos a generar una nueva consciencia sobre el poder desigual entre los sexos? ¿Estos registros de odio podrían cambiar la perspectiva sobre las muertes de mujeres, cuando en ocasiones el que hayan sido sexoservidoras o se hayan separado de su pareja es el punto central de conversación en lugar de la aplicación de justicia? Familiares y amigos esperamos el informe semestral de este observatorio, una oportunidad para la ciudadanía y la democracia de acceso a la información, para reconocer lo que sufre y padece el y la de enfrente.

[email protected]

Twitter: @m_acevez



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