- Explica el director de la Universidad de las Artes que es por lo demandante de las disciplinas
- Aunque la Universidad de las Artes registra un índice de deserción alto, las autoridades aseguran ser natural en todas las áreas del conocimiento
Toda institución educativa manifiesta un índice de deserción, ya sea semestral o anual, dentro de sus ejercicios de análisis de resultados, en algunos casos llega a ser muy llamativo y preocupante los números que manejan públicamente, sin embargo las razones por las cuales se da tal problemática tienen una variedad de raíces que pocas veces se analiza.
Javier Velasco, director general de la Universidad de las Artes, reconoció que la institución mantiene un grado de deserción muy alto causado por lo demandante que son las carreras en el área artística, sin embargo se trata de una constante en todas las áreas de enseñanza del conocimiento, mas no de un caso específico de la institución.
“Por ejemplo, en Danza Clásica admitimos a 15 alumnos pero como es una carrera que dura ocho años vienen egresando de tres a cinco personas”, en el caso de Danza Contemporánea los perfiles concretos aceptados son de máximo 15 y la generación más grande que ha egresado es de nueve alumnos, “el rigor, el compromiso y las implicaciones que se tienen con las disciplina a veces no las aguantan los alumnos”, dejando en claro que son carreras de tiempo completo donde el alumno no puede ocuparse en otras cosas alternas a su formación artística por su gran demanda de tiempo, dinero y esfuerzo.
La deserción, según Velasco, es un ejercicio muy común a nivel nacional en las escuelas de arte pero también se tiene la opción de que una vez que desertan de los estudios los alumnos siguen trabajando en el área, por ejemplo en el semestre pasado en la licenciatura en Teatro, de 20 jóvenes que iniciaron cinco ya no se inscribieron pero son personas que hacen teatro y viven de él, “probablemente cuando resuelvan sus asuntos personales puedan regresan a la universidad”, son cuestiones en muchos de los casos económicas, pues por ser carreras tan demandantes no puedes trabajar y estudiar a la vez.
Aunque es un fenómeno natural en todas las instituciones, en esta específicamente se refleja más por tratarse de una comunidad de no mayor a 580 alumnos, divididos en cinco licenciaturas y una maestría con grupos de 15 a 20 alumnos por semestre; cabe destacar que las políticas de la Universidad de las Artes de tener grupos pequeños tiene que ver con la atención personalizada que requieren las disciplinas ofrecidas.
En contrapartida con la deserción, Javier Velasco aseguró que la demanda es cada vez mayor al inicio de cada convocatoria lo cual les da como autoridades la certeza de que la deserción no es cosa de interés sino de situaciones externas; en el caso de la licenciatura en Artes Visuales, que es la más demandada, la convocatoria se abre en el mes de julio resultando una cantidad de más de 120 aspirantes de los cuales sólo se aceptan 40, “esta carrera es la única que aceptamos grupos grandes por la modalidad de la técnica de enseñanza”.
Donde son procesos más colectivos, como la danza o el teatro, son grupos reducidos de diez o 15 alumnos, la demanda llega de los 30 a los 70 aspirantes, mientras que en la maestría en Arte Contemporáneo para este nuevo ciclo escolar se recibieron 35 solicitudes que sólo aceptaron a diez.
El proceso para la selección de los perfiles varía según la carrera, pero todos duran una semana aproximadamente, por ejemplo en Artes Visuales se hace un examen de fotografía, de destrezas sicomotrices a través del dibujo, examen de comprensión lectora y razonamiento verbal, una entrevista y una carta de exposición de motivos; para las carreras más técnicas como Teatro, se hace exámenes de improvisación, dicción, comprensión lectora. Todos los procesos de admisión ocupan equipos especiales divididos en consejos técnicos académicos de 20 profesores.