- El 35% de Casa Terán fue restaurada con la misma técnica con la que fue construida originalmente
- Para enmendar el rayón del muro exterior del recinto deberán solicitar un permiso a instancias federales y buscar expertos en la técnica al fresco
Después de su reapertura al público del pasado 25 de abril, Casa Terán aún continúa con algunos trabajos de remodelación y reestructuración, Dulce María Rivas Godoy, directora general del Instituto Cultural, aclaró que sólo se cerrará uno o dos días posteriores a la clausura de la verbena abrileña para concluir los trabajos que representarán poco más de un millón y medio de pesos que ya fueron solicitados a la Comisión Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).
Algunas piezas están terminando de ser intervenidas por lo que las salas continúan sin muebles pero el público puede continuar visitando el recinto para que observe la “belleza histórica y artística” sin obstáculos de objetos; hasta el momento el ICA ha registrado una asistencia importante que no se esperaban, “mucha gente estaba ansiosa por volver a ver la Casa Terán pero no creímos que viniera tanta a verla sin nada”.
Por ahora se exhibe una pequeña galería en donde se muestra la historia de la casa, el primer proceso de restauración y la que se hizo en esta ocasión tras el accidente así como algunos vestigios que se encontraron entre los escombros con la finalidad de que la población conozca la gravedad de lo sucedido.
Una vez que se termine la Feria Nacional San Marcos comenzarán con los detalles mínimos como cortinas, baños, muebles, objetos de operación, instalación eléctrica e hidráulica, cambio de lugar de la galería y librería, reacomodo de los montajes para no intervenir los muros y conservarlos lo mejor posible, entre otros más; para que las actividades que normalmente se ofrecían en el lugar se retomen; mientras tanto se estarán ofreciendo algunos conciertos y la galería temporal para ir preparando a la población y la casa tome su ritmo.
Rivas Godoy aclaró que por ser recursos federales, la fecha de su llegada se desconoce pero se espera que ya para finales del mes de junio principios de julio Casa Terán ya esté totalmente restaurada; sobre todo la parte de atrás en donde todavía se están interviniendo los cielos rasos pues debido a su gran tamaño y complejidad del proceso de restauración los encargados del trabajo se han tardado un poco más.
Una vez analizada las consecuencias de la explosión el Instituto Cultural anunció que sólo atacó la parte estructural de la casa, información que se encontraba en las computadoras y algunos cuantos muebles no históricos, “curiosamente la obra que estaba montada no le pasó nada ni el hermoso piano que estaba en la sala Esparza Oteo”; pero con el trabajo de los restauradores se logró dejar la casa como originalmente estaba, pues aproximadamente un 35 por ciento es una casa nueva pero con procedimientos y técnicas iguales a los que se utilizaron originalmente. En total se invirtieron más de once millones de pesos entre la aseguradora y recurso del propio estado y federación.
Rayones de grafiti
El grave problema que ahora mantiene el recinto es la actividad ilícita de un grafiti, hecho a unos días de haberse abierto la casa, “es lamentable la falta de cultura y respeto a los recintos históricos”; la cuestión es que para arreglar el muro rayado se tendrá que solicitar un permiso al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a Conaculta y otras instancias pues se trata de un muro histórico.
La pintura utilizada no es la que comúnmente se usa en las casa actuales, tiene que someterse a un proceso largo y delicado en el cual se lija el muro dañado, se prepara una pintura de cal apagada, alumbre, baba de nopal y otros materiales, siendo toda una fórmula que se utilizaba anteriormente para pintar las casas, “la técnica es al fresco por lo que necesitamos personal especializado porque no todos saben hacerla”, anteriormente el Instituto debía contratar personal foráneo pero ahora ya se conoce la técnica y se capacita a más personal en metodología de conservación de los espacios históricos.
Para la titular del ICA es una pena que se actué sin saber lo que cuesta remediar su fechoría, en este caso más que representar gasto económico significa tiempo y trabajo, pues en realidad es un rayón pequeño pero que daña la imagen del recinto histórico, este trabajo será ya hecho por el ICA fuera del presupuesto de restauración por medio de un recurso especial que tienen para el mantenimiento de sus espacios.