- La falta de autogestión ha mantenido a varias generaciones atoradas en la espera de ser descubiertos
- El mayor reto para la actriz fue confiar en sí misma de que era capaz de trabajar con Nicolás Pereda
Existen cientos, si es que no miles, de jóvenes que inician sus carreras en actuación esperando que al salir se conviertan en famosos conocidos por todo el mundo, pero también existen aquellos que por años se han dedicado a actuar desde una perspectiva de goce y disfrute, actuar porque les gusta, una de esas personas es Teresa Sánchez, una actriz mexicana del cine alterno que ha demostrado su gran habilidad por tomar un papel y presentarlo ante las cámaras.
En su visita al estado destacó a La Jornada Aguascalientes, con palabras recargadas de emotividad y vibra positiva, la importancia de la humildad en la vida, no sólo en la actuación, aunque en esta última es la clave para no perder de vista jamás el rumbo de tu vida.
“La humildad es asumir que no sabes nada, que lo que sabes es parte minúscula del mundo de conocimientos que hay”, ello sumado a una visión de que estás al servicio de las personas pues finalmente te conviertes en un canal para llegar a un fin: el que te ve actuando sienta el personaje y se ponga en su lugar, “en la media en que tú no consideres que ya acabaste y que sabes todo, te das cuenta que tienes el verdadero valor de ser actor”, reconociendo ser un proceso gozoso pero interminable.
Con más de 20 años de experiencia, continúa diciéndose a sí misma que no sabe para aprender más, “ser actor o actriz es como en toda carrera, debe haber un proceso de aprendizaje académico y cambios en tus áreas favoritas, hasta que te llega la certeza que quieres dedicarte a una específica”, seguido de un largo proceso de autoconocimiento pues desde su perspectiva, ser autodidacta es un compromiso personal de todo actor para poder ser mejor en todo lo que se haga.
Ahí es cuando se pierde un poco el rumbo, tal es el caso de los jóvenes egresados que salen con altas expectativas de ser contratados por famosos directores y tener éxito en poco tiempo, cuando la realidad es otra, “la falta de autogestión va haciendo que el círculo de cierre cada vez más para los jóvenes actores pues pierden su tiempo esperado a que les llegue todo en charola de plata. Antes de pensar en ser exitoso sin esfuerzos debe tomarse en cuenta cuáles son las necesidades propias, las de tu comunidad, es decir, todo el contexto donde se está para que realmente se pueda verter el conocimiento y no sea una cuestión de ego, “ahí es cuando nos atoramos un poco en México”.
Una de las causantes es que en las instituciones no se les enseña la visión del emprendedurismo, la autogestión, “al final tú eres tu propio producto y debes saber venderte o cómo hacer tus propios proyectos”; ello sin dejar de ver que actuar realmente te apasione y te haga feliz.
Para Sánchez, falta mucho una estructura formativa en el país, el que se le dé continuidad a la formación una vez que se concluya la universidad, el generar cuadros en donde haya compañías que se puedan sustentar porque se están refrescando en una y otra disciplina, esto es lo que hace que muchas generaciones se atoren y pierdan el interés por la actuación; “como en todo, hay mucho talento esperando ser descubierto pero mientras no haya ese movimiento de autogestión, continuaremos atorados”.
¿El mayor reto en su carrera?
“Fue al principio de todo, yo estaba aterrada cuando me llamó Nicolás Pereda para ser parte de su película Todo, en fin, el silencio lo ocupaba, temblaba de miedo. El verdadero reto fue asumir que sí era yo capaz de hacerlo; después entendí que si yo me aplico y hago lo que me toque, las cosas van a resultar bien, pero si no te la crees jamás te saldrán las cosas”.