Menores de 11 años, la mayoría de niños que atiende la Procuraduría de la Defensa del Menor - LJA Aguascalientes
23/11/2024

  • Sólo los casos de adolescentes canalizados por algún Ministerio Público son atendidos por el DIF estatal
  • Menores de 11 años que muestran situación de calle o desintegración familiar con algún tipo de abuso, casi siempre consumen drogas o alcohol por curiosidad pero no por adicción

 

Aunque los casos de violencia física y sicológica hacia los menores son temas exclusivos de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), el DIF estatal atiende aquellos casos en los que algún Ministerio Público indica su intervención según lo manifestó la procuradora de la Defensa del Menor y la Familia del DIF estatal, Silvia Méndez Mendoza.

Si no son canalizados por Ministerio Público es muy complicado que este órgano estatal actué en adolescentes ya que su comportamiento es tan irregular que requiere de otros especialistas; generalmente los casos de mayor incidencia que tiene la procuraduría es de maltrato en menores de once años canalizados por sus maestros, directores de escuela o sus propias madres, mas no por ellos mismos.

Ahora bien si la autoridad canaliza a algún adolescente al DIF, éste valora con sus especialistas si está en calidad de irse con otro miembro de la familia o debe permanecer en alguno de los albergues del DIF; aquí se valora si el menor realmente fue víctima de maltrato o violencia aun a pesar de haber presentado la denuncia ante la PGJE pues el sicólogo va estudiando los rasgos del menor para saber qué tan cierta es la violencia y dar un diagnóstico final, “casi nunca se puede dejar directos con los familiares pues a esas alturas ya muestran un grado alto de desintegración familiar”.

En cualquiera de los casos se comienza el tratamiento con el menor para después proseguir con el resto de los miembros de la familia, nunca se ventilan las declaraciones del menor ya que sería primero en una falta de ética profesional además de etiquetar al menor con los miembros de su familia, “nuestro trabajo es la reintegración de la familia más no crearles más problemas”, al final la procuraduría da atención y no prevención, para esto último existen otras áreas dedicadas a programas especializados.

Para los caso de niños consumidores de estupefacientes y alcohol son canalizados en su mayoría a Servicios Médicos y centros de rehabilitación del Instituto de Salud ya que generalmente presentan niveles muy avanzados de adicción que la procuraduría como tal no puede atender además de ser adolescentes de entre doce o 14 años los que más consumen estas sustancias nocivas.

En menores de once años que muestran situación de calle o desintegración familiar con algún tipo de abuso, casi siempre consumen en alguna ocasión drogas o alcohol por curiosidad pero no por adicción, a éstos sí se le trata con los sicólogos de la procuraduría por tener un nivel muy bajo de consumo.

 

 Foto: Gilberto Barrón



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