Me parece que el Presidente Municipal de Aguascalientes, Juan Antonio Martín del Campo (JAMC), ya decidió que el tema musical de la Feria Nacional de San Marcos 2014 será “TATUAJES” interpretado por Joan Sebastian, que estrenará su versión HipHop durante las exposiciones del Arte del Tatoo, que serán una grandiosa atracción para la “gente buena” y los ocasionales visitantes que pasen por Venustiano Carranza.
El Tatoo y el Piercing representan manifestaciones artísticas del gusto extremo de individuos que deciden portarlo en sus cuerpos, sea por una moda, un pacto, o una acción de solidaridad, y ciertamente resultan ser expresiones de absoluta libertad, sentimientos, fe, ideas artísticas, viejos anhelos, sueños futuros, y hasta de malos recuerdos experimentados por individuos que extraviados por un tiempo se identificaron con grupos de pandillas urbanas tan populares como las de mi barrio. Muchos recuerdos corporales de un pasado hermoso o tormentoso pero que no se borran fácilmente y por lo tanto estigmatizan a sus portadores.
Durante la próxima temporada de la Feria de San Marcos, irremediablemente, la “gente buena” de Aguascalientes seguirá conviviendo con los habituales “borrachos”, “cheros”; “trangénero”, “darketos”, “punks”; “cholos”; “chakas”; “maras” y “Zetas”, y por si no fuera suficiente, lo hará con una cantidad inusual de neo-artistas del Tatuaje liderados por el payaso BROZO quien vendrá a cubrir el “Primer Festival del Tatuaje” por invitación del Alcalde Juan Antonio Martín del Campo (JAMC).
Mi amigo Toño Martín, inopinadamente se sacó de la manga el mentado Festival del Tatoo, en una acción que parece muy desesperada por reducir los efectos negativos de la “represión” de la policía municipal en contra de las personas tatuadas. Ese tema creció tanto que se convirtió en nota nacional de “El mañanero” durante esta semana. En ese noticiero de alcance nacional, JAMC anunció una estupenda noticia para la “gente buena” de Aguascalientes, que podrá abrirle sus casas a la “gente mala” (léase los tatuados), para que puedan lucir su Arte exótico y pasearse al lado de la Reina de la Feria y sus Princesas.
Así las cosas, gracias a ese curioso y extraoficial Decreto municipal, la Ciudad de Aguascalientes recibirá a miles de “potenciales delincuentes” (tal como los calificó el Secretario Municipal de Seguridad Pública), que vendrán a exponer libremente el Arte del Tatoo y Piercing, sin correr el riesgo de ser “cateados” por la celosa autoridad municipal al deambular en el perímetro de la Feria Nacional de San Marcos: Ah, pero eso sí, como se trata de hacerlo organizadamente, sólo podrán hacerlo quienes reciban invitación de la distinguida autoridad municipal.
El Alcalde confía en que tan genial iniciativa le allegará miles de votos en las elecciones próximas. Su estrategia consiste en darle un tratamiento de “Cultura” a este tema del Tatoo y Piercing; en otras palabras, convertir en “conejillos de indias” a las personas que gustan de lucir pinturas extravagantes en algún espacio de sus bellos y esculturales cuerpos. De esa manera, el gobierno de la “gente buena” pretende dejar en el olvido una política de la represión instrumentada contra la “gente mala”, y promover la graciosa concesión o clientelismo, como usted lo quiera ver.
En Aguascalientes, muy poca gente mira al Tatoo como un tema de Cultura; en general se percibe como una expresión de plena libertad individual, o de rebeldía estacional, para desahogar pacíficamente las pasiones humanas. Por tal motivo, un influyente sector de nuestra sociedad percibe fines aviesos alineados a la cancelación de las libertades o trato discriminatorio de las personas bajo un argumento falso de la prevención de los delitos. Esta acción pública, más parece una señal inequívoca de un estado represor, o estado policía.
La arbitraria detención de personas que portan algún tatuaje visible, ha sido razón más que suficiente para que hasta los más pacíficos amantes del Tatoo hayan expresado su inconformidad. Es una tontería que las autoridades municipales los hayan clasificado como “delincuentes en potencia”, y en consecuencia puedan ser molestados por elementos de policía y humillados al ser “pasados a la báscula”, sin motivo alguno, o sin orden judicial, en un artero ataque a los derechos humanos, que por supuesto no quiere reconocer el distinguido Ombudsman recientemente designado por el Congreso del Estado de Aguascalientes, quien abandona su tarea de defensor del pueblo, para darle la razón a las autoridades policiacas.
Ya veremos en qué acaba este bochornoso caso de violación de los derechos humanos; por lo pronto enviamos un respetuoso saludo al licenciado Eduardo Martín Jáuregui, pidiéndole que “ponga sus largas barbas a remojar” y considere emitir una recomendación, exhorto, o a ver que se le ocurre, a los “generales del mando único” que bajo el pretexto de prevenir el delito y sin ninguna orden judicial o mandato constitucional andan cateando a la “gente mala”, es decir, “tatuada”, que circula a pie, por la Ciudad, o en vehículos con vidrios polarizados y placas de otros estados del país.
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