- Cámara Nacional del Autotransporte de Carga, dispuesta a colaborar con la reforma
- Nadie da lo que no tiene y que antes de pensar en repartir la riqueza, primero hay que preocuparnos en cómo generarla
Viene lo duro de la Reforma Hacendaria, porque podría ser una forma de presión para ampliar la base tributaria y tentación a un bajón de la economía a niveles de subsistencia que a nadie conviene; sin embargo, no es una tragedia, ni hay fuga de capitales.
“Sabemos que políticamente se dicen muchas cosas, pero a veces la realidad es muy diferente a lo que políticamente se maneja”, dijo a La Jornada Aguascalientes el único líder empresarial a nivel nacional con su sede aquí, el presidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga, Roberto Díaz Ruiz.
Que la economía está detenida “es una verdad que no tenemos por qué ocultar, salvo el comercio exterior que fluye más o menos de manera normal, en los estados del país la gente está esperando a ver qué sucede”, planteó.
Es entendible, la gente amarra lo que tiene hasta ver qué sucede; “afortunadamente no hay fuga de capitales, como antes que se daba una situación difícil y los capitales salían volando del país, y luego después había que volver a juntar las ‘canicas’ para traerlas de nuevo”.
Había quienes vendían sus propiedades y sus negocios para correr a refugiarse en otro lado; ese fenómeno todavía no se ha dado, precisó Díaz Ruiz, y pronosticó: “Yo creo que viene una complicación muy fuerte en lo que es el tema hacendario. Pero si lo analizamos y lo damos a entender adecuadamente, no es una crisis lo que estamos viviendo; no es una tragedia”.
Explicó que el Gobierno Federal busca la ampliación de la base tributaria, algo en lo que el sector empresarial está de acuerdo, la base de la pirámide se hace cada vez más angosta y endeble; se espera que con estas recormas “se amplía a lo mejor al 80 o 90%, y no que el 62% esté en la informalidad, como lo señaló el propio presidente Peña Nieto”.
Roberto Díaz reveló que la Reforma Hacendaria podría ser una forma de presión. Manifestó que algunos dirán: “me vas a obligar a tributar, pues no participo en la economía o minimizo mis operaciones a niveles de subsistencia”, pero consideró que “eso no es honrado ni para México ni para los empresarios, mucho menos para los trabajadores de nuestro país”.
Indicó que se requiere crear más empleos para, una vez conseguidos, buscar la manera de remunerarlos mejor, porque cuando hay sobreoferta de mano de obra “nadie puede ponerse sus moños”.
Subrayó que “nadie da lo que no tiene” y que antes de pensar en repartir la riqueza, primero hay que preocuparnos en cómo generarla. “En nuestro sector tenemos un costo-país muy alto, porque el fisco se lleva cerca del 50% del empresario del transporte y las casetas de cobro, que es otro servicio que nos brinda el Gobierno Federal; se lleva entre 10 y 15% de todos nuestros ingresos”.
Puntualizó: “Estamos de acuerdo en colaborar pero es todo un proceso, eso no se puede dar por decreto, pero todos debemos colaborar siendo más eficientes. Hablo desde todo el que tenga una actividad económica y desde los tres niveles de gobierno”.
Ponderó: “Ese reto es muy grande pero estamos dispuestos a asumirlo y ojalá que todos nos pongamos la camiseta porque, efectivamente, el transporte es un termómetro muy sensible y válido sobre lo que ocurre en nuestro país”.
Foto: Roberto Guerra