Telecomunicaciones huecas / De imágenes y textos - LJA Aguascalientes
14/11/2024

Cuanta ingenuidad por parte de todos nosotros al suponer que las señales de televisión privada o abierta cumplen con la función social que los estudiosos de la comunicación identifican como rectora del discurso audiovisual, me refiero a educar, entretener e informar.

Ante una reforma constitucional en material de telecomunicaciones que atiende intereses meramente económicos, mercantiles o como usted le quiera llamar, queda claro que los contenidos pasaron (como siempre) desapercibidos. De entrada los reflectores fueron dirigidos al conflicto entre dos de los hombres más ricos de México y sus respectivas empresas. Exacto, empresas, hombres ricos, poder. Al padre finado de uno de estos protagonistas el vox populi le achaca la frase de “yo hago televisión para jodidos, porque México es un país de jodidos”, el otro le vende a usted a 85 centavos los mensajes de texto que envía por su celular. El conflicto se centró en la retransmisión de señales de televisión abierta por sistemas de paga, es decir Dish operado aparentemente por MVS no podía transmitir los canales abiertos de Televisa. Aunado a esto las empresas Sky y Dish se verán beneficiadas pues el mercado de la televisión cerrada quedará monopolizado afectando a los “cableros” locales.

Dish y Telmex como socios mercantiles, a final de cuentas terminaron trasmitiendo la señal de Televisa sin pagar un peso por esto y desde septiembre de 2013 hicieron felices a miles de sus suscriptores que echaban de menos la programación del canal de las estrellas.

La ley es clara, con todo y su reforma, el artículo octavo transitorio dice que “las empresas que tienen más del 50% de algún mercado de telecomunicaciones o radiodifusión no pueden beneficiarse directa o indirectamente del ‘must cart-must offer’”, es decir que MVS, Telmex y Televisa no deben transmitir de manera gratuita ninguna señal abierta.

Si usted tuviera invertido su dinero en el negocio de la televisión seguramente estaría pidiendo equidad como lo hacen estas empresas, claro, vamos haciendo crecer el patrimonio, pero estoy seguro que no dejaría de lado los contenidos, ¿o sí?

Cuando iba al centro comercial me llamaba mucho la atención que los vendedores del sistema Dish se las veían negras cuando el respetable les preguntaba si tenían Televisa y TV Azteca; bien capacitados le daban la vuelta al tema y envolvían a sus víctimas con el amplio abanico de canales, en su mayoría norteamericanos. Me parecía raro que la gente no preguntara por el Canal 11, el 22 o de plano el 40; nada, el de las estrellas y los aztecos, pareciera que sin ellos no hay televisión de verdad.

Afortunadamente para los dueños del sistema en cuestión y para todos sus suscriptores, la revolución les hizo justicia y comenzó la transmisión de estos canales sin costo adicional.

Gracias a las atinadas reformas del señor Presidente de la República los mexicanos tendremos más y mejor televisión, aquí los tres apartados que cita con tanto orgullo Don Enrique con relación a los cambios en la “tele”.

1. La ampliación de los derechos de los mexicanos, se garantiza la libertad de expresión y difusión.


Es decir que uno de los beneficios de esta reforma es libertad de expresión, qué bueno, por fin se van a terminar los asesinatos a los reporteros y responsables de los medios de comunicación, una de las ventajas del “must cart-must offer” definitivamente.

2. Una nueva arquitectura institucional en favor de la competencia.

Con el anuncio de dos nuevos canales de televisión con cobertura nacional queda resuelto el conflicto del mal monopólico de la nación, así que junte su dinerito porque, ahora sí, usted puede ser el nuevo Azcárraga, nada más tenga cuidado con lo que dice, qué le parece “mi empresa hace televisión de primera porque México es un país de primera”.

3. Se contemplan medidas específicas para acelerar las potencia del sector: Asegurar la cobertura universal; buenos precios; calidad en el servicio y los contenidos.

De los tres apartados este es el más ambicioso, de hecho considero que su redacción no fue revisada al final.

Asegurar la cobertura universal; entiendo que se refiere a la cobertura de todo México… bueno, si usted vive en Australia puede que el gobierno federal se comprometa a que vea de manera gratuita el canal de las estrellas y a Javier Alatorre.

Buenos precios; será para los socios comerciales, para el IFE o para el futuro INE, ¿qué no la tele es gratuita?

Calidad en el servicio; se supone que con el apagón analógico todos nuestros males de señal televisiva se acabarán, como con la fibra óptica y la telefonía, así tal cual, haga de cuenta.

Y el último (como siempre) los contenidos; apelando a la hermenéutica que me confiere Mauricio Beuchot, la afirmación de Don Quique de magnitudes reformistas me incita a pensar que pronto dejaremos de ver los bailes y cantos por los sueños, las voces México, los rivales más débiles, los partidos de futbol arreglados, saldrán del aire los de apellido Loret de Mola, Ayala, Micha, López-Dóriga, Alatorre, Gómez, Bozzo, no más telenovelas, no más discursos aderezados con el mal gusto y la ofensiva al intelecto mexicano; gracias presidente, hasta que vas a hacer algo bueno… ¿o qué, no se refiere a eso?

[email protected]

Twitter: @ericazocar

 


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