- Académico argumenta que se pensó en apostar a la experiencia, pero son más los rasgos negativos que los beneficios
- Si los legisladores ya se encuentran sometidos a la voluntad del partido en lugar de la ciudadana, ahora será más notorio
- Habrá que esperar la legislación secundaria en lo concerniente a los cargos de representación proporcional
Para Daniel Gutiérrez Castorena, académico e investigador de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) adscrito a la carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública, la reelección que en cargos de elección popular que fuera avalada en la Reforma Política apenas hace poco menos de una semana con su promulgación y publicación en el Diario Oficial de la Federación, resulta ser algo que trae con múltiples cuestionamientos y críticas.
Entre sus aseveraciones, el exdecano del Centro de Ciencias Sociales de la UAA destacó que la reelección de presidentes municipales, diputados locales y legisladores federales se convertirá en un claro reflejo de las cúpulas partidistas y los intereses al interno de dichas organizaciones.
Gutiérrez Castorena comentó que fue pensada de manera noble, apostando a la experiencia y los beneficios que traería consigo la profesionalización de los políticos, que a primera impresión pudiera ser evaluado como positivo, ya que se argumenta que quien decidirá será el ciudadano a través de los procesos electorales, mediante un ejercicio de “premio o castigo”, lo cual dijo, es sumamente criticable, dada la naturaleza de todos los partidos existentes, por lo que advertiría que “la mayoría de las veces los partidos tienen oligarquías en sus órganos de dirección”, y con ello, se generan cúpulas que se sienten indispensables, cerrando con sus actos la oportunidad a miembros del mismo partido.
Otra de las críticas, destacó, estriba en el hecho de que anteriormente ya veíamos a dichos personajes saltar de un cargo a otro, “de una diputación local a federal, a presidente municipal y luego senador”, añadiendo los casos de políticos como Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa en el PRI; Emilio González Torres, en el Verde Ecologista; así como los Ortega en el PRD.
Indicó que acciones como ésa no garantizan equidad al interno de los partidos ya que los órganos directivos contarán con más recursos, acentuándose así la producción de un negocio personal donde los apellidos siguen siendo los mismos en los cargos de elección popular, dejando al ciudadano que sólo ratifique algo que es producto de un contubernio al interno del partido, con la inexistencia de mecanismos como la revocación de mandato, que pudieran haber constituido el contrapeso ideal a dichas prácticas.
Estableció que actualmente los legisladores están condicionados a la voluntad del partido a través de los coordinadores de los grupos parlamentarios; siendo un claro reflejo de ello la aprobación de las recientes Reformas estructurales, carentes de debate, donde los legisladores sólo se dedicaron a levantar la mano. Por lo que lamentó: “El fenómeno se reproducirá con mayor constancia cuando busquen reelegirse”.
El también exconsejero del Instituto Estatal Electoral (IEE) subrayó que el análisis de las leyes secundarias y reglamentarias será indispensable, tomando en cuenta que no se ha especificado de qué manera se pudiera estructurar la reelección en los cargos de los denominados coloquialmente “plurinominales”, algo con lo señaló, los partidos se verían altamente beneficiados.