Piel curtida / No asesinen a nuestros hijos, familiares o amigos - LJA Aguascalientes
22/11/2024

Mi tío fue asesinado por homofobia en Aguascalientes, le explotaron el estómago a patadas, su novio fue encarcelado como supuesto responsable de un crimen pasional y no pudo  despedirse ni asistir al sepelio de su pareja. Después de más de 30 años,  sólo dos de 10 hermanos y hermanas se atreven a mencionarlo: Enrique Montoya López.

La homofobia es un problema que atañe a nuestros familiares y amigos, y está más allá de otorgar derechos civiles que no estarían negados si no existiese esta forma de discriminación que se promueve y replica diariamente, no sólo por los heterosexuales conservadores, incluso también por los mismos disidentes, la comunidad LGBTTT (lésbica, gay, bisexual, travesti, transgénero, transexual), y aunque los PQI (pansexuales, queers, intersexuales) también padecen de este tipo de discriminación, suelen estar distanciados de la hegemonía de la “cultura gay” y generar otras alternativas de inclusión social.  En México se han generado múltiples avances para erradicar estas prácticas de intolerancia y odio, en especial en la Ciudad de México, pero no todo es Distrito Federal.

La homofobia imposibilita el desarrollo integral de las y los jóvenes, pues al observar una sociedad y/o familia intolerante son orillados a descubrir de qué se trata eso de ser “joto” o “machorra” a través de salas de chat, por lo general utilizadas para acordar encuentros sexuales; o acuden a los mix club (antros gay) para interactuar bajo una simulación de seguridad con otros similares. Además, a lo largo de la vida suelen estar ligados a ambos espacios en busca de pareja, pues a diferencia de las y los heterosexuales que pueden flirtear en múltiples situaciones y lugares, chicas y chicos LGBTTT podrían arriesgarse a ser golpeados o expuestos a una burla colectiva si tratan de invitar un café a alguna persona que resulte ser homofóbica. Esto sin considerar los panoramas en 80 países que aún criminalizan las relaciones afectivas y sexuales entre personas del mismo sexo o género. Además, el escenario para las y los trans (TTT) es aún de mayor riesgo, en especial para los machos (biológicamente) que desean asumirse y vivir como mujeres, ya que por la aspiración de lograr un cambio total, recurren a la prostitución para costear los procesos quirúrgicos que en ocasiones sólo son practicados por médicos en la Ciudad de México o en el extranjero; aunque, aclaro, no es una regla para todas. Esto último demuestra que la homofobia limita el pleno acceso a servicios de salud, pues varios galenos se niegan a realizar intervenciones de reasignación sexual por cuestiones religiosas o morales, a menos de que se demuestre algún tipo de intersexualidad, es decir, únicamente por “errores” de la naturaleza, imperfecciones que hace años se creía de la gente de color y discapacitados.

Por otra parte, la intolerancia a lo no heterosexual corrompe la impartición de justicia. Por ejemplo, las chicas trans suele ser, por lo menos, interrogadas por policías durante la noche ya que consideran los agentes de seguridad que podrían estar ofreciendo servicios sexuales; aunque alguna simplemente haya salido del cine y camine rumbo a su casa. Otro caso de mayor delicadeza es la opacidad de los crímenes de odio, es decir asesinatos por homo, lesbo o transfobia; que en muchas ocasiones se terminan por catalogar como “crímenes pasionales”, lo cual niega lo que realmente sucede. De acuerdo a algunas investigaciones, en México son asesinadas cada año 40 personas en promedio por homofobia.

También existen otras prácticas de intolerancia más sutiles como el negar las expresiones de afecto, aunque se trate de un beso de piquito, por considerarse atentados al pudor o “falta de respeto”; aún recuerdo que, hace menos de 5 años, varias lesbianas y gays eran retenidos en el C4 en Aguascalientes por esta falta administrativa, ¿sucede lo mismo cuando un chico y una chica se besan públicamente? Una muestra más global fueron los comentarios despectivos de algunas personas en medios sociales sobre el jugador de futbol americano Michael Sam, quien besó a su novio, el nadador profesional Vito Cammisano, durante una transmisión de ESPN (la más importante televisora especializada en deportes a nivel internacional), en la que se le informó que era reclutado por el equipo de la NFL, los Rams de San Louis, Estados Unidos.

Sin embargo, gracias a los medios de comunicación e información se han divulgado otro tipo de perspectivas sobre la diversidad sexual (que incluye tanto a heterosexuales, como a la comunidad LGBT, así como otro tipo de prácticas como fetiches y parafilias). Por ejemplo, Zemooa, Ophelia Pastrana, Victoria Volkóva, Silvertronic y La Prohibida, en las áreas de consultoría digital, la música y la publicidad, han demostrado que las etiquetas LGBT…etc., no determinan a un ser humano; lo que también dejó claro el más reciente logro de Tom Neuwirth, cantante que se actúa como el drag “Conchita Wurst”, la mujer barbuda que la semana pasada ganó el Festival de Copenhague 2014; lo cual ha sido señalado por algunas personas homofóbicas como una promoción a la homosexualidad, postura equitativa a la implementada por el gobierno de Vladímir Putin en Rusia, pero ¿realmente existe una propaganda gay?

Uno de los grupos con esta postura es Courage, una asociación generada en 1994 al interior del Pontificio Consejo para la Familia del Vaticano, respaldada por el cardenal Norberto Rivera en México, para brindar ayuda pastoral y psicológica para prevenir y “curar” la homofobia. Una agrupación que promueve la intolerancia, al patologizar la disidencia heterosexual, y que se ha expandido alrededor del país con clínicas de atención, incluso cuentan con una sede en Aguascalientes; aunque desde el 17 mayo de 1990 la OMS suprimió a la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales. Ante estos escenarios no es de sorprender que cerca del 50% de las personas no heterosexuales en México haya tenido ideas suicidas, y el 25% lo haya intentado, ¿esta será alguna razón que no se ha investigado o se ha negado para explicar la alta tasa de suicidios en Aguascalientes?

Se ha tachado a la comunidad LGBTTT de incitar a la población a “convertirse” en homosexuales, bisexuales o “vestidas”, pero en varias ocasiones lo que en realidad se promociona son los cánones de la heterosexualidad, es decir, la heteronormatividad. Por ejemplo, durante los últimos años se han posicionado las imágenes estéticas de los “osos”, hombres “varoniles” en cuerpo y conductas, de preferencia con vello facial y corporal. Estas representaciones han pugnado por demostrar que lo homosexual no es sinónimo de lo trans o de ser afeminado, por lo que incluso se diferencian del estereotipo “gay”, el hombre cosmopolita, con cuerpo de gimnasio o cuidado para ser delgado, con ropa a la moda y “lindo”. Sin embargo, algunos de estos “osos” llegan a expresar discursos de odio y discriminación contra los homosexuales “amanerados”, los “pasivas”, de quienes dicen afectan la imagen de la comunidad LGBTTT por ser “femeninos”, ya sea por su forma de caminar, vestir o hablar (lo cual en ocasiones es biológico). Este tipo de situaciones también se presentan en algunos círculos lésbicos, en una lucha entre las femme y las butch, términos franceses para definir a las mujeres homosexuales femeninas y masculinizadas (literalmente marimacho), que desde los términos expresa la postura heterosexual, lo que es dado y lo que se transforma. La homofobia no sólo existe fuera de lo homosexual.

Gracias a que Enrique Peña Nieto, como titular del poder federal, instituyó el 17 de mayo como Día Nacional de la Lucha contra la Homofobia, diversas instituciones, organismos y partidos políticos estarán bajo la mira de cómo conmemorarán esta fecha, lo cual, aunque se materialice o no en políticas públicas (y debería) difundirá discursos diplomáticos para evitar esta práctica de odio e intolerancia; a causa de ello, se espera al menos impactar en las generaciones más jóvenes para que en un futuro exista una plena concientización sobre esta problemática.


Por el momento, ¿qué nos queda por hacer? En principio la tolerancia y la posibilidad a la duda, no preguntemos si alguien es gay o no, lesbiana o no, que esto surja al interior de las pláticas con quienes convivimos; para una reunión podemos decirles a los invitados que pueden invitar a su esposa/novia o esposo/novio independientemente del sexo de a quien nos dirijamos; a las madres y padres de familia, evitemos enunciados como “no llores como niña” (esto impulsa la homofobia y promueve la desigualdad de las mujeres); no tratemos de ocultar las palabras gay, lesbiana o trans a niños y niñas, sólo expliquemos que son personas que aman a personas de su mismo sexo o que desean ser del sexo opuesto al que nacieron. Y a la comunidad LGBT…etc., reflexionen sobre sus propias prácticas y discursos: la hipersexualización de la vida cotidiana o perseguir lo “correctamente” femenino y masculino no son necesarios para buscar visibilidad y respeto,  se hace día a día, en el trabajo, en la familia, demostrando que las prácticas sexuales o relaciones afectivas no determinan cada una de nuestras actividades; tal vez así algún día no sea necesario todo un abecedario para hablar de personas. Que no se nos prive de vivir plenamente  por el cuerpo que besamos o lo que hacemos en la cama, no asesinemos literal o metafóricamente a nuestrxs hijxs, familiares, ni amigxs.

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Twitter: @m_acevez


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