Homicidas seriales y maltrato… II / Cocina Política - LJA Aguascalientes
22/11/2024

Maltrato Animal. Al torturar un animal se va perdiendo sensibilidad, se va apuntalando una conducta indiferente al dolor ajeno y se va “practicando” para lo que luego podría trasladarse a seres humanos.

Maru Ramírez, presidenta de Dignidad Perruna, invitó a una conferencia en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, con el tema Maltrato Animal y Homicidas Seriales. La conferencia fue impartida por el Maestro en Criminología Fernando Ramírez Flores y el Maestro en Sociología Francisco Hernández Fernández. El objetivo de la conferencia fue exponer sin tapujos, una de las causas de la violencia social exponencial que se vive en Aguascalientes. Fue denunciar que una sociedad que tolera e inclusive aplaude el maltrato, la tortura y la muerte de animales, luego deberá observar cómo se vuelve en contra suya. La cadena criminal es sencilla de seguir y entender: primero animales, luego seres humanos; si se impide a tiempo lo primero, será más fácil impedir en vía de regreso lo segundo.

Más amargo que un ruso. Si Usted apreciable lector y estimada lectora, es tan impresionable como esta politicocinera, más vale que vaya por un café expresso con cáscara de limón rallada; porque la realidad del maltrato animal en Aguascalientes es más amarga y fuerte que ese expresso ruso al que me refiero. En Aguascalientes, en sus once municipios, pero especialmente en la capital, se están desarrollando peleas de perros clandestinas, se están violando sexualmente animales, perros y gatos; se están electrocutando despiadadamente unos 120 perros y gatos diariamente en el “antirrábico” capitalino y se están ahorcando impunemente perros en las comunidades rurales, todo ello sin dejar de lado los miles de perros aislados en azoteas y terrenos baldíos, o encadenados “para que no molesten”; arrojados recién nacidos en contenedores de basura, “tirados” en colonias periféricas porque “ya aburrieron” a sus miserables dueños o confinados en balcones y espacios ínfimos. Y por si fuera poco, y para que ante la brutal realidad ría Usted un poco, se pone de moda esa canción pop que si tú te vas y yo me vo-oy… ¡Que se quede el perro o o! -Hasta víctimas del desamor humano, resultaron lo pobres perros, digo yo-.

Maltrato y asesinato. En el aula 5-b de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, supimos que el Departamento de Sociología de nuestra alma-mater está colaborando con el gobierno del estado, en la elaboración del Plan de Seguridad Estatal, pero desde el otro abordaje: el de la prevención. Supimos que la violencia tiene origen en el hogar cuando se toleran las conductas que forman parte de la escalada de la violencia y que comienza con la mentira –ay, si mi hijita nada más dijo una mentirita venial, luego con el robo -ay, maestra, por un lapicito sin punta que se robó mi hijito, luego la fantasía y después la acción que a este nivel ya están mezclados y se confunden.

Los homicidas seriales que conocimos, a través de Fernando Ramírez y Francisco Hernández, tienen en común haber maltratado animales. Y también tienen en común que sus padres o tutores, conocieron de esa conducta violenta en su momento pero omitieron atender porque se trataba de simples animales -¡Ay! ¿Tanto escándalo por un gato ‘mugroso’ que maltrató mi nena? Así que cuando la necrofilia de sus famosos hijos se hizo pública, seguramente esos padres y tutores omisos, debieron exclamar ¡No es para tanto, nomás fueron unos veinte muertitos! ¡Sí los mató, pero no lo hizo con mala intención!

Así que apreciable lector y estimada lectora, la próxima vez que vea a un niño o un joven pateando un perro, y decida pasar de largo porque al fin no es mi problema o sólo se trata de un animal, piénselo bien y regrese de inmediato, para explicar al chamaco por qué debe ser compasivo con los seres vivos. Si decide no hacerlo tenga presente que a la vuelta de la esquina ese chamaco se habrá convertido en un hombre que volverá a patear… pero esta vez será a Usted y a la sociedad en su conjunto, a los que robará, estafará y matará sin el menor ápice de remordimiento. Para los delincuentes no existe diferencia entre un animal y un ser humano, esa es la conclusión a que han llegado las ciencias que estudian la conducta del hombre en sociedad.

Recuerde Ud. que en mi cocina se come, se lee, estudia y platica de todo… especialmente de política.

 

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