- Más que aumento de la penalidad se requiere un cambio de vida social, educativa y cultural: Varona
- Ahora, para quien efectúe un secuestro, la pena va de 40 a 140 años, incluyendo los secuestros exprés
A partir del pasado miércoles entró en vigor en México el aumento de las penas para quienes cometan secuestros, ello debido al alto número de casos registrados en los últimos dos años. La pena mínima se elevó de 20 a 40 años, mientras que la máxima de 50 a 140 años, especialmente a quienes maten a las víctimas, incluyendo todos los tipos de secuestros como los llamados “secuestro exprés”; en el año 2012 el INEGI registró 105 mil secuestros de esta naturaleza. Para secuestros cometidos por funcionarios de seguridad pública serán castigados hasta con 100 años, pagando multas económicas muy elevadas.
En opinión del diputado Jorge Varona Rodríguez, el aumento de penas no necesariamente resuelve el problema pues los orígenes de este delito están en factores socioeconómicos y culturales, “el trabajo de fondo empieza en las familias, en las escuelas y en las condiciones de vida de las personas”.
Aunque reconoció tratarse de una exigencia de la población el que sean más rigurosas las sanciones para quien cometa este tipo de delitos que han lastimado la vida nacional, ya que cada vez más se ha observado la privación de la libertad y demás abusos que se llegan a cometer como el mutilar o asesinar a las víctimas de manera cruel, “con tanto que ha visto la sociedad nos exigió como autoridades que se colocaran sanciones drásticas, pero aun con ellas el problema puede persistir”, siendo un tema debatible tendrá que esperarse a los primeros resultados para después ser analizado y tomar nuevas decisiones que se requieran para erradicar en su totalidad dicho problema social.
A la par de este aumento en la penalidad se necesitan aplicar nuevas formas de vida, modificar muchos de los hábitos de educación, de valores culturales y familiares, de reeducación a toda la sociedad para que desde muy pequeños se les inculque a los hijos -y aun de adultos- que la base es el respeto a un tercero, “no es que justifique a los delincuentes pero la verdad es que tenemos que ir al fondo de las causas, mas no a los efectos”, estos últimos pueden combatirse fácilmente con sanciones más severas, pero el resto es mucho más complejo sin soluciones sencillas ni fórmulas establecidas; desde su perspectiva, tanto autoridades como la propia sociedad debería de esforzarse más en la planeación de los modelos de vida y atención a conflictos sociales como lo es el secuestro y la delincuencia organizada.
Ejemplificó con el caso de los medios de comunicación, específicamente la televisión, “a veces plantean las cosas desde una perspectiva muy distinta, proponen a esos personajes como héroes o modelos de vida de éxito, entonces para personas con problemas de personalidad de conducta”, lo que consideró, es una manera sencilla de adaptar su vida e irse por el camino “fácil”, sin embargo el diputado sentenció que la vida de los delincuentes resulta mucho más complicada que la de una persona común.