Autonomía municipal / El Canto del Zenzontle - LJA Aguascalientes
15/11/2024

La autonomía es la capacidad de un ente de autorregularse, de administrarse, de elegir a sus propias autoridades. Según la Real Academia Española de la Lengua, es la Potestad que dentro de un Estado tienen municipios, provincias, regiones u otras entidades, para regirse mediante normas y órganos de gobierno propios. Es una cualidad de un gobierno, dentro de un territorio, de acuerdo a las condiciones establecidas en Ley.

La autonomía municipal en México procede directamente de sus habitantes y la protege la Constitución Mexicana en su artículo 115. Las leyes estatales en materia municipal -señala el propio texto constitucional- tienen objetos muy claros y precisos, y el exceso de esas facultades ha dado origen anteriormente a bochornosas declaraciones de inconstitucionalidad de parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (bochornosas por la soberbia con que fueron refutadas en un principio, por quienes tuvieron que acabar obedeciendo la autoridad de la Corte).

Autonomía no es soberanía. Soberano es alguien supremo, sobre quien no existe entidad alguna. Soberano es el pueblo, en sus decisiones y elecciones. Autónomo es, en cambio, el gobierno que se autoadministra, y autorregula, pero siempre podrá existir, según se establezca en el marco jurídico que regule a la entidad autónoma, una constante vigilancia, supervisión y fiscalización por parte de otra entidad.

La fiscalización en el caso del Municipio la hace la Legislatura Estatal. La revisión de las cuentas públicas del municipio por el Congreso del Estado y sus órganos auxiliares, de sus procedimientos administrativos internos, del actuar de los integrantes del Gobierno Municipal, deberían ser cosa de todos los días, en una relación republicana sana y constructiva.

Sin embargo, y con tristeza, vemos que cotidianamente la realidad es otra.

Los legisladores estatales usan al municipio como sparring de sus conflictos partidistas. En vez de utilizar los mecanismos legales a su alcance, revisando la totalidad de los municipios estatales, sancionando excesos o abusos, auditando contabilidades, previendo posibles excesos, corrigiendo metodologías, los también representantes populares en otro orden del gobierno -igual que regidores y síndicos, quienes integran el gobierno municipal, junto con el Presidente- dan prioridad a la nota fácil, la diatriba superflua, el alegato fatuo, con fines netamente electorales.

La autonomía municipal exige respeto de las demás autoridades de todos los ámbitos de gobierno, porque es el municipio, esa forma primera de la sociedad civil organizada y entidad gubernativa al mismo tiempo, quien tiene a su cargo fomentar los valores de la convivencia local y prestar a la comunidad los servicios básicos que las familias no alcanzan a proporcionar.

Los viajeros del camino del respeto saben que éste es un sendero de dos vías, o como lo diría coloquialmente un ranchero a quien aprecio mucho: quienes que de aquí para allá respetan, tienen derecho a ser respetados de allá para acá.

Que quede el llamado, pues, a respetar los procedimientos, las facultades, las atribuciones y las decisiones mutuas, entre las autoridades de todos los ámbitos, y las municipales, para mejorar la convivencia social y política.


Apostilla

Me pregunta una buena amiga que si no hay error en la cifra manejada en el Canto del Zenzontle del 17 de este mes, respecto al burócrata que referí en el municipio de Aguascalientes, por cada 21 habitantes.

Ya quedó aclarado con la de la duda, pero lo extiendo a este mismo espacio: mi fuente, como la cité en el propio artículo, fue el INEGI, en su Censo Nacional de Gobierno 2013(1). Donde podemos leer que en el Municipio de Aguascalientes hubo 30,837 burócratas estatales durante 2013. Si a eso agregamos la exagerada cantidad de 7 mil 700 que se tiene registro como empleados municipales, incluyendo asesores presidenciales de todas las categorías y coeficientes intelectuales posibles, durante el mismo año, tenemos una burocracia total de autoridades locales de 38 mil 537 burócratas.

Ahora bien, si consideramos la población total estimada del Municipio de Aguascalientes en el mismo año como 833 mil habitantes, lo dividimos entre 38 mil 537 burócratas, y la aritmética no falla, resultan 21 habitantes por burócrata (no queriendo dividir en partes a nadie, este Zenzontle se permitió redondear la cifra a 21).

Esa cifra me sigue dando vergüenza, como el paupérrimo nivel de investigación de ciertos ex asesores presidenciales que te mal informaron, querida amiga.

En 1999 Howard Cutler, por medio de la editorial Mondadori, publicó El arte de la felicidad, en donde se recogen una serie de apuntes de conversaciones y entrevistas pronunciadas por el Dalai Lama. En uno de los capítulos se recomienda que, para transformar nuestra forma de pensar frente a las descalificaciones de quienes no son nuestra familia o amigos, lo primero es agradecer que hayan invertido su tiempo para ocuparse de uno, e inmediatamente después aprovechar la oportunidad para reflexionar, con paciencia y tolerancia, sobre la pertinencia de dichos comentarios.

Nuevamente, este Zenzontle agradece a cada lector y lectora, por decidir serlo, estando o no de acuerdo con lo que aquí se escribe.

  1. Consulta de Datos en el apartado Recursos en la administración pública estatal en: http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/Proyectos/censosgobierno/cngspspe2013/

Twitter @manuelcortina

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www.manuelcortina.com

 


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Manuel Cortina Reynoso

Colaborador Nessun Dorma | Abogado y político hidrocálido, Subsecretario de Gobierno del Estado de Aguascalientes y miembro del Colegio Nacional de Abogados Municipalistas.

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