- Obliga a profesionistas vinculados a la vida, salud, libertad, seguridad y patrimonio de las personas a formar parte de un Colegio
Al retomar el tema de colegiación y mejora de los servicios que prestan los profesionistas, los senadores Arely Gómez González y Miguel Romo Medina reunieron a poco más de 27 especialistas durante siete meses para el desarrollo de una iniciativa que reforme la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de colegiación y certificación.
Durante la pasada sesión de la Cámara de Senadores se presentó la iniciativa que modifica los artículos 5, sobre las determinaciones de las profesiones que requieren título para su ejercicio; 28, sobre la prohibición de monopolios y el 73 sobre las facultades del Congreso de la Unión como el establecimiento del servicio profesional docente. La intención, según los promotores, es abrir el espacio normativo para que se den las condiciones legales para la colegiación y certificación.
En su visita a Aguascalientes, Romo Medina anunció que el próximo martes en la sesión del Pleno, presentará otra iniciativa que representa una de las leyes secundarias de la primera, para crear la Ley General para el Ejercicio Profesional Sujeto a Colegiación y Certificación, “con ella se abre el marco jurídico para tener calidad, seguridad y certeza en los servicios que prestan los profesionistas”.
La ley determina que estarán sujetos a colegiación y certificación todas aquellas profesiones que estén vinculadas en función de la vida, la salud, libertad, seguridad y del patrimonio de las personas, adentrándose a profesiones como medicina, el derecho, la ingeniería, arquitectura, y contador público, “un veterinario no estaría sujeto porque no atiende a vida humana”.
El funcionario federal detalló que la colegiación es importante, puesto que integra a los profesionales en un colegio en donde están sujetos a determinadas actividades como su código de ética y a la participación en el desarrollo del país y las leyes.
Mientras que la certificación tiene un alcance mayor. Actualmente para poder ejercer una profesión tan sólo se requiere de cursar estudios en una institución de enseñanza superior y obtener un título y que la dirección general de profesiones con base en ese título expida una cédula profesional con la cual se le registra y autoriza el ejercer dicha profesión. La certificación va más allá, pues en esta iniciativa establece que cada cinco años estos profesionistas deberán de acudir a unidades certificadoras autorizadas para que puedan continuar ejerciendo su profesión.
De aprobarse esta iniciativa, quedará condicionado cualquier profesionista no sólo para participar en el sistema penal acusatorio sino en general, sobre todos los que emplean el servicio a la salud.
También pretende la creación de un registro de profesiones transparente y abierto al público para que el ciudadano pueda accesar fácilmente en el momento que requiera contratar a un profesionista; su condición de certificación es un especie de buró, según Romo Medina, pues si algún profesionista tuvo determinada sanción u observación negativa se quedará como parte de su historial abierto a todo público.
A pesar de las “declaraciones negativas” que pudiese tener esta iniciativa, el senador aclaró ser un documento muy bien estudiado por lo que no duda será aceptada por sus compañeros de la Cámara, “es necesaria porque también aporta a la eliminación de falsificación de títulos y cédulas profesionales”, así como de las instituciones “patito” que se instalan en todo el país sin las licencias oficiales.
En un sondeo realizado por La Jornada Aguascalientes a profesionistas de la salud, derecho, administración y contadores públicos, coincidieron en que la obligatoriedad de incluirse en un colegio específico atentaba contra sus derechos de libre trabajo, pues al final los colegios se convierten en sindicatos y “cotos de poder”. Se reconoció que en algunos casos integrarse a un colegio en particular aumenta sus posibilidades de crecimiento profesional siempre y cuando este profesional esté especializado en algún área, “yo no me imagino ser parte de un colegio de contadores públicos, es cerrarme a lo que se establezca en la institución”, respondió un contador público con más de 30 años de experiencia egresado de la UNAM.