- Peña Nieto dicta el ritmo de las reformas, considera Martín Orozco
- Existe un pique entre el gobernador y el presidente
Iniciar la armonización de la Reforma Educativa con las leyes locales, y con el tiempo encima, obedece a una indicación del poder federal, mencionó el senador Martín Orozco Sandoval.
El Ejecutivo de Aguascalientes prácticamente dejó agotar el plazo perentorio de seis meses, pues remitió al Congreso del Estado su propuesta de homogeneización apenas el 5 de marzo, con lo cual quedaron sólo seis días para terminar con los trabajos.
“Seguramente el presidente Peña Nieto, porque son reformas de él, da la indicación a sus estados para que hagan las cosas. Saben cómo trabaja el PRI, el PRI trabaja por indicaciones del número uno, que es el presidente de la República”.
La legislación estatal deberá quedar adaptada a la federal el próximo martes 11.
Luego de un receso para valorar algunas observaciones de los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática, ayer la Comisión de Educación aprobó en lo particular la nueva Ley General de Educación del estado de Aguascalientes, misma que se encamina rumbo al Pleno.
“Tendrán que sacarla en su momento; cuando se aprueba en el Congreso de la Unión tarde o temprano saldrá en los estados, por indicaciones”, anotó Orozco.
–¿No se legisla sobre las rodillas? En Aguascalientes no se pidió el punto de vista de maestros y sindicatos.
–El tema se trabajó mucho en el Congreso de la Unión, el tema está muy trabajado en el SNTE, está muy trabajado en todas las áreas, sencillamente creo que tarde o temprano se va a dar. Es una reforma que viene del Senado y de la Cámara de Diputados.
–¿Inclusive el gobernador Carlos Lozano estaría a favor de Peña Nieto? Se habla de una enemistad política.
–Claro que no se quieren, pero va a tener que hacerlo.
La propuesta de Ley de Educación fue avalada por unanimidad. En días pasados el diputado Cuauhtémoc Escobedo Tejada, miembro de la Comisión de Educación, había protestado por la falta de inclusión de sindicalistas, docentes, padres de familia y académicos.
Pie de foto: “Claro que no se quieren, pero va a tener que hacerlo”