Los comicios del pasado domingo 6 de julio en el estado de Nayarit representan el comienzo de una nueva etapa de modernidad electoral del país que brinda valiosas lecciones para los planificadores de campañas políticas que viven en el “autoengaño” y con nulo profesionalismo, insisten en aplicar viejas recetas de acción política ante escenarios inéditos de convocatoria ciudadana.
En la modernidad electoral de Nayarit se impuso la frivolidad política. Y el discurso del “cinismo” apareció como una opción legítima entre el electorado. Las campañas negras tradicionales demostraron su ineficacia; carentes de elementos suficientes para contrarrestar la nueva campaña-espectáculo en que se basa la puesta en escena de la “autocrítica-demagógica” de los propios candidatos. La victoria de Layin, parece un buen ejemplo de una eficaz campaña de “autocrítica-demagógica”, un método de persuasión del voto liberado de las ataduras que sufren los candidatos obligados a sostener un discurso “demagógico” de sus partidos políticos; discursos acompañados por una imagen publicitaria compacta, rígida y poco identificada con las aspiraciones del elector.
Layin, como candidato independiente, ha brindado una lección electoral digna de análisis. Las elecciones se han convertido en espectáculos frívolos, donde la propuesta política recibe rechiflas de un pueblo harto de ser engañado por sus gobernantes y que opta por aplaudir los actos de “victimización y cinismo” de algunos candidatos. Hoy, los bromistas y cínicos, a diferencia de los políticos formales, les parecen mucho más honestos a los votantes. ¿Quién dijo que la política es una cosa seria?
Ramírez Villanueva, que se registró en las boletas con el apelativo de “Layin”, impactó entre los electores cuando sus promocionales de campaña replicaron sin cesar “la campaña negra” que le adjudicaron sus adversarios, y en una acción política que para muchos representa el “cinismo extremo de un servidor público”, el mismo Layin se auto-promovió con el lema “sí robé, pero poquito”. La campaña de Martínez se sustentó en hacer “mofa” de su pasado como alcalde de San Blas cuando había sido postulado por el PAN (2008-2011).
La nueva imagen de campaña de Layin, como candidato independiente, se sustentó en reconocer que efectivamente como alcalde “le había robado poquito a la presidencia municipal porque está bien pobre. Le di una rasuradita -dijo-, nomás una rasuradita. Pero lo que con esta mano me robaba, con la otra se lo daba a los pobres”. Layin jamás perdió su “buen humor”. Hizo una campaña populachera, “dicharachera” y repleta de “charras” como se conocen las “bromas” de los hombres del pueblo de San Blas.
Así las cosas, los electores del municipio de San Blas, Nayarit, han elegido al segundo alcalde del país postulado como candidato independiente. El primer candidato independiente electo, fue el señor Raúl de Luna Tovar, en el municipio de Enrique Estrada en el Estado de Zacatecas, donde ya había sido Alcalde tres años antes, por cierto también postulado por el PAN. Layin, es un próspero comerciante de la región también conocido como el alcalde “dadivoso” que como candidato independiente venció con más de seis puntos de diferencia a la candidata de la Alianza PRI-PV-PANAL. Candy Yescas.
En cuanto a lo positivo del candidato Layin, debemos reconocer su incuestionable capacidad para reunir los exageradísimos requisitos que la Ley Electoral le exigió para obtener su registro como candidato independiente. Ahora se puede explicar el resultado de la votación en su favor como una consecuencia de su esfuerzo y popularidad que logró recolectar para su registro miles de firmas; muchas más de las que se requieren para registrar a un partido local y más, pero muchas más, de total de votos que obtienen en general los candidatos a Alcaldes en una elección constitucional tradicional.
No puedo pasar por alto un comentario de la victoria de los candidatos del PAN en los municipios de Tepic y el conurbado Xalisco. En esa importante zona urbana habitan alrededor del 60% de los electores del Estado de Nayarit. El PRD y el PAN, en una Alianza de “facto” se presentaron con candidatos únicos en todos los municipios y distritos del Estado. Esta peculiar Alianza ya demostró su factibilidad, incluyendo el caso de Layin en San Blas. Quizás la gran derrota de esta Alianza se presentó en el municipio de Bahía de Banderas, donde de manera sorpresiva se impuso la coalición PRI-PV-PANAL, en mucho, debido en mucho al crecimiento inédito del Partido Movimiento Ciudadano.
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