Amanece en Aguascalientes, el sol lluvioso comienza a levantarse entre los matorrales, los corrales, las carreteras, mientras las industrias y las nuevas empresas ya han recibido a casi todo su personal, inicia el trabajo de este nuevo día. Y un destello cae al borde de esa vieja carretera, rumbo a San Luis Potosí, posada sobre piedras está ella, de la cual no tenemos nombre, ni domicilio, ni sabemos a qué se dedicaba cuando estaba viva, quiénes fueron sus familiares, quiénes la amaron y hoy penan su ausencia.
Un feminicidio más en Aguascalientes, el asesinato de otra mujer de la que sólo sabemos vestía un top rojo que intenta cubrir sus senos, pero tampoco lo logró. Ella descubierta, con las piernas abiertas, quedó ardiendo oliendo a carne quemada, a humo mientras su cabello o lo poco que queda de él vuela con el viento de esta mañana que centellea otra historia de odio cometida en una mujer.
Dice Chrystof Heyns el relator especial de la Organización de las Naciones Unidas en su informe sobre México, que es alarmante el nivel de violaciones por el derecho a la vida que se está viviendo en nuestro país, el especialista sudafricano seguro sabe de lo que habla, pues en su andar le ha tocado relatar el exterminio que se vive en distintos países africanos. El reporte que el día de hoy presentará a la ONU señala que en México según datos oficiales que le proporcionaron las autoridades mexicanas, lo cual no los hacen fidedignos indican que de diciembre de 2006 a noviembre de 2012 hubo 102 mil 696 asesinatos intencionados en México, pero además señala que éstos ponen en clara desventaja a mujeres, jóvenes, periodistas, migrantes, activistas en derechos humanos, personas de la diversidad sexual y la niñez. Como sabemos las cifras para el 2013 no bajaron, por el contrario en estados como Michoacán, Guerrero, Tamaulipas, Estado de México, Chihuahua, Nuevo León, Distrito Federal, se han disparado las ejecuciones, desapariciones forzadas y feminicidios.
En lo que respecta a Aguascalientes, en menos de un mes ha habido dos feminicidios, el pasado 3 de junio se dio a conocer el asesinato de Cecilia Martínez Mota de 42 años de edad, quien además ya había presentado denuncias por violencia doméstica en contra de su pareja José de Jesús Perales Romo, quien mintió inicialmente al decir a las autoridades que Cecilia Martínez se había suicidado.
Ocho días después la policía recibe reportes de que en una camioneta blanca donde viajaban varios sujetos fueron levantadas dos mujeres, más tarde reciben otro reporte donde encontraron a una mujer brutalmente golpeada en un terreno baldío, se presume que ella era una de las dos que minutos antes habían levantado. La segunda nadie sabe dónde está, puede ser el feminicidio ocurrido o continuar desaparecida.
Mientras los esbirros de las autoridades encargadas de la seguridad pública en Aguascalientes comienzan a tallar sus espadas, los lectores de noticias que a ultra defensa de “la autoridad” comienzan su despliegue misógino, sexista y ultraconservador, ésos que se benefician de la violencia contra las mujeres que silenciosos guardan sus privilegios de golpear, violar y asesinar a mujeres porque una cultura y un mal habido sistema de justicia para las mujeres les permite hacer todo eso y quedar en la impunidad. ¿Acaso las mujeres no vemos que las fuerzas de seguridad pública arriesgan su vida? Pese a que las muertas sean hasta ahora sólo las mujeres.
Así esos esbirros comienzan a preguntar ¿a qué se dedicaban estas jóvenes levantadas, si eran meseras y por qué trabajaban tan noche, si alternaban o no con los clientes, si eran pros-ti-tu-tas? Y bajo ese velo nuevamente comienzan a argumentar que las mujeres se lo merecen y desde luego a exculpar la violencia que ejercen los hombres, porque ellos sí son enfermos, son alcohólicos o drogadictos, porque estaban confundidos o deprimidos, porque en ellos las reacciones violentas son algo “natural” porque para ellos sí hay disculpa.
Por qué nos quejamos las mujeres ante el despliegue del ejército patrullando las principales carreteras de Aguascalientes, por cierto en una de esas la mujer asesinada fue encontrada. Una camioneta grande color blanco repleta de tipos levanta a dos mujeres y nadie logra dar con ellos, nadie da más datos, exitosamente ellos logran darse a la fuga. ¿Por qué nos indignamos y hacemos tanto escándalo las mujeres ante la golpiza que dan los elementos de seguridad pública a una joven de 18 años durante una detención?
Por cierto, el relator especial de la ONU dice también que es necesario retirar a las fuerzas castrenses de las labores de seguridad pública, así como realizar pronto las acciones de investigaciones efectivas que den justicia a las personas asesinadas. De otra forma sólo se está preservando la impunidad sistémica que hay contra estos grupos vulnerables.
Hay algo podrido en este sistema, algo como las fosas clandestinas de Guerrero, Jalisco y Tamaulipas que daban sepultura a 13 cuerpos, a 8 cuerpos, y un sinnúmero de restos humanos tan sólo en la última semana. Cuerpos pertenecientes principalmente a jóvenes entre los 14 y 20 años, y el de una adolescente, una mujer de 14 años.
Algo realmente está muy mal pese al autoengaño de las autoridades, cuando miles de millones de pesos no pueden detener este baño de sangre que se vive en México y que desde hace algunos años toca las puertas de Aguascalientes. Justicia a las mujeres asesinadas.
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