Durante los últimos días hemos recibido noticias inquietantes, sobre todo por su impacto en el mediano y largo plazo. Por ejemplo, una institución que ha sido parte de la garantía de la paz social ha sido el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que se supone es manejada de manera tripartita por el gobierno federal, por los trabajadores y por los patrones. Esto en lo teórico, pero en la realidad es una institución que depende del gobierno federal y tiene sus propias instancias de gobierno que toman las decisiones, y que sufrió, en los sexenios de las crisis recurrentes y de la frivolidad, mucho en materia económica y otras más una descapitalización de sus reservas que fueron dirigidas a los agujeros en las finanzas públicas provocadas por la corrupción y los malos manejos, y dejar así a las instituciones en una situación difícil para cumplir a sus ahorradores en materia de servicios de salud y en el pago de sus pensiones.
Esto lo hemos comprobado al revisar los resultados del IMSS del primer cuatrimestre de este año, pues de acuerdo con este informe los ingresos de la institución fueron de 76,598 millones de pesos, lo que es un aumento, contra el mismo periodo del año pasado, de 1.8% más. Debemos considerar que el año pasado fue un año económicamente malo, con un crecimiento anual de un 1.1%, y a pesar de eso el aumento de ingresos fue muy modesto. Se dice que el más bajo en cuatro años. Pero lo grave es que los gastos o egresos fueron de 138,966 millones de pesos, lo cual causó un déficit de 62,368 millones de pesos, por lo cual el gobierno federal se vio en la necesidad de hacer una transferencia por 87,892 millones de pesos, pues el instituto necesita esa cantidad para operar. De estos fondos, los ingresos, más la transferencia, se va a utilizar el 87% en sueldo y pensiones; en materiales y suministros fueron 10,896 millones de pesos, o sea medicinas y materiales de curación para el funcionamiento de las clínicas y hospitales del sistema del IMSS. Esto es menor en un 22% que el año de 2013. Lo anterior a pesar de que hay más familias derechohabientes. En infraestructura se invirtieron 447 millones de pesos, esto significa un 77.2% menor al año pasado.
Todo esto nos hace ver que la situación de la institución se está agravando y se encuentra imposibilitada para crecer en su infraestructura y personal para poder dar un buen servicio y tener más camas disponibles para atender a sus afiliados, sobre todo que una sociedad para estar en paz debe tener garantizados su alimentación, salud y educación o podría generarse una presión que no se pueda contener cuando se dispara.
Otro dato preocupante que ha dado el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado es que de diciembre de 2013 a febrero de 2014 se dieron de baja 8,691 patrones. Esto, se dice, debido al impacto que ha tenido en la economía la famosa reforma fiscal. También tenemos el anuncio de la Secretaría de Trabajo federal de que a raíz de la reforma laboral estará aplicando revisiones más severas a las empresas y que las multas serán más altas. Creo que no hay mejor manera de desanimar a los emprendedores y a los inversionistas.
Por otro lado, en el Congreso de la Unión se sigue discutiendo el aprobar o no la reforma energética, que según el gobierno federal será el detonador del crecimiento del país. Y en este inter el Instituto de Estudios Energéticos de la universidad de Oxford (OIES, en inglés) dice que la promesa del Presidente Enrique Peña Nieto de que la reforma energética permitirá que la producción de petróleo en el año 2018 aumentará a tres millones de barriles diarios, es “irreal”. Recordemos que en 2004 la producción fue de 3.4 millones de barriles de petróleo diarios y ha caído en 25%. En veinte años no habíamos bajado a 2.3 millones de barriles diarios. Esto es muy preocupante.
También analizan que de acuerdo a lo que estamos declarando de reservas, de éstas las prospectivas no convencionales por 60,000 millones de barriles y 52,000 millones de barriles convencionales y las reservas posibles por 43,000 millones de barriles, son menores a las anteriores por el riesgo que representan en cuanto a la posibilidad de explotación en el corto plazo.
Y las reservas probables que son las que los inversionistas toman en cuenta para sus inversiones, son apenas de 24,800 millones de barriles, lo cual de acuerdo a este estudio hace que México no sea tan atractivo como dicen las autoridades del país y dicen que los yacimientos de Cantarell y Ku Maalob Zaap, están declinando en su producción y estos yacimientos representan el 47% de la producción. Se dice en el mismo documento que la producción de petróleo en aguas profundas no se dará antes de siete años.
Para acabar de enturbiar las aguas, el Director Corporativo de Finanzas de PEMEX, Mario Alberto Bauregard Álvarez dijo que en los próximos años no bajará el precio de las gasolinas, pues se importa el 50% de las mismas y que los costos de transportación, distribución y venta son muy caros. Creo que deben de recordar que esto fue un ofrecimiento en campaña del ahora Presidente de la República y fue refrendado el ofrecimiento antes de enviar su iniciativa energética.
Así las cosas, debo creer que los asesores del gobierno federal deberán de estar evaluando estos riesgos antes de que sea tarde.