Líderes del momento / Taktika - LJA Aguascalientes
16/11/2024

 

Estadio Maracaná, Río de Janeiro, Brasil. 13 de julio de 2014. Como si hubiera escuchado la voz zu Befehl (¡A la orden!), la canciller de Alemania, Angela Merkel, se yergue y, olvidando la clásica frialdad germana, aplaude el gol de Mario Götze, el cual otorga la Copa del Mundo a los teutones. A pocos metros de ella, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, esboza su famosa sonrisa de tigre siberiano.

La escena arriba descrita sirve como prefacio al presente artículo, el cual pretende demostrar por qué Angela Merkel y Vladimir Putin son los líderes mundiales más importantes de la actualidad.

El 28 de mayo del año en curso, la revista Forbes nombró a la canciller germana como “la mujer más poderosa del mundo”, por haber hecho de Alemania la nación más próspera de la Unión Europea y, por ende, asumir el liderazgo del Viejo Continente. Asimismo, fustigó al mandatario estadounidense, Barack Obama, por haber permitido que la Agencia Nacional de Seguridad, (NSA, por sus siglas en inglés), espiara su teléfono celular.

La designación conferida por la precitada revista fue refrendada durante la semana pasada, la cual presenció la visita de Merkel a China (su séptimo viaje al país asiático), en donde visitó la ciudad de Chengdu, un importante centro logístico y sede de la automotriz Volkswagen. La mencionada urbe juega un rol primordial en la “Ruta de la Seda”; un plan sino-germano para crear una ruta ferroviaria que, atravesando Rusia, enlace a los dos principales países exportadores del orbe.

Más todavía, en Beijing, la líder germana conferenció con su contraparte china, Xi Jinping, y acordó ahondar los lazos comerciales. Además, impartió una conferencia a los estudiantes de la Universidad Tsinghua. Sin embargo, una prueba estaba por venir.

El descubrimiento de un par de ciudadanos alemanes, miembros del Servicio Federal de Inteligencia y del Ministerio de Defensa y que espiaban para la Unión Americana, enfureció a Merkel, quien estableció a su Ministerio de Asuntos Exteriores restringir las comunicaciones con los estadounidenses al mínimo. Igualmente, ordenó la expulsión del jefe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en Berlín.

Tras el mal rato que sus “aliados” norteamericanos le hicieron pasar, presenciar la victoria de la Mannschaft en Brasil (en donde se tomó una “selfie” con los campeones del mundo) fue un bálsamo para la dirigente teutona.

Merkel, por inclinación e interés, prefiere que su país permanezca anclado en las estructuras tras-atlánticas (La Unión Europea y la Organización del Tratado del Atlántico Norte). Sin embargo, ha notado que los escándalos de espionaje han provocado un sentimiento anti-estadounidense entre los germanos, quienes se sienten tratados como “república bananera” por Washington.


La emoción anti-yanqui se ha reflejado en un sorprendente nivel de simpatía por Rusia y su presidente, Vladimir Putin. Esto siembra dudas sobre la identidad nacional teutona y sobre qué país, los Estados Unidos o Rusia, “preferirán los alemanes.”1

Vladimir Putin, designado por Forbes en 2013 como el “hombre más poderoso del mundo”, utilizó su gira por América Latina para romper la cortina de reclusión que los Estados Unidos habían tendido sobre Rusia debido a la anexión de Crimea.

En Cuba y Nicaragua, el zar global renovó la cooperación económica y militar con sus antiguos adláteres de la Guerra Fría, Fidel Castro Ruz y Daniel Ortega. Más todavía, la mandataria argentina, Cristina Fernández de Kirchner, organizó al genio de la geopolítica una opípara cena con sus contrapartes: Evo Morales (Bolivia), José Mujica (Uruguay) y Nicolás Maduro (Venezuela).

En el país de las pampas, Putin ofreció que la Agencia de Energía Atómica, Rosatom, financiara y construyera dos plantas nucleares. Además, una delegación rusa visitará el yacimiento de gas esquisto de Vaca Muerta para evaluar su viabilidad.

Durante la reunión de los BRICS, y en un claro desafío al orden financiero mundial establecido al final de la Segunda Guerra Mundial, se anunció la creación del Nuevo Banco de Desarrollo, proyecto en el que Putin ha invertido mucho tiempo y dinero, desde la primera cita de los llamados “países emergentes”, ocurrida en 2009, en Ekaterimburgo, Rusia.

Sin caer en la trampa filosófica del historiador británico Thomas Carlyle de que todo lo que “ha ocurrido en la historia ha sido motivado por la acción de los grandes hombres: los héroes”. Es justo decir que las acciones emprendidas por la doctora en Ciencias y el antiguo espía de la KGB han moldeado y moldearán, para bien o para mal, el rumbo del naciente siglo XXI.

Aide-Mémoire.- Josetxo Zaldúa tiene razón respecto al “hombre que no nació para gobernar”: Barack Obama.

1.- Germany’s Choice: Will It Be America or Russia? http://www.spiegel.de/international/germany/as-us-scandals-grow-germans-seek-greater-political-independence-a-979695.html


Show Full Content
Previous Se acabó el Mundial: ¡No fue penal! / Vale al Paraíso
Next Instalan galería paracaidista en Paseos de Santa Mónica
Close

NEXT STORY

Close

La política cultural sin espacio

05/04/2016
Close